Morfología del Carmen

Morfología del Carmen

Urbanismo y morfología del barrio siglos XVII y XVIII

Principios del siglo XVII

A principios del siglo XVII se comenzó la construcción de los pretiles que forman el viejo cauce del río Turia.

Se fabricaron en varias etapas.

La parte comprendida entre el Pont Nou o de Sant Josep al Puente del Mar se construyó entre el 1.606 a 1.674.

Ello permitió a los vecinos del barrio disfrutar aún más de la amplia franja existente frente al muro, aun cuando en esta zona ya existía La Peanya o lugar para el apilamiento de troncos.

A pesar que había un ostensible nivel entre el cauce viejo y los edificios de la ciudad, la nueva construcción, supuso una barrera al rápido curso de las aguas del río, evitando los estragos que causaban las inundaciones.

Las puertas de la muralla que recaían al barrio eran: Serrans, Quart y Nou, además de los portillos de los Blanquers y de los Tints.

Morfología del Carmen

Todos ellos se hallaban a cargo de un portaler (portero) designado por la ciudad, cuyo sueldo, iba desde las 10 libras valencianas a las 25, según casos, cantidades costeadas por la Junta de Murs e Valls que también incluía la habitación de estos encargados, que se hallaba junto a las respectivas puertas.

Tenían la obligación de controlar las mercancías que entraban en la ciudad, así como el cierre y apertura de los portales.

Los de Serrans y Quart se cerraban tras el toque de oración de las Ánimas.

Las demás puertas lo hacían en la primera oración del Ave María.

Con la llegada del periodo ilustrado, caracterizado por la búsqueda de un cierto orden y racionalidad, se acometen diversas reformas que ocultan las líneas de trazos góticos, por aquel entonces considerados como signos de incultura.

El siglo XVIII fue época de cambios, en gran parte producidos por el carácter reformista del nuevo régimen político que modificó leyes, instituciones, artes y costumbres que influyeron en el aspecto urbano de la población.

Los arquitectos de la recién instituida Real Academia de Nobles Artes, llamada primero de Santa Bárbara y más tarde de San Carlos, se encargaron de las renovaciones de la ciudad, influyendo en sus nuevas construcciones y reformas.

Pero El Carme no experimentó cambios importantes; aún se le citaba en documentos públicos con el nombre de poblado del Carmen.

Morfología del CarmenConservó durante mucho tiempo su trazado urbanístico, carácter y fisonomía.

Permaneció su traza de barrio antiguo, sin orden ni plan de edificación, un aspecto que convertía la aglomeración de sus viviendas en irregulares manzanas, separadas por calles estrechas y tortuosas que formaban un intrincado laberinto; sus calles eran angostas, sin aceras, sin más pavimento que algunos guijarros arrojados sobre el piso de tierra que provocaba polvo en verano y barro en invierno.

Morfología del Carmen

Urbanismo y morfología del barrio siglos XVII y XVIII

Principios del siglo XVII

El vecindario era el encargado de barrer las calles y regarlas; el alumbrado era muy deficiente, se reducía a pequeños faroles de vidrio, de mortecina luz, o a las lámparas de y candilejas que ardían ante los retablos religiosos.

Unos elementos característicos de los edificios de El Carme eran sus escaletes que daban acceso a las viviendas.

Sin apenas zaguán, desde la misma puerta de la calle, se accedía al comienzo de una escalera bastante empinada que conducía a los pisos; este tipo de escalerilla se le llamó a la castellana, ya que hasta aquel entonces eran de tipo circular, las llamadas escaletes de caragol, porque constituían una espiral, una forma algo incomoda a la hora de subir o bajar, principalmente los más ancianos.

Poco a poco iba desapareciendo una de las características propias del barrio, como la de ver a los distintos oficios trabajar frente a la puerta de sus casas o tener sus productos expuestos a la vista de todo transeúnte; esta medida también afectaba a las rejas bajas, aquellas que no permitían tener el saliente de más de cuatro dedos para las calles más estrechas y, para las más anchas, hasta medio pie.

Morfología del Carmen

Es poco conocido que frente a las Torres de Serranos, se construyó una plaza de toros de madera, entre el pretil del río y el valladar, formando una figura octogonal.

