Arquitectura religiosa del Marítimo II
Arquitectura religiosa del Marítimo II
La arquitectura religiosa de los Poblados valencianos marítimos de El Grau, El Canyamelar y El Cabanyal
Las iglesias de los Poblados Marítimos de Valencia, especialmente, las de Santa María del Mar (El Grau), Virgen del Rosario (El Canyamelar) y Nuestra Señora de los Ángeles (El Cabanyal), constituyen un conjunto de ingredientes destacados definitorios del paisaje patrimonial de la zona marítima valenciana.
Estos edificios, además, son tamizadores de las ideas estéticas imperantes en muchos de los periodos artísticos, convirtiéndose en ejemplos notorios donde admirar, en todo su esplendor, el arte valenciano.
Arquitectura religiosa del Marítimo II
La iglesia parroquial de la Virgen del Rosario (El Canyamelar)
Situada en el barrio del Canyamelar, está declarada junto con el barrio donde se sitúa Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento de Interés Local.
Su hermana vendría a ser la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles en el barrio del Cabañal.
La arquitectura de la iglesia parroquial de la Virgen del Rosario del Canyamelar es una de las construcciones más originales del ámbito valenciano como consecuencia, especialmente, de las intervenciones realizadas en el templo en los últimos 150 años.
Parece ser, según cuenta el Arzobispo Andrés Mayoral Alonso de Mella (Molacillos, Zamora, 15 de marzo de 1.685 – Valencia, 6 de octubre de 1.769).
Como relata José Martínez Aloy, el arzobispo solía visitar muchas tardes esta población de pescadores y acostumbraba a descansar en la barraca de uno de ellos.
Un día el arzobispo encontró a su amigo triste y le preguntó la causa de su desánimo, este le respondió que era porque no había podido ir a misa, que por aquel entonces se oficiaba en el Grau, debido a la lluvia y a los constantes achaque s que sufría por su avanzada edad, el arzobispo, afectado por la historia, prometió levantar allí mismo un templo.
Se está, por tanto, en el inicio de lo que es actualmente la iglesia parroquial de la Virgen del Rosario del Canyamelar.
La construcción de la primitiva ermita (origen del templo actual) comenzó a erigirse en el año 1.761 y su finalización sería en torno al año 1.774.
En estos primeros tiempos, dependía eclesiásticamente de la parroquia de Santo Tomás de Valencia.
Esta primitiva ermita era una arquitectura humilde y, parece ser, tal y como recoge Martínez Aloy que en su exterior hubo durante años anillas para amarrar las embarcaciones, dada su cercanía al mar.
Arquitectura religiosa del Marítimo II
La iglesia actual responde a la ampliación de la primitiva ermita.
Así en 1.882, comienza a forjarse la arquitectura del nuevo templo bajo la dirección del arquitecto Joaquín María Calvo Tomás.
La planta de la iglesia parroquial de la Virgen del Rosario presenta una estructura muy original y algo extrañar en el ámbito valenciano.
Como prueba de su rareza es interesante extraer a colación las palabras de Anastasio Genaro Briguz y Bru quien en 1.804 hablaba de los tipos de plantas que empleaban para las iglesias de ese momento:
“[…] tres son los géneros de templos que se usan en nuestros tiempos, que son: de una nave sin crucero, de una nave con crucero y, de tres naves con crucero. […] El templo de una nave sin crucero tendrá quatro anchos de longitud, de los quales, tres serán de para el cuerpo de la iglesia, y el otro servirá para el coro. […] Si el templo fuere de una nave con crucero, bastará que tenga quatro quadros o anchos de longitud; pero parecerá mejor si tiene quatro y medio, o aún cinco […]. Si el templo fuere de tres naves, tendrá la nave principal cinco quadros de longitud, que se repartirán del modo que hemos dicho en el caso antecedente […]”.
La iglesia parroquial del Canyamelar no se corresponde con ninguna de estas disposiciones.
A finales del siglo XIX se estructura en dos naves, planta salón con cubierta de bóveda de cañón con lunetos en ambas naves y cabecera semicircular.
