Malvarrosa Nacida del agua Tres alquerías
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Tres alquerías de la huerta
La alquería de Montañana
Un médico cirujano de Onteniente, Ignacio Sanz Comenge, casado con María Gabilondo Morey, su tía le había legado una bonita alquería, el terreno coincidía con la ubicación de la antigua DEMASA en el camino de la Patacona, frente a la tapia de la Papelera.
Eso fue en 1.884.
Mientras don Ignacio se dedica a su profesión, su esposa es la que prácticamente lleva los negocios de las tierras, por esta razón, su alquería era conocida como la de la “Senyoreta” o de la “Gabilonda”.
En el año 1.899 decide vender buena parte de la tierra a siete jornaleros que la estaban cultivando: los Montañana.
La alquería se la reserva María Gabilondo, y les pone una condición: que no amontonen estiércol a menos de 20 metros de su casa.
Un primo de los jornaleros a quien vendió parte de las tierras era Francisco Dolz Montañana, personaje central de esta zona.
Se trata del primer “Polleres”, nacido hacia 1.855 y casado con Vicenta Giner Navarro, de la alquería de los “Cofa”, enclavada en las cercanías.
El apodo de “Polleres” se lo pusieron un día que estaba garbillando (Limpiar el grano de tierra, polvo u otras impurezas con el garbillo. cribar) chufas con algunos juncos, y era la primera vez que lo hacía, el gracioso de turno le preguntó al pasar si estaba amarrando las chufas o haciendo “polleres” (cestas de mimbre para limpiar sepias que tantas veces pintó Sorolla).
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La alquería dels Misteris
Antecedentes
Esta alquería estaba situada más al oeste, en el camino de Farinós, de la partida de Calvet, y ha tenido varios nombres: alquería del Rosario, alquería de Santa Ana, de los Tatay, o simplemente, el solar del desguace, porque era un buen lugar para que los ladronzuelos desguazaran motos robadas.
En la actualidad está habitada por un descendiente de los Robillard.
El máximo esplendor de la alquería la alcanzó con los Tatay.
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La alquería dels Misteris
Los Tatay
Esta alquería la construyó el fabricante de harinas Vicente Tatay Mandigorra, nacido hacia 1.843, este tenía una fábrica de harinas en Mislata, en un edificio que todavía mantiene su estructura, aunque no la misma función, sobre sus paredes todavía puede apreciarse algún rótulo que indica el destino posterior al del molino harinero: fábrica de papel de fumar PAYÁ.
Se sabe que en 1.880 Tatay era el primer concejal del Ayuntamiento de Valencia (el mismo año en que era síndico Cristóbal Pascual y Genís).
Su muerte sobrevino el 15 de octubre de 1.915.
A finales de siglo compró la parcela, en la que había una pequeña vivienda e inició la construcción de su alquería.
Por su belleza, los vecinos de los alrededores y cuantos la han conocido, lamentan su desaparición.
El jardín era una obra de arte, convirtiéndose en un privilegio de la naturaleza.
Los dueños de la casa tenían una gran amistad con el padre Luis Fullana, este tenía una habitación reservada en ella, donde se retiraba este último con frecuencia para escribir buena parte de sus obras gramaticales.
Una vez fallecido el patriarca y casados los hijos la zona fue degradándose y durante la guerra civil cayó una bomba en un lateral, a partir de ahí se fue acentuado su decadencia.
Posteriormente se vendió a la Asociación de Antiguos Alumnos de La Salle y luego fue adquirida por los biznietos de Robillard.
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Tres alquerías de la huerta
La alquería del Coche
Estaba situada en medio dela huerta.
Durante los últimos años las puertas y ventanas, cerradas, estaban cruzadas por estacas de seguridad para impedir que nadie penetrara en su interior.
Sus paredes desconchadas, dejaban percibir el sistema de construcción empleado a mediados del siglo XIX: mucho mortero y, un ladrillo de vez en cuando.
A pasear de su deterioro, las viejas piedras y los desmochados árboles del jardín de la alquería nos evocan con facilidad la época en que cumplía un papel destacado en la vida de la huerta.
En 1.986 fue demolida la alquería, eliminando así otro de los eslabones que nos unían con nuestro pasado más íntimo y cercano.
De los alrededores de la alquería existe documentación del siglo XVIII.
Su historia general es un calco de la pequeña historia de las pequeñas parcelas de terreno contiguas.
Hasta la desamortización, estaba en manos de la iglesia de Santa Catalina, que la tenía arrendada a dos labradores, padre e hijo y vecinos del camino de Vera.
Con la desamortización, la vida de la huerta entra en otra fase, la burguesía invierte en tierras.
Aquí entra en liza un significativo personaje de adscripción liberal: Juan Andújar Landete, que llegó a ser Gobernador en 1.872, en los tiempos inmediatamente posteriores al destronamiento de Isabel II.
Hasta 1.879, Juan Andújar, no compra la alquería del Coche.