Esta plaza tenía dos puertas, una recaía a la salida de la puerta de las torres y la otra en el lado opuesto del Portal Nou.

Los toriles se hallaban en el área que, posteriormente, se construyó la casita donde se encontraba el guardia del paseo.

Este coso permaneció hasta la guerra contra el francés para, después, ser construido al otro lado del río, al final del Puente de Sant Josep, en la zona de la Zaidia.

Por aquella comenzaba a construirse las casas a la moderna, olvidándose del estilo gótico o el austero del siglo XVII que atenazaban la fisonomía de los edificios.

Las nuevas construcciones se pintaron de vivos y llamativos colores que contrastaban con las antiguas casas de alrededor; predominando los ocres y tierras procedentes de los óxidos y, en ocasiones, se veían otros como el azul y el verde pintados sobre motivos ornamentales.

El anaranjado, tan característico en la arquitectura barroca, se imponía en los edificios más lujosos.

Morfología del Carmen

Urbanismo y morfología del barrio siglos XVII y XVIII

Principios del siglo XIX

El 7 de marzo de 1.825 se emite un bando en el que se ordena a los alcaldes de barrio confeccionar una lista con las casas y edificios de la ciudad que amenazaran ruina, especificando el nombre de sus propietarios.

Se argumentaba que se estaban tomando medidas con el fin de precaver consecuencias desagradables, proporcionar viviendas que tanto escaseaban y, sobre todo, conseguir trabajo para los muchos indigentes que andaban por la ciudad.

Por lo que respecta a El Carme, esta disposición afectaba a los cuarteles de Serranos y Sant Vicente.

Morfología del Carmen

En toda la ciudad se relacionaron algo más de 100 casas que se hallaban apuntaladas o en estado ruinoso.

Estas medidas de saneamiento urbano debieron continuar durante algunos años más, ya que es en los años siguientes cuando se observa la desaparición y nueva construcción de algunos edificios en El Carme que provienen de aquella época.

Un claro ejemplo fue el derribo en la década de 1.840 de la iglesia de la Santa Creu en la plaza de su mismo nombre.

Roteros, Creu, Portal de Valldigna y las calles que salen a la Blanqueria, fueron los ejes que dieron entrada y salida a la zona de la Santa Creu.

Las plazas de Santa Creu y del Carmen eran las más importantes, las de referencia.

Aunque la fisonomía de la barriada estaba determinada en principio por la estructura social en el momento de su formación, pronto la demarcación parroquial fue evolucionando.

Morfología del Carmen

En abril de 1.830, el arquitecto Cristóbal Sales delineo el jardín de las Alameditas de Serranos.

Pero es a partir de mediados de siglo y, especialmente, en el último tercio, cuando en el barrio se suceden las principales transformaciones que afectaron fundamentalmente a la zona oeste y noroeste y, solo en algunos puntos, a la central.

El terreno del convento fue reducido.

Desaparecieron los huertos de Ripalda, de la Corona y, sobre todo, en el de En Cendra, que dieron paso a la creación de nuevas calles, como las calles de Na Jordana, Ripalda o Soguers.

En 1.854 aparecen las primeras casas económicas destinadas para obreros.

Observando algún plano de mitad de siglo se descubre variaciones respecto al del Padre Tosca, las calles Soguers y Jardins se han abierto completas y se ve ocupado con las nuevas construcciones parte del antiguo huerto del Partit; tras el convento de la Corona hay cambios de línea en las calles Museu, Salvador Giner y Palma, observándose un gran incremento de los fondos edificados en las calles de la Corona y Quart.

Por estas actuaciones la zona verde del barrio se vio muy reducida, a excepción de las Alameditas de Serranos.

Morfología del Carmen

Urbanismo y morfología del barrio siglos XVII y XVIII

Principios del siglo XIX

En 1.845 mandaron cerrar algunos de los atzucats del barrio argumentando que solo eran focos de suciedad.

En julio de 1.850 comenzaron las obras de canalización del agua potable por el interior de la ciudad; pronto les tocó el turno a las casas; poco a poco se fueron colocando las llamadas fuentes de la vecindad, como las de Guillem de Castro, frente al Asilo de Sant Joan Baptista, plaza de Manises, Portal Nou y la de las Alameditas de Serranos.

