Cabanyal. Poble Nou del Mar. Nacimiento del Canyamelar

Cabanyal. Poble Nou del Mar. Nacimiento del Canyamelar

Poble Nou de la Mar 1.238-1.897

La autonomía municipal.

La consecución de la autonomía municipal estuvo ribeteada por decisiones políticas, en un tiempo especialmente confuso.

Estos son los actores del drama:

  1. Desde la sombra, pues aún contaba después de muerto, tenemos a Fernando VII, que había dejado una hija menor de edad, amparada por la ley sálica (Ley que impedía reinar a las mujeres y a sus descendientes.

  2. Mientras Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII y por lo tanto, tío de la próxima reina se había autoproclamado Carlos V y estaba organizando la Guerra Carlista, la guerra civil más larga entre los españoles desde 1.833 hasta 1.840.

  3. María Cristina, viuda de Fernando VII, era en esos momentos la reina regente y se debatía entre muchos frentes: su cuñado Carlos y los liberales.

  4. Liberales moderados, de talante más conservador con respecto a la conservación de sus privilegios.

  5. Liberales progresistas, más cercanos al pueblo y a las tesis constitucionales.

  6. El pueblo, que en conjunto parecía acercarse más a las tesis liberales progresistas.

La pequeña Isabel, de cinco años en esa época, no contaba para la toma de decisiones por el momento.

Si había una idea protagonista, que sobrevolara y marcara todos los movimientos de estos actores, era la Constitución.

La lucha por la Constitución en aquella época significaba la lucha por la Libertad.

Perder la lucha por la Constitución significaba sucumbir al absolutismo, significaba el triunfo de los privilegios de la aristocracia y la congelación de la soberanía del pueblo.

Los que teóricamente defendían el movimiento constitucional eran los liberales progresistas, que hacían todo lo posible por conseguir el apoyo del pueblo, pero tenían un doble frente de batalla, por un lado tenían que luchar contra los liberales moderados, que rozaban el absolutismo, y por otro, debían luchar contra un enemigo común, el carlismo.

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La guerra contra el carlismo no tenía ninguna perspectiva de victoria mientras los liberales no se pusieran de acuerdo entre ellos, aunque de momento, lo que hacen los liberales progresistas es aunar fuerzas, buscando aliados allá donde los haya.

Uno de los sitios donde los buscan es en el Cabanyal.

Vecinos de este deberán luchar para reforzar el liberalismo progresista y de paso, minar el carlismo.

Cuando la monarquía se vio en la necesidad de nombrar un gobierno de progresistas, los moderados se asustaron, este aumentó cuando los progresistas procedieron a nombrar nuevos ayuntamientos por sistemas democráticos, estos buscaron aliados en todos aquellos propietarios de fincas urbanas y comerciantes, a los que al mismo tiempo nombraba dirigentes de la Milicia Nacional y Regidores de los nuevos Ayuntamientos.

De esta forma se dio el caso que la Milicia Nacional terminó por convertirse en una especie de ejército privado de los ayuntamientos, cuyos dirigentes se distinguían por su militancia radical progresista.

Una vez reforzada esta alianza de los liberales progresistas con el pueblo, se gana otra batalla a los carlistas, esta vez por las armas, en julio de 1.836.

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Los progresistas obligan a María Cristina a jurar la Constitución de Cádiz de 1.812, que ella se había mostrado muy remisa a aceptar.

Es en este contexto cuando se constituye el nuevo Ayuntamiento del Cabanyal, dando origen al nacimiento de un pueblo con plena autonomía municipal.

El encargado de presidirlo es el capitán de la Milicia Nacional, Francisco Cubells, que en estos momentos regenta un horno en la calle del Rosario, enfrente de la senda del Cudolar que lleva hasta la huerta.

Francisco Cubells es el primer alcalde constitucional de Pueblo Nuevo del Mar, y ya desde antes de su nombramiento oficial en 1.837 ejercía el cargo de alcalde pedáneo.

Por esta época, Cubells, emitía informes sobre la conveniencia o no de edificar barracas u obtener “suplementos de títulos”.