Sus mejores momentos los vivió su hijo Juan Andújar Senis, amigo de Blasco Ibáñez y ha pasado de padres a hijos la tradición que Blasco Ibáñez acudía por la alquería del Coche durante las temporadas electorales, desde allí hablaba a los labradores.
Cuando estaba solo, Blasco Ibáñez, aprovechaba para escribir en una mesa de piedra que había en el jardín, que todavía podía verse en 1.984, ya sin tablero, la descarnada columna que acompañaba a las viejas moreras.
Por la desidia de unos y el maltrato de otros, la alquería del Coche, ha perdido su batalla contra el futuro.
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El aeródromo de la Malvarrosa
Los balbuceos de la aviación
La Malvarrosa se había ido configurando como una zona de expansión residencial.
La burguesía ya había situado sus enclaves por la calle de la Reina, pero lo cierto es que se sintieron frustrados al ir contemplando como crecía la playa y sus chalets se alejaban insensiblemente del mar, y que eran los pescadores quienes copaban ahora el emplazamiento que ellos habían soñado, entre los chalets y el mar, rellenándolo con sus casetas, sus casas de bous, sus teñidores de redes, sus lonjas y sus pertrechos de pesca, de modo que se fueron más al norte buscando nuevos espacios.
La Malvarrosa se convirtió así en el campo de pruebas para el desarrollo de una nueva ciencia: la navegación aérea.
Los medios de comunicación ensalzaban los avances que hacían varios ingenieros valencianos pioneros, entre ellos Enrique Sanchis Tarazona.
Otro pionero fue Olivert, que con un avión de cuatro tiempos realizó una prueba a la que se puede calificar como primer vuelo de la aviación valenciana.
Cerca del cuartel de Paterna, y a 60 kilómetros por hora el aparato había recorrido, sin tocar tierra, veinte o treinta metros.
Esto ocurría el primer domingo de septiembre de 1.909.
La primera exhibición pública homologada que tuvo lugar en la Malvarrosa, estuvo a cargo del aviador francés Julien Mamet el 23 de mayo de 1.910, con una duración de aproximadamente 9 minutos.
Este primer monoplano con el que se estrena la aeronáutica en Valencia, se conserva todavía como una joya en el Museo del Aire, en Cuatro Vientos (Madrid) junto al autogiro de La Cierva.
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El aeródromo de la Malvarrosa
Raid “aviatorio” de Malvarrosa a Alicante
Este raid, carrera o festival será organizado en el contexto de la Feria de Julio, el último domingo de este mes de 1.911.
El 15 de julio de este año ya se cuenta con dos inscripciones seguras y dos probables para esta carrera, y se ha hablado con el Gobernador, con las Diputaciones y los alcaldes de todos los pueblos sobre el recorrido para que acondicionen este y en caso de accidente puedan atender, tanto a los aviadores, como a las presumibles víctimas.
El día 29 de julio, desde las cuatro de la madrugada comenzó a llegar gente.
La entrada más cara costaba 5 pesetas y las sillas que habían instalado en las obras del Sanatorio (indefinidamente paralizado) costaban 2 pesetas.
Las tribunas estaban instaladas por la parte de los chalets, y la cabecera de la pista estaba situada a la altura del chalet de Blasco Ibáñez y el final hacía las obras del Sanatorio Marítimo.
De toda la lista de participantes, tan solo quedaron en liza cuatro, pero al final solo que prosiguió su vuelo sin incidentes, aterrizando finalmente en Alicante tras una hora y 50 minutos de vuelo.
Al día siguiente, regresó a la Malvarrosa, empleando casi el mismo tiempo: 1 hora y 54 minutos.
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El aeródromo de la Malvarrosa
El primer aeródromo
A partir de entonces y hasta la inauguración en 1.932 del aeródromo de Manises, la playa de la Malvarrosa fue un auténtico campo de aviación para Valencia.
La playa podía ser el escenario de toda clase de maniobras aéreas y la compañía francesa “Le Tecuere” la usaba normalmente como pista de aterrizaje, igual que servía de pista de aterrizaje para los primeros aviones-correo con África.
La aviación iba a evolucionar muy pronto y previendo su desarrollo, se buscaban otros terrenos en Pinedo y Manises.
El 1.927 se aprueba definitivamente la construcción de un nuevo aeropuerto en Manises.
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El aeródromo de la Malvarrosa
Alarcón y los aristócratas
El que realmente dio vida al aeródromo de la Malvarrosa fue Alfonso Alarcón Artal, con su biplano de segunda mano “Havilland Moth”, al que bautizó como “Avión de Valencia”.
En la Malvarrosa construyó una caseta-hangar, desde la que emprendía con su mecánico Fermín Llopis, vuelos de propaganda, festivales aeronáuticos y viajes como aero-taxi a Castellón, así como vuelos alrededor de la ciudad al precio de 25 pesetas y si el tripulante no tenía miedo, a Alarcón le gustaba dar pasadas rasantes por los viveros los días de fiesta.