La canalización de tuberías para las casas del barrio fue lenta por los pocos recursos económicos de sus propietarios, pero con la instalación de estas fuentes, la gente formaba cola para llenar sus cántaros  de agua para uso propio.

En agosto estaban instaladas las primeras fuentes en Santa Úrsula y Tossal (Tros Alt).

Morfología del Carmen

El 27 de octubre se hicieron las primeras pruebas y después de limpiar los filtros y las tuberías, se dejó abierto el pistón de la fuente de Santa Úrsula, por lo que se consideró como la primera que dio agua potable a la ciudad, antes de la inauguración oficial, el día 19 de noviembre, de la fuente de la plaza de Calatrava, más conocida como plaza del Negrito, unos versos contemporáneos recuerdan esta recoleta fuente:

“Com la Font del raconet que així i tot, es la caricia dels cànters del veïnat”

En el mes de enero de 1.884 se quitó esta fuente para ensanchar la plaza y mejorar las instalaciones del mercado, convertido por entonces en un importante centro comercial para el barrio.

Fue trasladada al vecino pueblo de Ruzafa.

El 15 de julio de 1.853 ya funcionó la instalada en la plaza del Carmen, cuya pila y base de piedra oscura estuvieron colocadas, primero en la Glorieta y, posteriormente, en el plantío de la Alameda, era una fuente circular, con dos caños, uno recayente frente a la puerta de la iglesia y, el otro a su parte posterior; estaba rodeada de al menos cuatro árboles y desapareció en el primer tercio del siglo XX, siendo sustituida por una simple fuente de pilón de carácter puramente funcional.

De la fuente original tan solo queda el recuerdo de su existencia por fotografías que han llegado a nuestros días.

El 14 de agosto comenzó a manar agua por la fuente de la plaza de Mossén Sorell.

Pronto comenzaron a realizarse análisis de las aguas de los pozos particulares diseminados por la ciudad; en el barrio se encontraban varios de ellos que no gozaban de las mínimas condiciones de salubridad.

En marzo de 1.851 ya se habló de constituir un barrio nuevo en los huertos que permanecían sin urbanizar entre las puertas de Quart y de San t Josep.

Morfología del Carmen

Urbanismo y morfología del barrio siglos XVII y XVIII

Principios del siglo XIX

Durante el bienio progresista (1.854-1.856) el alcalde de Valencia, José Peris y Valero, completó el adoquinado de las calles de toda la ciudad, pero algunas del barrio permanecieron en estado lamentable durante algunos años más, retraso que justificó la municipalidad diciendo que se haría cuando desaparecieran las murallas.

La construcción de establecimientos benéficos en las grandes zonas sin urbanizar fue un hecho que contribuyó a cambiar, en gran medida, el perfil del barrio.

La Casa de la Misericordia, de la Beneficencia, el Asilo del Marqués de Campo o el de Sant Joan Baptista, este último fuera del ámbito del barrio, fueron los edificios que ocuparon considerable extensión de suelo urbano y se unieron al trazado de nuevas calles en la zona oeste del barrio de El Carme, especialmente en el área comprendida entre Quart, Guillem de Castro, Corona, Beneficencia o Soguers, que estaba ocupada por los grandes huertos gremiales.

En 1.860 se dictó una nueva Real Orden relativa a la rotulación y numeración de las casas y manzanas de la ciudad.

Morfología del Carmen

A los propietarios del barrio se les cobraron dos reales por la colocación del azulejo correspondiente, igualmente se tuvo que pagar por el adoquinado correspondiente y cada uno de los vecinos propietarios tuvo que satisfacer al Ayuntamiento Constitucional 3 escudos por cada vara de adoquinado (1 vara = 0, 835905 metros) que ocupara la fachada de del inmueble, importe bastante elevado para la época.

En 1.865 comienzan los trabajos para el derribo de las murallas de la ciudad.

En un primer momento la destrucción fue lenta, comenzando desde la puerta del Real iba avanzando hacia la de Serranos, pero en noviembre, conociendo el Ayuntamiento y la Junta Municipal de Beneficencia la grave crisis que padecía la clase obrera, muy necesitada, a consecuencia de los efectos de la última epidemia, se decidió potenciar los trabajos contratando a más jornaleros para la demolición de la franja que comenzaba en la torre del Águila, junto a la puerta de Serrans, hasta la de la Corona.