Es el principio de la etapa autonómica municipal, la plena autonomía la conseguirá en los primeros días de 1.837.

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El contorno del pueblo.

Pueblo Nuevo del Mar es un pueblo pescador, así como Vilanova del Grau nacía alrededor del puerto y no se entiende sino en relación a él, Pueblo Nuevo del Mar tampoco se entiende sin su relación directa con la pesca.

En el momento de su independencia, Pueblo Nuevo del Mar, limita por el sur con Vilanova del Grau; por el este con el mar; por el oeste con el Partido de Santo Tomás y por el norte con la acequia de la Cadena, es decir, la actual Malva-rosa.

Ahora bien, Pueblo Nuevo del Mar, no es una realidad compacta, sino que a su vez está subdividido en dos grandes bloques.

El más cercano al Grau es el Canyamelar, que se extiende desde el Riuet hasta la acequia de Gas (actual avenida Mediterráneo)

El Cabanyal se extiende a continuación desde la acequia de Gas hasta la acequia de la Cadena.

Aunque esta descripción todavía se hace algo más compleja, porque el bloque del Cabanyal se escinde a su vez, y el tramo situado más al norte, entre la acequia de Pixavaques o de los Ángeles (calle Pintor Ferrándiz) y la Cadena, toma tradicionalmente otro nombre: el Cap de França.

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El nacimiento del moderno Canyamelar

Cuando se diseña en realidad el Canyamelar es en 1.839, fecha clave en la que convergen tres hechos fundamentales que van a configurar su nueva fisonomía.

En primer lugar, se trata, de la retirada del mar y el consiguiente crecimiento de la zona litoral.

En segundo lugar, el poblado ha adquirido su independencia  y el Ayuntamiento está con mucha ilusión de hacer cosas en beneficio de los vecinos.

Y en tercer lugar, estamos en plena desamortización, fase en la que se advierte con claridad la importancia de los terrenos edificables y se intenta delimitar al máximo a quien pertenece cada palmo de terreno.

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Todos estos elementos unidos dan lugar a la elaboración de un ambicioso plan urbanístico para la zona, aunque en los siguientes 20 años sufrirá muchas modificaciones, motivadas principalmente, por la influencia de la llegada del tren al Grau, y el consiguiente aumento de la demanda turística.

La primera calle que nace con pretensiones, con todos los elementos propios de un urbanismo moderno, e la calle de la Reina, y más concretamente, el tramo que se extiende entre las acequias del Riuet y de Gas, es decir, Francisco Cubells y avenida Mediterráneo.

Las manzanas no son todas igual de largas, sino que entre travesía y travesía, las distancias son desiguales y, por tanto, el número de viviendas es variable.

Con calles estrechas por las que circulan carros, a veces con peligro para los transeúntes.

Para cada vivienda se adjudica un solar de 32 palmos de ancho y 90 de fondo (En España el palmo se estandarizó en 20,873 centímetros).

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El criterio que comúnmente se seguía para adjudicar esa clase de viviendas construidas por iniciativa del Estado (la Bailía) era que la preferencia correspondía a los habitantes del Canyamelar, siempre que cumpliesen la condición de pagar los 10 sueldos anuales y, en caso de posterior venta, ceder al Real Patrimonio el 10% del coste.

Si por alguna circunstancia los vecinos del Canyamelar no cubrían la demanda de viviendas, que en esta caso eran de 124, quedaban libres para adjudicarlas a gente de fuera.

La decoración de las fachadas, altura de puertas, ventanas y pisos, debían ser idénticas.

Los números de las casas se habían de poner sobre la puerta en azulejos de cuatro pulgadas en cuadrado, los impares a la derecha, entrando por el Riuet y los pares a la izquierda, “y el edificio por todas sus caras se ha de pintar en blanco”.

Pero pasan catorce años y en muchos solares, que se han ido revendiendo, no se ha emprendido ninguna obra.

El Real Patrimonio y el Bayle General urgen al Bayle local para que regularice la situación.

Entre todos elaboran un informe sobre el estado de las obras, al mismo tiempo que advierten a los interesados que el chalet se les va a decomisar sino edifican.

