Recuperando la democracia

Recuperando la democracia

Reivindicaciones vecinales

Con el fin de la dictadura franquista, los vecinos recobraron las posibilidades de expresar su conciencia social y menos temor a los administradores políticos, y como consecuencia se produjo el surgimiento de los primeros movimientos de espontánea lucha vecinal.

Muchas eran las voces que desde distintos medios de comunicación reclamaban un barrio más digno y mejoras urgentes.

La batalla para salvar el deterioro físico y social de El Carme y, en general, del Centro Histórico, comenzó con el tímido aperturismo político anterior a las nuevas instituciones democráticas, autonómicas y locales.

Era inevitable que se produjera el primer intento de asociacionismo vecinal, en reuniones realizadas en 1.974 por un grupo de luchadores algunos integrantes de PCPV, en el mítico local de Capsa, creándose una gestora que sería el embrión de la futura asociación vecinal con una constante: creer y tener el convencimiento que el barrio tenía futuro.

Se dio paso a la primera asociación de vecinos con que contó el barrio y se constituyó oficialmente en abril de 1.976, tras ser aprobada por el Gobierno Civil; sus primeras reuniones se celebraban en la Cooperativa El Ejemplo de la calle Marqués de Caro para, posteriormente y de forma provisional, pasar al número 16 de la misma calle, frente al cine Museo.

Con un proceso de democratización incipiente, en octubre de 1.976, se uniría David Hammerstein convertido en uno de los impulsores y organizadores de la recién creada Associació de Veïns.

La presión delas primeras acciones reivindicativas era lograr el adecentamiento y conservación del núcleo histórico-artístico y devolver al barrio su carácter popular

Recuperando la democracia

Reivindicaciones vecinales

Por aquel entonces la Asociación se reunía en un local de la calle Ripalda número 29.

Por otro lado, en otoño de ese año, se produce una manifestación convocada por fuerzas socialistas, que recorrió el barrio, aprovechando la estela que dejaba la lucha social y reivindicativa de la barriada.

En enero de 1.977 se realiza una protesta por el abandono de los solares y la falta de iluminación de las calles; esto ocurría cuando todavía no se habían legalizado oficialmente los partidos políticos.

En 1.978 se protesta contra la tasa de recogida de basuras; era un pago obligado en la ciudad, pero los vecinos de El Carmen solicitaban la exención porque el barrio se hallaba rodeado de inmundicias, sobre todo los solares, convertidos en auténticos vergeles donde campaban a sus anchas los roedores.

Por otra parte, algunas calles de este popular barrio de Valencia, habían sido clasificadas como calles de primera categoría y esto hacía aumentar el impuesto por el baremo aplicado.

Recuperando la democracia

Reivindicaciones vecinales

En los primeros días de febrero de 1.979 el Gobierno Civil, a instancias de la Delegación Territorial de Sanidad, decretaba el cierre de cinco locales de El Carme: El Racó, Berlín, Christopher, Crac y Stones, por no cumplir cierta normativa sanitaria respecto a los lavabos.

Decían los afectados que si este procedimiento se aplicase estrictamente supondría el cierre de casi todos los bares de la ciudad.

Seguidamente se reunieron en asamblea unos 30 propietarios para valorar y analizar estas medidas que consideraban arbitrarias e injustas.

Las autoridades dieron marcha atrás y se produjo, ante la extrañeza general, la reapertura de los locales sancionados.

La revista Valencia Semanal se hizo eco del caso publicando un interesante artículo que denunciaba la situación y vaticinaba:

“[…] Diversas amenazas planean ya desde hace tiempo sobre el barrio de El Carme. Una zona céntrica en pleno casco antiguo es, ciertamente, un bocado extraordinario apetecible para los constructores, inmobiliarias y especuladores varios (…) Entretanto las capas de la población más heterogéneas y variopintas continúan conviviendo, o mejor dicho, coexistiendo en el barrio, desde las comisiones falleras y los tenderos, hasta los pasotas y camellos, sin olvidar a progres y profesionales de todos los colores […]”.

Recuperando la democracia

Reivindicaciones vecinales

En enero de 1.981 l’Associació de Veïns del Carme comenzó una intensa colaboración con los redactores del Pla Especial de Protecció.

En junio de 1.983 convocaría una importante manifestación que recorrió el barrio con una clara pancarta reivindicativa: Salvem el Barri del Carme.