Morfología del Carmen

Urbanismo y morfología del barrio siglos XVII y XVIII

Principios del siglo XIX

A partir de la desaparición del muro, y en el espacio ocupado por este, se produce la consolidación de ancho recorrido vial que recibió el nombre de Circunvalación, afectando a las calles de Guillem de Castro y Blanquerias que bordean El Carme, hecho que a su vez completaría la fisonomía que actualmente presenta el barrio de El Carme.

Las Torres de Serranos se salvarían de la piqueta demoledora.

Una nueva demarcación de distritos fue acordada por el Ayuntamiento el 19 de enero de 1.881, dividiéndose la ciudad en secciones o distritos con sus barrios correspondientes.

A El Carme le correspondió la sección séptima y octava, tituladas Misericòrdia y Museu, respectivamente.

La primera se dividía a su vez en cinco barrios y la segunda en ocho, abarcando incluso lugares como Campanar y Beniferri, Benicalap, Xirivella y Mislata.

En 1.890 se restauran las Torres de Serranos, cuyas obras  fueron dirigidas por el escultor valenciano José Aixa.

Morfología del Carmen

Urbanismo y morfología del barrio siglos XVII y XVIII

Principios del siglo XX y situación actual

Poco a poco fue quedando un núcleo de población obrera, con viviendas humildes, conservando los pequeños talleres artesanos que caracterizaron a la zona, a pesar que la mecanización iba desplazando a la artesanía.

Eran muy propias las casas modestas con obrador, unifamiliares con taller en los bajos y la vivienda en la parte superior, las de alquiler reducido la vivienda-comercio de la pequeña burguesía, estas dos últimas procedentes del siglo XIX.

En la parte recayente al oeste, sin embargo, se construyeron conjuntos unitarios de edificación modesta para acoger a la clase trabajadora, con intervenciones que irían desde 1.850 hasta 1.920.

Por los proyectos fallidos, y por fortuna paralizados en 1.914, en el trazado de la avenida del Oeste y el ensanchamiento a 25 metros de la calle de Serranos, la fisonomía del entramado urbano se mantuvo bastante estabilizada.

La avenida del Oeste pretendía unir en línea recta las plazas de San Agustín y Portal Nou, proyecto trazado en 1.907 por el arquitecto Federico Aymani, que elaboró un proyecto drástico de reforma interior.

En 1.928 se presentó un nuevo plan de reforma, el del arquitecto Francisco Javier Goerlich, que pretendía hacer una plaza semicircular tras las Torres de Serranos, no se llevó a cabo.

En 1.932 se consolida el mercado de Mossén Sorell con la construcción de la estructura de madera, obra del arquitecto Ángel Romaní.

Tras la guerra civil, el Plan Parcial incluía ordenanzas específicas para el Barrio del Carmen, afectando al área comprendida en el polígono formado por la plaza de Sant Jaume, las calles de Dalt, Museu, Pare d’Orfens, plaza del Carmen, Blanquerias, Les Roques, Serrans y Cavallers para llegar al Tossal, punto de partida.

En los años 50 y 60 las funciones primordiales del barrio eran las residenciales, las de comercio cotidiano y la industria en forma de pequeños talleres de artesanos que permanecían.

La transformación social y morfológica del barrio hizo que antiguas casas señoriales fueran ocupadas por una o varias familias de condiciones modestas.

Morfología del Carmen

Urbanismo y morfología del barrio siglos XVII y XVIII

Principios del siglo XX y situación actual

Las clases acomodadas prefirieron viviendas de nueva construcción, situadas principalmente en la zona del Ensanche.

A comienzo de los años 50, nuevamente se vuelve a insistir en el proyecto de continuación  de la avenida del Oeste, según el cual, medio centenar de calles serían afectadas, desaparecerían o modificarían, siendo El Carme el más perjudicado.

En 1.950 se realizó un Plan Parcial para el sector oeste del casco antiguo, se habían variado algunos aspectos del primitivo trazado cuyas líneas penetraban por la calle Bolsería, Sant Jaume, Dalt, Na Jordana y Salvador Giner hasta salir al Portal Nou y enlazar con el puente de San Josep.

