Un poco de Historia

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El Monasterio de San Miguel de los Reyes

Una de las principales referencias arquitectónicas de nuestra ciudad es el Monasterio de San Miguel de los Reyes.

Proyectado por Alonso de Covarrubias (Torrijos, Toledo, 1.488 – Toledo, 1.570), arquitecto y escultor toledano del Alto Renacimiento español, que recoge en su diseño y fábrica un inicial planteamiento renacentista, si bien no renuncia, a través de su prolongado proceso de construcción, a la introducción de elementos barrocos.

La historia de este monasterio se haya estrechamente ligada a la presencia de los Jerónimos en nuestra tierra y por supuesto a la figura de Germana de Foix, tercera esposa del Duque de Calabria.

La Orden de San Jerónimo es una orden religiosa católica de clausura monástica y de orientación puramente contemplativa que surgió en el siglo XIV; siguiendo el espíritu de San Jerónimo, un grupo de ermitaños castellanos encabezados por Pedro Fernández Pecha y Fernando Yáñez Figueroa resolvieron sujetarse a vida cenobítica y la orden, sujeta a la regla de san Agustín, fue aprobada en el año 1.373 por el papa Gregorio XI que residía en Aviñón (Francia) en ese momento.

Se trata de una orden religiosa exclusivamente hispánica, puesto que solo se implantó en España y Portugal, y estuvo muy vinculada a las monarquías reinantes en ambos países.

La Orden de San Jerónimo prescribe una vida religiosa de soledad y de silencio, en asidua oración y fortaleza en la penitencia, y trata de llevar a sus monjes y monjas a la unión mística con Dios, consideran que cuanto más intensa sea esta unión, por su propia donación en la vida monástica, mucho más espléndida se convierte la vida de la Iglesia y con más fuerza su fecundo apostolado.

La vida del religioso jerónimo se rige por el equilibrio entre oración y trabajo.

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El Monasterio de San Miguel de los Reyes

En todo estudio acerca de la conquista cristiana de las tierras valencianas se le ha de conceder todo el valor que encierra la colaboración de las órdenes militares: los monjes del Hospital y el Temple, Calatrava, San Jaime y San Jorge, estos mantuvieron, desde un principio, su doble función, como guerreros-religiosos, en su empresa repobladora, otorgando cartas de población, concediendo tierras, vigilando la frontera y acudiendo a mantener un nuevo orden de vida.

Al propio tiempo, el obispo es una institución básica para comprender la original configuración del Reino y, es necesario recordar, que cuando Jaime I firma la capitulación de Valencia, nada menos que nueve prelados dejan la espada para empuñar la pluma, en la firma del documento de rendición.

Aquellas órdenes militares significan para el Reino un ejército en permanente vigilancia que, desde sus castillos, promocionan la llegada de nuevas familias cristianas, atienden la continuada repoblación, labran las tierras, atiende las granjas, levantan iglesias y sirven de ejemplo moral a los llegados, concurriendo en el monje la virtud del religioso y el heroísmo del guerrero.

A su lado iba a desarrollarse la vida de otros religiosos (cistercienses y mendicantes, cartujos y jerónimos), cuya misión será más oscura y sencilla, en el coro y en el claustro: sus miembros se ocuparan de atender al enfermo, consolar el menesteroso, rescatar al cautivo, amparar al pobre y, con todo ello, dignificando el ambiente en el que desarrollan su misión.

Desde el mismo momento de la conquista de Valencia, tanto los monarcas, como los obispos y nobles, fueron estableciendo monasterios, iglesias y parroquias, en el ámbito de todas las tierras adquiridas, gozando los primeros de un tipo patrimonial distintos de las otras dos instituciones, por cuanto disfrutan de mayor libertad dentro de la Iglesia.

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El Monasterio de San Miguel de los Reyes

En todo c aso, deberán su fundación a un deseo piadoso de cumplir un compromiso o una devoción, demandando, quien establece tan solamente, la obligación del monje de rezar por las intenciones  o la salvación de su fundador quien, al propio tiempo, cuidará de su entretenimiento y mejora, permitiendo y contribuyendo directamente a nuevas adquisiciones de tierras, bienes o derechos, haciendo donaciones o legados testamentarios, en beneficio de sus almas.

En la segunda mitad del siglo XII el Cister inicia sus fundaciones en Valencia, relacionadas con sus casas del Mediodía francés, siguiendo la costumbre de mandar un abad y 12 monjes al nuevo monasterio, con lo que se establecía una directa relación entre este y la vieja abadía-madre, que debía contar, al menos, con 60 monjes.

Primeramente el Cister no procedía a realizar nuevas fundaciones, sino que más bien, recibía monasterios con vida propia; para emprender un nueva fundación exigía determinadas condiciones: la propiedad de la tierra con que se contaba, libertad frente al prelado, posibilidades de plausible subsistencia, así como, poder el monje realizar sus obligaciones monásticas de recogimiento y trabajo manual, contando con hornos, molinos, granjas, etc.

Inspirados en el sentido de pobreza, los cistercienses van a promover el desarrollo comercial, agrario e industrial, compatible con profundos ideales ascéticos y espirituales de despojo y desnudez.

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Fuentes consultadas:

Bibliografía

Existe muchísima y muy variada bibliografía referente al Monasterio de San Miguel de los Reyes, por las limitaciones de espacio, tan solo mencionaremos algunos de ellos:

  • Guía urbana de Valencia antigua y moderna. Marqués de Cruïlles.

  • Diccionario de la Historia Eclesiástica de España. Quintín Aldea Vaquero.

  • Los monasterios aragoneses, Elena Barlés Báguena.

  • Catálogo Monumental de la Provincia de Valencia. Felipe Garin y Ortiz de Taranco.

  • Los monasterios valencianos: Su economía en el siglo XV. Amparo Cabanes Pecourt.

  • Los monjes españoles en la Edad Media. fray Justo Pérez de Urbiel y Santiago.

  • Monasterios valencianos: su historia y arte. Carlos Sarthou Carreres.

  • La Orden del Cister en tierras valencianas. Bernardo Bono y Barber.

  • El Monasterio de Valldigna y sus abades. José Toledo Guirau.

  • Historia del Real Monasterio de Poblet. Jaime Finestres y de Monsalvo

  • Historia de la Orden de San Jerónimo. José de Siguenza

  • Las cartujas valencianas y la desamortización de Mendizábal. Francisco Roca Traver.

  • El Monasterio de San Miguel de los Reyes. Francisco Roca Traver

  • Apuntes históricos sobre los Fueros del antiguo Reino de Valencia. Vicente Boix. 1.854.

  • Arquitectura religiosa del siglo XVII en la ciudad de Valencia. Fernando Pingarrón.

  • Décadas de la Historia de la insigne y coronada Ciudad y Reyno de Valencia. Gaspar Escolano.

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