Esta articulación, sin duda, es un ejemplo original en el ambiente arquitectónico valenciano.
Su insólita disposición a veces se ha interpretado, posiblemente de forma errónea, como el deseo de separar a los fieles de uno y otro sexo en naves independientes.
Esto quedaría marcado en su acceso desde la fachada.
Más allá de querer justificar si original disposición, lo que parece es que a partir de 1.882 pudo haber algún problema estructural, debido a su emplazamiento cercano al mar, y que se decidiese su consolidación y ampliación respetando al máximo la estructura de la antigua ermita, coincidiendo, por tanto, con el incipiente respeto decimonónico hacia el pasado en el ámbito valenciano.
Con esto se mantendría y reforzaría la parte meridional de la antigua fábrica, se duplicaría la nave original de la ermita en la parte norte y se separarían ambas naves con pilares que pueden haber aprovechado parte del muro lateral de la antigua ermita para constituirse.
Para solucionar el cerramiento de esta disposición, se consideró acertadamente, que la mejor manera de concebir la cabecera fuera una forma semicircular exedrada (Construcción descubierta, de planta semicircular, con asientos y respaldos fijos en la parte interior de la curva), que si bien no posibilitaba la perfecta percepción del altar desde las naves, debido a las columnas centrales, sí que lo facilitaba al máximo.
Por tanto, hay que entender esta original disposición del templo como heredera de la solución arquitectónica que se tomó en 1.882 para ampliar el templo y respetar parte de la ermita preexistente.
En 1.907, y tras desvincularse eclesiásticamente en 1.902 de la iglesia de Santo Tomás de Valencia, el arquitecto Vicente Ferrer Pérez (1.874-1.960) construye en la parroquia de la Virgen del Rosario la capilla de la Comunión, perpendicular a las cabecera y en el emplazamiento del antiguo cementerio.
Durante el transcurso de la guerra civil el templo sufrió considerables deterioros algo que obligó a plantear su reforma; para ello se contó con los arquitectos Carlos Soria y Mauro Lleó quienes elaboraron un proyecto de intervención para subsanar los desperfectos ocasionados por la guerra y también para la construcción de nuevo elementos.
De modo que se erige la girola que, sin duda, otorgaba una mayor funcionalidad al templo y ayudaba estructuralmente a mejorar la simetría de la iglesia.
De la misma manera, en esta época se construyó uno de los elementos más característico de la iglesia parroquial del Canyamelar: su fachada recayente a la plaza del Rosario, realizada por los arquitectos Soria y Lleó entre los años 1.945 y 1.948.
La concepción estética de la fachada se debe entender como una herencia y reinterpretación de los postulados compositivos barrocos.
El frontispicio de la iglesia parroquial de la Virgen del Rosario recibe la influencia de las grandes fachadas dieciochescas valencianas coronadas con perfiles mixtilíneos.
De este modo, hay que recordar, entre otras, las iglesias parroquiales de Alcalá de Chivert (Castellón), la de Benicarló (Castellón) o la de Jana (Castellón) y que será esta última donde, según Joaquín Bérchez, “se establece uno de los más contundentes y tempranos ejemplos del impacto causado por esta derivación de los modernos principios matemáticos a la arquitectura”.
La estructura de la fachada actúa como pantalla velando, en parte, la disposición interior del templo.
La original organización en dos naves tan solo es perceptible al exterior gracias a las dos puertas de entrada al templo y sobre ellas tres ventanas.
La ventana central hace función de hornacina y en ella encontramos a la Virgen del Rosario, realizada en piedra por el escultor Alfonso Gabino Pariente (1.894 – 18 de julio de 1.975).
Las puertas son de madera chapadas en bronce y con relieves alusivos a la Pasión y a la Cruz.
En el pequeño óvalo superior que podemos ver en la fachada, encontramos el escudo oficioso de Pueblo Nuevo del Mar, escudo de reciente colocación ya que no es original del templo.