El mercado de Mossén Sorell conservaría su estructura cerraba, como hoy lo conocemos, pero no así las paradas ambulantes que se situaban en la zona de la calle de Dalt.

Se había creado una ordenanza especial para el Barrio del Carme.

La altura de los nuevos edificios no podía sobre pasar los 25 metros y las ocho plantas, pero en el punto de principio y final de la avenida, se podían construir edificios con torres de 15 ó 16 plantas, como así se hizo en la plaza de Sant Agustí, incluso se llegó a diseñar un plan de expropiaciones para muchos de los edificios que se hallaban en la calle Salvador Giner, Horts, Llíria, plaza de Na Jordana y Guillem de Castro.

A principios de los años 60, la zona urbana tenía una superficie aproximada de 420.000 m2, con una población de 17.000 habitantes y albergaba un total de 235 modestos artesanos.

Fueron muy frecuentes los pequeños talleres o tiendas, ocupando las parcelas de forma muy variada, bien reservando la parte que da a la calle o en el interior.

Fueron muy frecuentes los pequeños talleres artesanales instalados junto a la entrada: relojerías, ópticas reparación del calzado o zurcidoras.

Todavía se veían pequeños comercios de acondicionamiento antiguo, en el interior mostrador de madera, en el exterior un reducido escaparate vertical junto a las puertas de madera con cristales.

Abundaban, también, las pequeñas plantas bajas dedicadas a vivienda, especialmente en las calles más retiradas del tráfico y, por lo tanto, del comercio que este atrae; su plano era similar a los locales con comercio, con ausencia del sótano, quedando libre la entrada usada como recibidor o comedor para la familia.

Los oficios más humildes tenían a predominar en estas calles interiores y, sobre todo, en la sección oeste (calles Beneficència, MIsericòrdia, Amoroses, Jardins, Morella, Corredors, etc.), aunque se extendía más o menos intensamente por todo el barrio.

Las principales calles-mercado serían: Roteros, Serrans, Dalt, Sant Tomás, Quart, Cavallers y las plazas de Mossén Sorell, Na Jordana y de Sant Jaume.

Morfología del Carmen

Urbanismo y morfología del barrio siglos XVII y XVIII

Principios del siglo XX y situación actual

La división morfológica del barrio presentaba diversos sectores de fisonomía homógenea.

Los palacios y casas señoriales se situaban en la sección comprendida entre el Portal de la Valldigna y las calles Salines y Cavallers que, al corresponder a un grupo económico y social superior, ofrecen mejores condiciones de edificación con un aspecto exterior más cuidado.

Continuaban desapareciendo los grandes huertos del barrio (el de las calles Tirador, En Cendra, los recayentes al muro desde la Beneficència hasta el Portal Nou y los que se hallaban en la Blanqueria a espaldas del convento del Carmen y el Museu Provincial).

A excepción de les Alberedes dels Serrans, el barrio no contaba con apenas zonas verdes.

Una mínima dotación se produjo con la incorporación de los jardincillos de Guillem de Castro, el jardín situado en la plaza del Carmen junto a la iglesia, con la escultura de Joan de Joanes y, el 16 de junio de 1.964, con la creación de los jardines de la calle del Pare d’Òrfens y su fuente de los Niños.

Tras el periodo democrático se produce una mayor concienciación en la protección de las zonas urbanas, especialmente las históricas.

Comienzan las reivindicaciones y persisten los problemas agónicos.

Un 40% de las viviendas se hallaban deshabitadas en el barrio.

L’Associació de Veïns del Carme impulsó un completo estudio para la conservación y reforma integral de El Carmen, que ratificó esa cifra.

El barrio sufría en esos momentos una grave emigración hacia otras zonas y sus habitantes se mostraban contrarios a que el centro histórico se convirtiera en una zona de viviendas lujosas o en un simple núcleo de diversión.

Ya por aquel entonces, el columnista Miguel Ángel Villena, entre otros, advertía de los peligros del proyecto del Metro, en cuyo trazado se podía eliminar alguna zona importante de interés histórico de El Carme.

En 1.988 el Plan de Ordenación Urbana de Valencia, establece como prioridad, la recuperación de la Ciutat Vella.

Debían asumirse en su totalidad las determinaciones de los Planes Especiales de Protección, pero fue un proyecto de intenciones, ya que el plan carecía de propuestas concretas para el casco histórico.