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La supuesta casa de la Reina

Una casa de esta época es la de la calle de la Reina 85, que algunos, con evidente imprecisión, han llamado la casa de Isabel II.

Cuenta la tradición oral que Bernabé Dombón ideó un aparato para volar, que construyó en su taller, recubierto de metales en forma de plumas, con un sillón de terciopelo en su interior para que pudiera usarlo la reina a quien pensaba invitar en el vuelo.

Aquí acaba la relación de la reina con este edificio.

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Elecciones

De enero de 1.839 a enero de 1.840 en Pueblo Nuevo del Mar hay nada menos que cinco elecciones a la alcaldía.

El alcalde era elegido por medio de una elección indirecta.

El común de los ciudadanos elegía a nueve electores y esos nueve elegían al alcalde y los demás cargos, o se los repartían entre sí.

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Primer esbozo de Paseo Marítimo o “Glorieta”

El 24 de febrero de 1.854, el alcalde, el secretario y los mayores contribuyentes de Pueblo Nuevo del Mar, dirigen una instancia al Bayle General del Real Patrimonio de la Corona, solicitando que se les concedan unos solares, en cuyo espacio construir un Paseo o Glorieta de recreo.

Se trataba de las manzanas que hay en la acera de los impares de la calle de la Reina, entre las actuales calles Arcipreste Vicent Gallart y Justo Vilar.

El Paseo hubiera sido, por tanto, una plaza rectangular entre las calles Reina y Barraca.

Pero el Bayle local, contesta diciendo que si es cierto que se decomisaron los solares, ahora ya habían sido nuevamente adjudicados.

En el mes de diciembre de 1.854 se formalizan siete escrituras más, de modo, que el proyecto de paseo queda aparcado.

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Una plaza para el mercado

El abandono del paseo no fue la única frustración.

Una vez desechado el proyecto del paseo, el Ayuntamiento concibe en 1.855 la idea de construir un mercado, en un lugar teóricamente reservado a la manzana 11a  (entre las calles Reina, Barraca, Teatro y Justo Vilar).

Hasta entonces el mercado puede decirse que era “ambulante”.

En 1.833 se iban señalando puestos de venta, uno para cada partida: los vecinos del Canyamelar podían ir a las “atarazanas viejas”; los del Cabanyal podían comprar en “la calle ancha de San Andrés”; y los de Cap de França, podían acudir a “la plaza del puente de los Ángeles”.

Para este proyecto, el Ayuntamiento cuenta con un aliado de importancia: la Diputación Provincial, autorizar un mercado reportaría grandes beneficios a las arcas.

Hasta ese momento, los vecinos del Canyamelar, sobre todo la numerosa colonia veraniega, tiene que acudir “para el surtido diario, o bien al Grao o bien al centro del Cabanyal”, y la Diputación establece el 20 de junio de 1.855 (cuando aparecían los primeros síntomas de una epidemia de cólera, semejante a la del año anterior), demasiada desgracia para un Ayuntamiento incipiente y muy escaso de recursos; el 31 de julio de 1.855, la Diputación anuncia la renuncia del Ayuntamiento al mercado.

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Cap de França

De esta barriada (Cap de França), dice Martínez Aloy, al estar al norte, en dirección a Francia, se vino a afianzar la costumbre de identificar a esa zona como la que estaba hacia Francia, sin embargo, un práctico del puerto opina, en cambio, que el nombre se debe a un pequeño accidente geográfico o “cabo” muy poco relevante formado a la altura de la acequia de la Cadena, el caso es que, esta denominación de Cap de França se encuentra ya documentada al menos desde 1.806, aunque la zona fue la última en edificarse, pues el asentamiento de la población avanzaba muy lentamente desde el Grau hasta la Malva-rosa.

Poor coincidir los inicios de su urbanización con el establecimiento del jardín “Malvarrosa” de Félix Robillard, a esta zona extrema del Cabanyal mucha gente también la llamaba Malva-rosa, pero queda claro por el Catastro y por innumerables detalles que Cap de França, es parte del Cabanyal.

La zona la señalan como un núcleo casi completamente deshabitado, algo alejado de la población, solo se comenzó a urbanizarlo a mediados del siglo XIX.