La comitiva se dirigió hacia el Ayuntamiento recibiendo la promesa por parte del alcalde Ricardo Pérez Casado de la apertura de un retén de policía, así como, otras medidas que paliaran la mala situación de la barriada.

La agrupación ciudadana se reunía por aquel entonces en la calle Ripalda número 29 y en junio de 1.982 editó el primer número de El Barri del Carme, un periódico de distribución gratuita, eco de las necesidades y problemas.

En su número de verano de 1.985 su editorial decía que después de una larga lucha por conseguir un centro histórico limpio y digno de una ciudad como Valencia, sin vallas publicitarias, pintadas y carteles que ensucian y degradan sus calles, consiguieron que el Ayuntamiento retire algunas de las vallas ilegales del barrio.

Eran los tiempos en los que se veía una campaña con carteles que decían: La droga mata, pegados junto a vallas publicitarias.

Recuperando la democracia

Reivindicaciones vecinales

En Blanquerias un gran cartelón rojo y negro de la CNT anunciaba la presencia de esta formación anarquista, precisamente en el edificio que años más tarde se derribaría para construir en su solar la actual sede socialista valenciana.

A la agónica situación se unió el paro existente y, sobre todo, la droga.

El barrio se convirtió en centro y distribución propiciado por la vida nocturna y los lugares abandonados que favorecían la clandestinidad.

Poco a poco fueron cerrando algunos establecimientos y los vecinos de toda la vida se fueron volviendo más desconfiados, defendiendo las puertas con nuevos cerrojos.

El Carme parecía condenado a la autodestrucción cuando de nuevo la Associació de Veïns propició un nuevo empuje y comenzó una campaña de lucha con pancartas de llamativos rótulos: Salvem el Barri del Carme o El Barri del Carme té futur, llegando a realizarse una manifestación ante el Ayuntamiento que congregaría a cientos de personas.

Así, después de muchos años de abandono y desprotección del Centre Históric de València, tras reivindicaciones vecinales de los años 70, el primer gobierno democrático municipal inició una política de recuperación que se concretó en el Pla de la Ciutat Vella, por fin aprobado en abril de 1.984.

Aquellos documentos cumplieron en parte su misión, parar el derribo generalizado, protegiendo los edificios y dando solidez jurídica a la configuración histórica y a la trama urbana que nos había legado el paso de los años.

Era la única esperanza para el renacimiento del barrio.

Lentamente u de forma parcial se fueron cumpliendo algunas de las promesas, como la de afrontar la rehabilitación de los edificios en estado deficiente, la construcción de pisos de protección oficial y un urbanismo que incluía parcelas ajardinadas y vías peatonales.

Algunas de sus calles fueron cambiando su fisonomía y aparecieron nuevos espacios.

Se retiraron coches abandonados y hubo limpieza y vallado de solares.

Recuperando la democracia

Reivindicaciones vecinales

En 1.983 se instaló el Retén de la Policía Local del Carmen en la calle Dalt número 43.

Inmediatamente sus agentes patrullaron el barrio e iniciaron una labor de control sobre los considerados delincuentes, muchos de ellos toxicómanos.

Por su parte, la Consellería de Economía adquirió el Palacio de Pineda por 40 millones de pesetas, con el compromiso de su restauración y rehabilitación como centro cultural.

Importantes incorporaciones culturales tienen lugar en el barrio.

En abril de 1.983 se inauguró el primer Museo Etnográfico en la antigua Casa de la Beneficencia, convertida ya en centro cultural.

El 18 de febrero de 1.989 se inaugura l’Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) sobre la superficie que abarca la esquina formada por el final de Guillem de Castro, número 118 y Na Jordana.

En 1.995 una parte remodelada del convento de El Carmen se adecuó como museo: Centre del Carme.

También el edificio de la Beneficència de la calle de la Corona es restaurado y apropiado como centro cultural.

Con estas incorporaciones el barrio se convirtió en el ámbito museístico más importante de la ciudad.

Recuperando la democracia

Reivindicaciones vecinales

En un pleno municipal del 13 de noviembre de 1.990 se acordó el estudio y proyecto de construcción de 71 viviendas en El Carme, cuyo bloque afectaría a la manzana formada por las calles Dalt, Soguers, Na Jordana y Ripalda, en el área donde se hallaba el Hort dels Soguers, actualmente podemos ver este grupo de viviendas entre las calles de Dalt y Soguers, en su interior un espacio ajardinado con el aparcamiento en el subsuelo, forma la plaza de Jesús Maroto.