Se crearon las Juntas Municipales de los diferentes barrios de la ciudad con objeto de descentralizar los trámites administrativos de cada barriada.

En 1.989 se aprueba el decreto del Consell por el que se establecían ayudas económicas directas para la financiación de actuaciones protectoras en materia vivienda, una medida a la que se aferrarían los vecinos de El Carme en la rehabilitación, adquisición, uso y conservación de los edificios, pero pronto se alzaron voces en contra de este decreto, argumentando dificultades a la hora de solicitar las ayudas, costosos papeleos y lentitud en la tramitación.

El 9 de mayo de 1.991 se aprueba un Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Barri del Carme, que debía incidir en la regeneración de aquellas zonas más degradadas, comprendiendo actuaciones en las áreas de l’Arbre, Palomino-Viriato, Raga-Morella-Dalt, Pare d’Òrfens-Moret-Garcilaso y Blanqueries-Convent del Carme.

Morfología del Carmen

Urbanismo y morfología del barrio siglos XVII y XVIII

Principios del siglo XX y situación actual

El 29 de mayo de 1.992 se constituye como sociedad mixta València Antiga, una empresa atípica ya que su capital social era municipal y privado.

En su escritura de constitución decía estar creada para la revitalización del centro histórico.

La aparición de València Antiga fue resultado de los acuerdos entre la Generalitat Valenciana y el Ayuntament, suscribiendo el convenio para la intervención del Centro Histórico que, según se manifestaba, se firmaba por la urgencia de detener el deterioro producido durante décadas, esto referido principalmente a los barrios de Velluters y El Carme.

En el primer trimestre de 1.994, desde la Unión Europea, se produce el lanzamiento de una nueva iniciativa comunitaria destinada a las zonas urbanas; se conoció como Urban y se había propuesto para potenciar el desarrollo de distritos y barrios deteriorados.

Tales condiciones describían la situación de algunos barrios del Centro Histórico, fundamentalmente El Carme y Velluters.

Ante esta oportunidad de ayuda económica, la Consellería de Obras Públicas se decide a redactar un programa de intervenciones en el barrio, con los proyectos de crear equipamientos cuya rehabilitación o construcción fuera promovida por la Generalitat Valenciana.

En El Carme, por esas fechas, se había perdido un 57% de la población, más de 1.500 vecinos contados desde principios de los años 80.

También en 1.995 la Universidad Politécnica lleva a cabo un estudio con el objetivo de obtener un banco de datos informatizado sobre las diversas características cromáticas de la edificación de centro histórico, tarea que era importantísima para la restauración de las fachadas de los edificios.

Comenzaron por El Carme y se vio que los colores que en él predominaban eran los ocres y tierras procedentes de los óxidos, en una amplísima gama, variando su tono en función del deterioro producido por el paso del tiempo; se veían también colores más intensos como los anaranjados característicos del siglo XVIII.

Los que permanecían en tonos azul y verde correspondían al apartado ornamental y los más oscuros estaban presentes en las carpinterías de puertas, balcones y ventanas.

El informe concluyó diciendo que el estado general de la pintura de los edificios antiguos que componen el barrio es de absoluto deterioro, siendo en su mayor parte muy problemático cualquier intento de recuperación.

Las fachadas de las casas se hallaban como el barrio, estropeadas, envejecidas, con grietas y desconchados producidos por desprendimientos de las capas, incluyendo todo tipo de agresiones, como pintadas, escisiones en los muros.

Todo un aspecto de auténtica decadencia y abandono.

Morfología del Carmen

Urbanismo y morfología del barrio siglos XVII y XVIII

Principios del siglo XX y situación actual

El colectivo de Amics del Carme inicó un pegado de carteles por los solares del barrio exigiendo la construcción de viviendas, se recordaba a todos que desde el año 1.992, existían 70 solares, y no solo no se habían reducido, sino al contrario, se había ampliado su número.

En junio de ese año, auspiciado por la Associació de Veïns, tiene lugar la campaña con el lema de Habitatges ja, el barrio se ve empapelado de carteles y pintadas reivindicativas y de protesta, convocando marchas y exigencias políticas en contra de la desigualdad social y la marginación.