En el resto de fachada se deja que el muro actúe de lienzo en blanco para ser pintado de tonalidades grisáceas y sutiles que contratan con el cuerpo (que alberga las puertas de entrada), las tres ventanas y la cornisa pétrea en un gris más oscuro que hacen referencia, sin duda, a modo de una cita arquitectónica, a los juegos cromáticos empleados en el Renacimiento, especialmente en el toscano, entre la pietra serena (La pietra serena es una arenisca de color gris usada particularmente en la arquitectura y en parte también en la escultura. Es típica de la arquitectura toscana, en particular la de Florencia, aunque no se suele usar para bloques de albañilería, sino para elementos aislados o decorativos como columnas, cornisas y nervios de bóvedas) y el vestidura contrastante del muro o las esculturas marmóreas.
En la arquitectura pétrea de la fachada destacan, especialmente, los frontones partidos (tanto triangulares, en el primer cuerpo, como circulares del segundo cuerpo de tres ventanas) que presentan una disposición un tanto sobredimensionada y algo oblicua.
Los frontones partidos fueron muy habituales en el barroco valenciano del siglo XVIII gracias a la difusión de los modelos arquitectónicos difundidos por el jesuita Andrea Pozzo (1.642-1.709) en su obra Perspectiva pictorum et architectorum (1.603-1.700), obra de amplia difusión por el resto de Europa y América.
Sin embargo, aquí la interpretación dista mucho de lo realizado anteriormente en el ámbito valenciano, en donde tenemos escasos ejemplos de disposiciones similares a los de la iglesia parroquial de la Virgen del Rosario, uno de ellos, entre otros, puede ser el de los frontones triangulares del Ayuntamiento de Castellón, obra realizada por el artífice Gil Torralba entre 1.687 y 1.716.
Por último, de la fachada habría que citar igualmente el campanario de la iglesia, si bien es bastante posterior a la construcción de gran parte del templo; este fue construido en torno al año 1.916 por el arquitecto Antonio Martorell Trilles.
Se estructura en cuatro cuerpos separados por unas marcadas líneas de imposta, con el penúltimo cuerpo con óculos de herencia clasicista y con el último coronado por la caja característica de los campanarios valencianos del siglo XVII.
Está realizado en ladrillo cara vista, algo que desentona visualmente con el resto de la fachada de la iglesia.
Ya en el interior del templo y comenzando por los pies y por la nave de la epístola (nave derecha) encontramos las siguientes capillas:
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La iglesia parroquial de la Virgen del Rosario (El Canyamelar)
Capilla del Cristo del Buen Acierto:
Preside el retablo un conjunto formado por la figura del Santísimo Cristo del Buen Acierto en compañía de las Marías. La talla de Cristo es obra del escultor e imaginero Inocencio Cuesta López realizada en 1.942. En los muros laterales sendas imágenes en madera policromada de San Juan y de la Virgen María.
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La iglesia parroquial de la Virgen del Rosario (El Canyamelar)
Capilla del Sagrado Corazón de Jesús:
A quien acompaña la monja salesa Santa Margarita María de Alacoque (1.647-1.690).
Comparte la capilla con una pequeña imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, traída en 2.003 desde Cuba y patrona de la isla.
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La iglesia parroquial de la Virgen del Rosario (El Canyamelar)
Capilla de la Purísima Concepción
Obra de 1.942 de Vicente Beltrán Artal, realizada en madera. En los muros laterales imágenes de la Virgen de Lourdes con Santa Bernardette y la Virgen de Fátima.
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La iglesia parroquial de la Virgen del Rosario (El Canyamelar)
Capilla de la Comunión:
De planta rectangular, dispone a su vez de capillas laterales como si de una pequeña iglesia se tratara. Es obra de 1.907 del arquitecto Vicente Ferrer Pérez (1.874-1.960).
La estética interior sigue el modelo clásico que el templo que la contiene, a base de arcos de medio punto apoyados en pilares que se abren a la nave central, cubierta con bóveda de cañón.
La cubierta del Altar Mayor es de bóveda de cuarto de esfera.