La gente se iba desplazando hacia allí, sobre todo, porque la falta de control urbanístico, permitía a los pescadores levantar una pequeña choza sin tener que dar cuenta a nadie.

La primera noticia de urbanización de esta zona extremal nos la proporciona el Bayle que detalla algunos datos sobre las barracas que se estaban construyendo en las calle del Cap de França.

El nombre de estas calles que se extendían únicamente desde la acequia de Pixavaques a la Cadena eran: Alamenda (Reina), Buenaguía (Barraca), San Nicolás (Padre Luis Navarro), Reina Amalia (Progreso), Soledad (José Benlliure), Sol (Escalante), San Ramón (callejón intermedio), San Roque (Arzobispo Company) y Pilar (Tramoyeres).

No es descabellado decir que a medida que aumenta la población más modesta, más ajustada en cuanto a recursos económicos, las viviendas de esta zona eran todas ellas barracas.

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La acequia de Gas

Las acequias continúan siendo pequeñas fronteras naturales.

Eran una dificultad simplemente el cruzarlas, pues hasta muy avanzado el siglo XVIII no comenzaron a construir puentes.

La acequia más famosa es la de Gas, que divide el Cabanyal del Canyamelar.

Es uno de los últimos ramales de la acequia de Mestalla y hoy constituye el alcantarillado de la avenida del Mediterráneo.

Esta acequia tenía su propio caudal, tanto en la actual plaza del Mercado del Cabanyal, como en la avenida del Mediterráneo, había fuentes abundantes y con agua de muy buena calidad.

En el siglo XIX esta acequia tuvo gran importancia, edificándose viviendas de alta ostentación.

Tradicionalmente se le ha venido dando el nombre de acequia de Gas, pero una cierta corriente de opinión, se negaba admitir esa denominación, pues cuando se fundó la fábrica del gas, ya hacía más de un siglo que la acequia recibía ese nombre.

Se concluía, por tanto, que el nombre era una degeneración verbal o una simplificación de “Gasch”, apellido proveniente de los gascones.

Lo cierto es que en investigaciones no se ha encontrado nunca el nombre d’En Gasch.

En las actas y en el conjunto de toda la documentación del Ayuntamiento de Pueblo Nuevo del Mar siempre se habla de Gas, con o sin tilde.

Blasco Ibáñez la describe así en su novela Flor de Mayo:

[…] “La tripulación (de las barcas del bou), cansada del líquido recalentado de los toneles (estaba) deseosa del agua fresca de la Font de Gas[…]”.

Una confirmación más sólida en un documento de Ximo Díez, según el cual, los Gas eran una familia que habitaba en una lujosa alquería junto a la acequia.

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La trama urbana

Como ya hemos visto, el Pueblo Nuevo del Mar está constituido por tres bloques diferenciados, pero había un elemento que marcaba claramente las diferencias: el nombre de las calles.

En la actualidad, las largas calles del Cabanyal conservan el mismo nombre de principio a fin, llegan desde el puerto hasta la Malva-rosa sin cambiar la denominación, así, las calles Dr Lluch, Reina, Barraca, etc.

Pero cuando existían tres barriadas o partidas, las calles adquirían distinto nombre en cada uno de sus tramos.

La calle de la Reina en el tramo del Canyamelar se llamaba alternativamente, calle de la Libertad en períodos republicanos o Reina en períodos monárquicos; San Rafael en el Cabanyal y Alameda en el Cap de França; la actual calla de la Barracase llamaba San Antonio y también Capdepon, durante unos años, en el tramo del Canyamelar, Buenavista en el Cabanyal y Buenaguía en el Cap de França; la calle Padre Luis Navarro se llamó durante la independencia San Fernando o Fernando VII (según las vicisitudes políticas) en el Canyamelar; Balsas en el Cabanyal y San Nicolás en el Cap de França.

Los tres tramos de la calle Progreso era, respectivamente, Carmen, Nueva y Reina Amalia.

La actual calle José Benlliure recibía estos tres nombres: Ángel (que coexistía con la cercana de Virgen de los Ángeles); San Telmo o Mayor y Soledad.