Por entonces la destrucción y ruinas hicieron que a El Carme se le acuñara el término de Beirut; y es que al desplomarse los lienzos de las paredes aparecían otras multicolores, adivinándose los dormitorios, la salita, la cocina y dejando tras de sí los rastros de una escaleta (sin escalones) que, hacía poco, había servido para acceder a las humildes viviendas.

En 1.995 se crea Archival (Asociación para la Recuperación de los Centros Históricos de la Comunidad Valenciana), entidad privada de carácter ciudadano sin ánimo de lucro que desde entonces fomenta la recuperación integral del centro histórico de Valencia, tanto en el aspecto urbano, como comercial, artesanal, cultural, turístico y social.

Tiene su sede en El Carme, en la calle Sant Donis número 8.

Anualmente, desde 1.992, promueve los premios Archival que otorga a entidades y personas que destacan en el año por su esfuerzo en la recuperación del centro histórico.

Esta asociación ha promovido diversas jornadas en pro de las urbes históricas como el II Congreso de Centros Históricos de España celebrado en 2.005.

Recuperando la democracia

Reivindicaciones vecinales

Promesas cumplidas: de entre las nuevas actuaciones destacan la del Palacio de Raga en la calle de Baix, también llamado Casa de los marqueses de González Quiros, que fue acondicionado como centro asistencial para mayores.

El Palacio de Pineda fue restaurado en 1.991 para acoger la sede de la Universidad Internacional de Menéndez Pelayo.

También se inaugura el Poliesportiu El Carme, con piscina incluida, sobre los solares de una antigua serrería en la calle Doctor Chiarri.

Coincidiendo con las fiestas falleras de ese año, se distribuyeron por la ciudad pequeños panfletos bajo el título Guía Turística de l’especulador valencià, en el que se incluía a El Carme como uno de los barrios cuyo carácter vecinal estaba desapareciendo.

Aquí, se decía, todavía se podía respirar el ambiente de unas calles hechas para personas, donde, sin la presencia de coches, podían conversar los vecinos o jugar los niños.

Se advertía de los problemas urbanísticos existentes: la especulación, los desalojos, la degradación constante, la falta de dotaciones sociales que, insistían, entre todos debíamos resolver.

Sin duda el manifiesto provenía de alguna de las formaciones anarquistas que pintaban frases como: Cuando el dinero habla, la verdad calla; La abstención también es opinión; Los políticos hablan, pero no dicen; Todo lo que tiene alas está fuera de las leyes; etc.

Una de las entidades que se unió a las reivindicaciones vecinales fue la Associació de Veïns Atzucat de la calle Gutemberg número 11.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía:

Existe mucha y muy variada bibliografía referente al Carmen, por tanto, tan solo mencionaremos algunos de ellos:

  • Guía urbana de Valencia. Marqués de Cruïlles.

  • Barrio del Carme de Valencia. Marí Ángeles Arazo

  • Autoritarismo monárquico y reacción municipal. Amparo Felipo Orts.

  • Insaculación y élites de poder en la ciudad de Valencia, Amparo Felipo Orts.

  • La población del barrio del Carmen. Manuela Balanzá

  • Manual del viajero y guía de los forasteros  en Valencia. Vicente Boix

  • Historias y anécdotas del Barrio del Carmen. Juan Luis Corbín

  • La Valencia musulmana. Vicente Coscollá

  • Avecindados en la ciudad de Valencia en la época medieval. María de los Desamparados Cabanes Pecourt

  • El Carme. Crónica social y urbana de un barrio histórico. Rafael Solaz Albert

  • El Carme de l’obrador al pub. Manuel Hernández i Martí Gil

  • Morfología del barrio de El Carme. Manuela Balanzá

  • El ornato urbano. La escultura pública en Valencia. Rafael Gil y Carmen Palacios

  • Valencia Centro Histórico. Trinidad Simó Terol

Fotografías

  • Archivo fotográfico de Abelardo Ortolá

  • Archivo fotográfico de Rafael Solaz Albert

  • Archivo fotográfico de Lázaro Bayarri

  • Archivo fotográfico de Periódico Levante

  • Archivo fotográfico de José Aleixandre

  • Archivo fotográfico de Marina Solaz

  • Archivo fotográfico de Morales San Martín

  • Archivo fotográfico de Toni Serrano

  • Archivo fotográfico de V. Andrés

  • Archivo fotográfico de Ludovisi y señora

Si te gustan nuestros artículos puedes suscribirte a los boletines semanales con las últimas noticias sobre la historia de Valencia