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El aeródromo de la Malvarrosa
El héroe del Plus Ultra en la playa
En medio de una efervescencia política en 1.932, la Alianza de Izquierdas promovió un gran mitin a escala nacional, que debía celebrarse en Valencia.
Entre los políticos que venían desde Madrid están Ramón Franco (hermano más joven del general Francisco Franco, pasó a la historia por la hazaña del vuelo del Plus Ultra, hecho que le convirtió en un héroe de su época) y el capitán Salvador Sediles (expulsado del cuerpo de aviación por expresar sus ideas republicanas).
Ramón Franco venía precedido y rodeado de una gloriosa aureola: Había cubierto la travesía Europa-América (Palos de Moguer y Buenos Aires) en el mítico vuelo del Plus Ultra.
En compañía del capitán Salvador Sediles aterrizó en la Malvarrosa una mañana del 24 de abril de 1.932, el día del mitin.
El día de San José de 1.932 aterriza oficialmente el primer aparato en Manises: el “Avión Valencia” pilotado por Alarcón, el mismo biplano que desde hacía cinco años antes hacía piruetas por la Malvarrosa.
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El aeródromo de la Malvarrosa
Ximo, corredor de fondo
Como testigo excepcional de todo este movimiento aviatorio, tenemos a Joaquín Calatayud Lorente.
En la avenida instaló su primer bar del barrio donde pasaban las horas los vecinos y los labradores y con el tiempo llegaría a convertirse en el economato de la Papelera.
En 1.930, su madre y él, deciden instalar un bar restaurante en la misma playa, desde donde entra en contacto con Alarcón, convirtiéndose en su hombre de confianza y en un colaborador todo terreno.
Quizá todo estos fueran motivos suficientes para que Ximo Calatayud ocupara una parte de la historia, pero hay otro: Ximo fue el primer redactor de una historia manuscrita de la Malvarrosa, que dibuja con precisión el ambiente de las barriadas en los tiempos inmediatamente anteriores y posteriores a la guerra civil.
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El Polit
Francisco García Mora (1.895-1.952) era un comerciante en vinos que tenía que trabajarse la peseta palmo a palmo.
Sin camiones cuba tenía que cargar los pellejos de su propio vino en un carro, y hacerse cientos de veces el camino desde Cheste y la zona de La Reva a la Malvarrosa.
Si era necesario, y los almacenes y las bodegas ya estaban bien abastecidas de vino, se empleaba con su carro en cualquier cosa.
Entre sus muchas relaciones y clientes, contaba con Vicente Sánchez Navarro, a quien llamaban “el Polit”, por su buen tipo y su saber estar.
Este primigenio Polit tenía un restaurante de gran prestigio, pero cuando el genuino Polit murió, su viuda se quedó con tres hijas y un niño y no se mostró muy decidida a continuar con el negocio, de modo, que habla con Francisco García “el Palomo de Cheste”, que todavía no había cumplido treinta años y le traspasan la casa de comidas, así que se instala en la antigua casa Polit (en lo que era la antigua estación de la Cadena, ahora avenida de los Naranjos, junto a la calle Oset, y que entonces se llamaba senda Capelleta).
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Francisco García arrastrado por la oleada urbanística de 1.923 comprueba que hay un terreno muy aprovechable cerca de su casa, al otro lado de la vía, lo que era entonces el camino de la Malvarrosa y muy cerca podía encontrar a todos los directivos y obreros de la fábrica de carbón, además, el antiguo Polit resultaba pequeño y algo oculto.
Fuentes consultadas:
-
Archivos autores
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Archivo del Reino de Valencia
-
Archivo Histórico Municipal
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Biblioteca valenciana
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Biblioteca valenciana digital
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Biblioteca Histórica de la Universidad de Valencia
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Real Academia de la Historia
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Archivo de la Diputación provincial de Valencia
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Hemeroteca valenciana
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Wikipedia
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Jdiezarnal
-
Arquitectos de Valencia
-
Arquitectos italianos en España
Bibliografía:
Existe mucha y muy variada bibliografía referente a la Malvarrosa, por tanto, tan solo mencionaremos algunos de ellos:
-
Guía urbana de Valencia. Marqués de Cruïlles.
-
Orígenes del Reino de Valencia. Antonio Ubieto.
-
Autoritarismo monárquico y reacción municipal. Amparo Felipo Orts.
-
Insaculación y élites de poder en la ciudad de Valencia, Amparo Felipo Orts.
-
Antonio Sanchis Pallares. Historia del Cabanyal. Poble Nou de la Mar 1.238-1.897
-
Antonio Sanchis Pallares. Historia del Grau
-
Antonio Sanchis Pallarés. Historia de la Malvarrosa.
-
Isidro Planes. Sucessos fatales desta ciudad, y Reyno de Valencia o Puntual Diario de lo sucedido en los Años de 1.705, 1.706 y 1.707
Fotografías
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José Huguet
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Diez Arnal
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Ricardo Moreno
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Valencia Actúa