Algunas de las actuaciones urbanísticas estaban paralizadas o con las obras suspendidas.

En el 2.003 se celebra la Bienal de Valencia, proyecto cultural creado por la Consellería de Cultura de la Generalitat, bajo el lema La ciudad ideal, con la intención, según sus promotores, de hacer una urbe más solidaria y creativa.

El Carme se llenó de arte y bajo la rúbrica Solares, desde una fachada en ruinas, aparecían macetas con flores, esculturas provocativas e insólitas o tragaluces decorados.

Sus autores decían:

“[…] Construyamos ventanas de fragmentos de ventanas. Llenemos su marco de imágenes que aproximen las gentes del vecindario, y su día a día, a los transeúntes habituales.

Hay que mirar la suciedad interior y sacarla a los balcones.

Estos trabajos quieren cuestionarse el significado de bienestar y mejora, asociado al desarrollo urbanístico; bienestar unido al progreso y este entendido como crecimiento de la urbe. […]”.

El Ateneo Al Margen organizó una jornada bajo el lema Pintamos algo, por la libertad de expresión y como reivindicación de las calles del barrio como lugar donde expresar diferentes formas de pensar y vivir.

Todo se hacía frente a la política municipal de hacer desaparecer todos los murales que expresaban cuestiones políticas o sociales denunciando la precariedad laboral y, sobre todo, la especulación en el barrio.

Al pegado de carteles se le denominó El Mur de la Resistència, acción que también se realizó en 2.005.

Morfología del Carmen

Urbanismo y morfología del barrio siglos XVII y XVIII

Principios del siglo XX y situación actual

En enero de 2.006 la Consellería d’Infraestructures anuncia que en el último trimestre comenzaran las obras del Plan de Reforma Interior de la Muralla Islámica, que representa una regeneración urbanística de El Carme.

Comenzaron las obras de restauración integral del coqueto mercado de Mossén Sorell, un centro comercial vital para el barrio.

La accesibilidad a las nueva y viejas viviendas también representaba un problema para aquellos que no disponían de grandes medios económicos, el metro cuadrado en 2.006 llegaba a los 3.646 euros.

El Carme es por sí mismo un núcleo social modesto, impregnado por un antiguo carácter artesanal y laborioso por parte de sus moradores, entrañable y evocador, que ofrece al lugar una fisonomía peculiar.

El Carme es otra cosa, entre singular y popular.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía:

Existe mucha y muy variada bibliografía referente al Carmen, por tanto, tan solo mencionaremos algunos de ellos:

  • Guía urbana de Valencia. Marqués de Cruïlles.

  • Barrio del Carme de Valencia. Marí Ángeles Arazo

  • Autoritarismo monárquico y reacción municipal. Amparo Felipo Orts.

  • Insaculación y élites de poder en la ciudad de Valencia, Amparo Felipo Orts.

  • La población del barrio del Carmen. Manuela Balanzá

  • Manual del viajero y guía de los forasteros  en Valencia. Vicente Boix

  • Historias y anécdotas del Barrio del Carmen. Juan Luis Corbín

  • La Valencia musulmana. Vicente Coscollá

  • Avecindados en la ciudad de Valencia en la época medieval. María de los Desamparados Cabanes Pecourt

  • El Carme. Crónica social y urbana de un barrio histórico. Rafael Solaz Albert

  • El Carme de l’obrador al pub. Manuel Hernández i Martí Gil

  • Morfología del barrio de El Carme. Manuela Balanzá

  • El ornato urbano. La escultura pública en Valencia. Rafael Gil y Carmen Palacios

  • Valencia Centro Histórico. Trinidad Simó Terol

Fotografías

  • Archivo fotográfico de Abelardo Ortolá

  • Archivo fotográfico de Rafael Solaz Albert

  • Archivo fotográfico de Lázaro Bayarri

  • Archivo fotográfico de Periódico Levante

  • Archivo fotográfico de José Aleixandre

  • Archivo fotográfico de Marina Solaz

  • Archivo fotográfico de Morales San Martín

  • Archivo fotográfico de Toni Serrano

  • Archivo fotográfico de V. Andrés

  • Archivo fotográfico de Ludovisi y señora

Si te gustan nuestros artículos puedes suscribirte a los boletines semanales con las últimas noticias sobre la historia de Valencia