Almoina Vías y calles

Almoina Vías y calles

L’Almoina. Las ciudades romanas. La Vía y las calles

Las vías romanas desempeñaron un papel importante como eje vertebrador del territorio conquistado y comunicaban el lugar más recóndito del Imperio con Roma.

Además, permitían ejercer rápidamente el control militar y administrativo sobre el vasto territorio romano y facilitaban el transporte de mercancías.

También generaban una intensa actividad, tanto comercial como económica.

Desde antes de la fundación de Valencia, el litoral mediterráneo se recorría por la vía de Hércules o “camino de Aníbal”, ambas denominaciones, legendaria una e histórica otra, dan fe de la antigüedad de esta ruta, surcada tanto por héroes mitológicos como por grandes ejércitos.

Recientes hallazgos arqueológicos al norte de Valencia parecen demostrar que ese antiguo camino no discurría por el lugar donde se fundó la ciudad, sino algo más al oeste.

La fundación de Valentia no sería un acto aislado, sino que implicaría la reorganización de un amplio territorio, en el que se desviaría la vía y se parcelaría el terreno para repartirlo entre los colonos.

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L’Almoina. Las ciudades romanas. La Vía y las calles

En l’Almoina se cruzaban los dos ejes principales que atravesaban toda la ciudad, el cardo maximus (Vía principal de la ciudad romana que hacia el recorrido de norte a sur. A sus lados y en sentido paralelo corrían los cardines secundarios), y el decumanus maximus (Vía principal romana que atravesaba la ciudad de este a oeste. A sus lados se alineaban otras calles paralelas secundarias, los decumani menores), a partir de ellos se alineaban otras calles secundarias que conformaban un emparrillado regular donde surgían las insulae o manzanas de casas.

El cardo maximus se correspondía con el tramo urbano de la Vía Augusta (esta vía rinde homenaje a su impulsor, el primer emperador, Octavio Augusto, plenamente consciente de la importancia de esta red viaria que se extendía de Cádiz a los Pirineos para la consolidación del Imperio. Es una de las vías más estudiadas, más transitadas y mejor conocidas desde la Antigüedad, aparece en testimonios antiguos como los Vasos Apolinares y el Itinerario de Antonino. Comenzaba en Cádiz, pasaba por la actual localidad de La Junquera, donde se prolongaba con la Vía Domitia, que bordeaba la costa del sur de la Galia hasta Roma. Constituyó el eje principal de la red viaria en la Hispania romana. A lo largo de las épocas ha ido recibiendo diferentes nombres como Vía Hercúlea o Vía Heráclea, Camino de Aníbal, Vía Exterior, Camino de San Vicente Mártir y Ruta del Esparto, es la calzada romana más larga de Hispania con una longitud aproximada de 1.500 kilómetros que discurría desde los Pirineos hasta Cádiz, bordeando el Mediterráneo) este tramo de vía, es decir, el cardo maximus se ha perpetuado en la actual calle de El Salvador por el norte y en la calle de San Vicente por el sur.

Estas vías principales estaban pavimentadas con grandes losas planas de piedras caliza azulada de Alcublas (Valencia) que se disponían sobre diversas capas de piedras, gravas y arena, muy compactadas, y que en su parte central descansaban sobre las paredes de la cloaca, en la que desaguaban otros canales menores.

Tal como era habitual en las ciudades romanas, se distribuían fuentes de agua a lo largo de las calles; 2 se han encontrado en l’Almoina, una de las cuales ha sido reconstruida.

En la época Alto Imperial se mantuvo el mismo trazado del período Republicano, sin embargo, en la Antigüedad Tardía ya se apreciaba la tendencia a alterar la ordenación regular anterior, con la ocupación parcial de las aceras por construcciones diversas.

La Antigüedad tardía, año 395-600 d.C., sugiere que en el Occidente bárbaro todavía seguían vivos, aunque fuera de forma fragmentaria, algunos rasgos básicos de la civilización clásica.

Con ello sobrepasamos el año 476 d.C., fecha adjudicada tradicionalmente a la caída del imperio romano.