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La calle Escalante, según la barriada por la que discurriera, se llamaba de San José, San Andrés (también Chapa durante una época) y del Sol.

La que ahora es Arzobispo Company se llamaba San Ramón; la calle Tramoyeres era la calle de San Roque y el final de la calle Pedro Maza era la calle Pilar.

Otras tres calles de aquella época no han cambiado de nombre: Rosario, Virgen de los Ángeles y San Pedro, por ser entonces y ahora exclusivas de su barriada.

Aunque no haya sido una denominación muy arraigada, es necesario señalar, que prácticamente todo el bloque más antiguo del Canyamelar, desde la calle Padre Luis Navarro (San Fernando o Fernando VII) hacia dentro, hasta la del Rosario, recibió, durante mucho años y desde antes de la Guerra de la Independencia, el nombre de barrio de San Roque (incluso en alguna época el de San Antonio) o en boca de algunos, el del Bassot, por una laguna que se formaba en época de lluvias.

Las calles transversales, en cambio, durante la Independencia, tenían unos nombres más populares y menos oficiales, hasta que al alcalde se le ocurrió darles un nombre más serio en 1.891, pues el anterior lo consideraba “impropio o chabacano”.

Todas las perpendiculares eran conocidas como travesías, indicando con ello su función complementaria.

Las principales como la calle de la Marina en el Cap de França (anteriormente conocida como del Pilar); la calle de la Industria, anteriormente del Aceitero, y que venía a ser lo que ahora es la calle Espadán); Progreso (antes de las Almas, y que venía a ser Carlos Ros e Historiador Coloma); Barco (antes Billar y ahora Cura Planelles); Pescadores (antes de la Fam); del Mar (ahora Justo Vilar y anteriormente del Palasiet, por el que presumiblemente tenía allí la Infanta Isabel); Calabuig (ahora Mariano Cuber y antes Travesía del Puerto); Mercado (ahora Amparo Guillén); Algirós (hoy calle de las Columbretes en su último tramo); Borrasca (ahora es Arcipreste Vicente Gallart, y en la que había un horno y una pequeña entrada llamada del Cuch); la del Cementerio Viejo y la de la Alegría, alrededor de la iglesia del Rosario; la del Bassot (hoy Abadía del Rosario); la Senda de les Vaques (ahora desaparecida, pero que estaba detrás de la parroquia); más otras dos de la que aún subsisten algunos tramos: sendas de Albors y de Algirós.

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Sin localizar estaba también la travesía de la Fuente del Amo.

Como travesías madres nos encontrábamos con las tres surcadas por las acequias: Pixavaques, Gas y Riuet.

Aunque la línea de calles ya estaba dibujada, la urbanización era muy deficiente.

Una de las primeras preocupaciones del nuevo Ayuntamiento, fue la de nivelar las aceras, pero 50 años más tarde, Blasco Ibáñez las describe y dice de ellas en su novela Flor de Mayo que “aparecían tan rectas y regulares como desiguales eran los edificios. Las aceras de ladrillos rojos escalonaban a capricho, según la altura de las puertas”.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía:

Existe mucha y muy variada bibliografía referente al Cabanyal, por tanto, tan solo mencionaremos algunos de ellos:

  • Guía urbana de Valencia. Marqués de Cruïlles.

  • Orígenes del Reino de Valencia. Antonio Ubieto.

  • Autoritarismo monárquico y reacción municipal. Amparo Felipo Orts.

  • Insaculación y élites de poder en la ciudad de Valencia, Amparo Felipo Orts.

  • Antonio Sanchis Pallares. Historia del Cabanyal. Poble Nou de la Mar 1.238-1.897

  • Antonio Sanchis Pallares. Historia del Grau

  • Isidro Planes. Sucessos fatales desta ciudad, y Reyno de Valencia o Puntual Diario de lo sucedido en los Años de 1.705, 1.706 y 1.707

  • Antonio Sáñez Reguart . Diccionario histórico de los artes de la pesca nacional (1.791-1.795)

  • Antonio Domínguez Ortiz. Carlos III y la España de la Ilustración

  • Ferrocarriles de España

Fotografías

 

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