Preside el Retablo Mayor una imagen del Santísimo Cristo de los Afligidos, patrono del Canyamelar, obra en madera de pino policromada de Carmelo Vicent realizada en 1.943.
La anterior imagen fue destruida durante la guerra civil.
La bóveda presbiterial se cubre con una pintura al fresco con elementos alusivos a la Eucaristía (Santo Cáliz), al Cristo de los Afligidos y al Canyamelar.
Flanqueando el Altar Mayor, dos imágenes de Jesús el Nazareno con la cruz a cuestas y de Santa Rita de Casia obra de 1.944 realizada en madera por Francisco Martínez Aparicio (Museros, Valencia 19 de noviembre de 1.911).
Fuentes consultadas:
-
Archivo del Reino de Valencia
-
Archivo Histórico Municipal
-
Archivo Administrativo Municipal
-
Biblioteca valenciana
-
Biblioteca de Etnología
-
Biblioteca valenciana digital
-
Biblioteca Histórica de la Universidad de Valencia
-
Biblioteca Serrano Morales (Ayuntamiento de Valencia)
-
Archivo de la Diputación provincial de Valencia
-
Hemeroteca valenciana
-
Real Academia de la Historia
-
Wikipedia
-
Padrón Municipal de Habitantes
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Jdiezarnal
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Arquitectos de Valencia
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Ester Medán Sifre
-
Mireia Muñoz Vidal
-
Victoria E. Bonet-Solves
-
Desirée Juliana Colomer
-
Sergi Doménech García
-
Carmen Pinedo Herrero
-
Mª Jesús Piqueras Gómez
-
Pep Martorell
-
Pedro García Pilán
Bibliografía:
Existe mucha y muy variada bibliografía referente a los Poblados Marítimos, tan solo mencionaremos algunos de ellos:
-
Guía urbana de Valencia. Marqués de Cruilles.
-
Autoritarismo monárquico y reacción municipal. Amparo Felipo Orts.
-
Insaculación y élites de poder en la ciudad de Valencia, Amparo Felipo Orts.
-
Manual del viajero y guía de los forasteros en Valencia. Vicente Boix
-
La Valencia musulmana. Vicente Coscollá
-
Orígenes del Reino de Valencia. Antonio Ubieto.
-
Antonio Sanchis Pallares. Historia del Cabanyal. Poble Nou de la Mar 1.238-1.897
-
Antonio Sanchis Pallares. Historia del Grau
-
Antonio Sanchis Pallarés. Historia de la Malvarrosa.
-
Albert Ribera Lacomba. Valencia romana, puerto fluvial y marítimo. Instituciones portuarias y vocación comercial.
-
Isidro Planes. Sucessos fatales desta ciudad, y Reyno de Valencia o Puntual Diario de lo sucedido en los Años de 1.705, 1.706 y 1.707
-
Avecindados en la ciudad de Valencia en la época medieval. María de los Desamparados Cabanes Pecourt
-
Los Poblados Marítimos. Inmaculada Aguilar y Amadeo Serra
-
El Grau de València. La construcción d’un espai urbà. Josep Vicent Boira y Amadeo Serra
-
El Cabanyal: permanencia y transformación. Luis Francisco Herrero García. Tesis doctoral. Universidad Politécnica de Valencia. 2.015
-
La Casa de las Atarazanas de Valencia. Federico Iborra Bernad y Matilde Miquel Juan
-
Las Atarazanas del Grao de la Mar. Gemma M. Contreras Zamorano
-
El ornato urbano. La escultura pública en Valencia. Rafael Gil y Carmen Palacios
-
Arquitectura del eclecticismo de Valencia. 1.983. Benito Goerlich
-
Cerámica barroca en Valencia. María Eugenia Vizcaíno
-
Composiciones cerámicas valencianas del siglo XVIII. María Eugenia Vizcaíno Martí
-
Nomenclátor de las puertas, calles y plazas de Valencia: con los nombres que hoy tienen y los que han tenido. 1.873. Manuel Carboneres Quiles
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