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L’Almoina. Las ciudades romanas. La Vía y las calles

El 395 d. C., fue el año en que el imperio quedó dividido simbólica y realmente en dos mitades, en cualquier caso, se trata sobre todo de una época de transición, que fue testigo de grandes cambios y también de la continuidad de muchas cosas; y eso es precisamente lo que la hace tan interesante.

Tras la cristianización de la topografía urbana, este fenómeno se acrecentó todavía más, sus edificios más relevantes, como la catedral, el mausoleo (edificio sepulcral) y el baptisterio (Los baptisterios o comúnmente bautisterios sirven para designar a las pequeñas iglesias y capillas destinadas a la administración del bautismo, ya estén aisladas de las grandes basílicas, aunque siempre próximas a estas, adosadas a ellas o dentro de las mismas), se construyeron sobre vías principales y cortaron la misma Vía Augusta.

En época islámica se produjo la desfiguración definitiva de la trama ortogonal romana (Término tomado de la geometría euclidiana (Euclides, matemático griego) para expresar el concepto de perpendicularidad. En una superficie, toda proyección ortogonal se fundamenta en un ángulo recto, y puede desarrollarse tanto horizontal como verticalmente. En arquitectura es ineludible la alusión al espacio ortogonal cuando se busca la simetría, en virtud de la cual una figura resulta perpendicular a otra, y esta a su vez es perpendicular a la primera), hecho que se constata en aquellas ciudades que pasaron por una larga etapa musulmana; sin embargo, algunos tramos del viario principal romano han perdurado, como en la calle Caballeros y en las mencionadas calles del Salvador y de San Vicente Mártir.

Próximo capítulo: Almoina Las necrópolis romanas

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía

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  • Valencia Antigua y Moderna. Constantí Llombart. 1.887

  • La formació de la plana al-luvial de València: geomorfología, hidrología i geo-arqueología de l’espai litoral del Turia. Pilar Carmona González. 1.990.

  • La fundació de València. La ciutat a l’època romano republicana (segles II-I a. C.). Albert Ribera Lacomba

  • L’Almoina: el nacimiento de la Valentia cristiana. Albert Ribera Lacomba – Miquel Rosselló Mesquida. 1.999

  • Los orígenes del cristianismo en València y su entorno. Albert Ribera Lacomba. 2.000

  • La Almoina de la Seu o d’En Conesa en sus primeros tiempos. La fundación y el edificio. A. Rubio

  • La destrucción de Valentia por Pompeyo (75 a.C.). Llorenç Alapont, Matías Calvo y Albert Ribera. 2.010

  • Desarrollo urbano de la Valencia musulmana (siglos VIII-XIII). Josefa Pascual Pacheco. 2.000

  • El alcázar islámico de Valencia. Josefa Pascual Pacheco – José Vioque Hellín. 2010

  • La necrópolis de l’àrea episcopal de València. Llorenç Alapont Martín

  • El cementerio del área episcopal de Valencia en época visigoda. Matías Calvo. 2.000

  • Cementerios tardo-antiguos de Valencia: arqueología y antropología. Albert Ribera y Llorenç Alapont

  • La primera topografía cristiana de Valencia. Albert Ribera. 2.008

  • L’Almoina: el nacimiento de la Valentia cristiana. Albert Ribera y Miquel Rosselló

  • La arqueología cristiana en la ciudad de Valencia: de la leyenda a la realidad. Rafaela Soriano Sánchez

  • Valencia y las primeras ciudades romanas de Hispania. Llorenç Alapont. 2.002

  • La decoración arquitectónica romana en Valencia (Tesis doctoral). María Isabel Escrivà Chover. 2.006

  • El foro romano de Valentia y su entorno (siglos II a. C. – III d. C.). Nota en prensa. José Luis Jiménez Salvador

  • Los foros de Valentia y Ercavica. Jorge Morín de Pablos y Albert Ribera Lacomba

  • El foro romano de Valentia. Carmen Marín Jordá, Miquel Rosselló Mesquida y Josefina Piá Brisa.

  • Los orígenes del cristianismo en Valencia y su entorno.

  • Del Šarq al-Andalus a la Valencia cristiana – Madîna Balansiya. Josep Torró. 2.009

  • El mundo mediterráneo en la Antigüedad Tardía 395-600. Manuel Vázquez.