Malvarrosa. Nacida del agua. Molino de Vera

Malvarrosa. Nacida del agua. Molino de Vera

Malvarrosa. Nacida del agua. Molino de Vera

El Molino de Vera

En torno al conjunto de Vera gira a vida de la huerta, su importancia es decisiva.

Las referencias escritas que se guardan del Molino son del siglo XV, pero es de suponer que su antigüedad es mucho mayor, remontándose a tiempos romanos, porque un Molino, en aquellos tiempos, era pieza fundamental en cualquier organización social, y la costumbre era que se transmitiera de generación en generación.

Tres son las familias que se han unido entre sí, constituyendo las primeras ramas del marquesado de Malferit.

Son los Cervelló, señores de Oropesa; los Malferit y los Mercader.

Un Malferit aparece ya entre los prohombres de Xàtiva, en los tiempos inmediatamente posteriores a la reconquista, se trata del financiero Ponç de Malferit, y ya desde 1.412, Joan Mercader es nombrado Bayle General de Valencia por Fernando I de Antequera.

Los señores de Oropesa también destacaban en el ámbito político.

Ya en 1.534, Joan de Cervelló edificó a sus expensas una fortaleza para defender la población de los ataques de los moros.

Malvarrosa. Nacida del agua. Molino de Vera

Transmisiones de propiedad del Molino

1.664 es una fecha clave en la historia del Molino de Vera.

Ahí encontramos el primer documento que habla específica y extensamente de él.

Escrito la mitad en latín y la mitad en valenciano, con abreviaturas manuscritas de difícil interpretación.

Este documento trata sobre ofrecer el molino en dote matrimonial, con motivo de la boda concertada entre las familias Cervelló y Mercader.

Comparecen solemnemente, por una parte, Gerardo Mercader y de Cervelló y su esposa Ana María Vivas y Vique, que se habían casado el 15 de marzo de 1.635; por otra parte, comparecen Elena Garrós, viuda de Baltasar Mercader.

Los condes de Cervelló ofrecen 14.000 libras reales de Valencia.

Por parte de los Mercader, se aporta la dote matrimonial, entre otras cosas, el Molino de Vera.

Hasta bien entrado el siglo XVIII no parece probable que se construyera la Ermita con la que hoy el Molino forma un todo.

Malvarrosa. Nacida del agua. Molino de Vera

El Partido de San Esteban

El actual término de la Malvarrosa está enclavado en lo que se denomina Partido de San Estaban.

Esta denominación, estrictamente religiosa, se debe a que tiene su raíz en la parroquia de San Esteban, donde bautizaron a San Vicente Ferrer.

El origen de esta denominación parece situarse precisamente en esta época, cuando la iglesia cumplió un papel decisivo en la vida valenciana y los obispos, además de ser pastores de almas, tenían atribuciones civiles.

En este contexto, el 22 de abril de 1.657 se publican las “Constituciones Sinodales del Arçobispado de Valencia” promulgadas por el arzobispo Pedro de Urbina, donde se pretende organizar el arduo trabajo de las visitas pastorales, El prelado establece las primeras divisiones territoriales, clasificando toda la diócesis en cuatro “Partidos”.

Cada una de las parroquias, a su vez, delimitaba su propio ámbito territorial.

Sin indicios claros, parece ser, que esta parroquia de San Esteban extendía su jurisdicción hasta el Barranc del Carraixet, ahí se conservan hasta las recetas dispensadas por los médicos a los enfermos.

Todavía existen documentos del Ayuntamiento de Valencia que, cuando pretenden situar esta zona, la siguen localizando en el Partido de San Esteban.

Es necesario aclarar que la expresión “partida”, muchas veces se confunde erróneamente con la de “Partido”.

“Partida” hace referencia a una localización más concreta, y hace alusión a algún accidente geográfico, a algún apellido muy arraigado en la zona o a algún edificio notable.

Malvarrosa. Nacida del agua. Molino de Vera

El Marjal de la antigua Malvarrosa

El doctor Andrés Piquer Arrufat y la Malvarrosa

El doctor Arrufat, que tiene su nombre grabado con letras de bronce en la Facultad de Medicina de Valencia, y que fue médico de Cámara de Carlos III, tuvo una relación bastante directa con la Malvarrosa.

Debido a su cargo de técnico municipal de Sanidad, tuvo ocasión de comprobar la poco saludable situación sanitaria de la zona.

Además, poseía una finca o terreno de huerta entre la estación de La Cadena y el Hospital San Juan de Dios, aunque no se pueda establecer una relación directa entre el nombre que luego adquiriría la alquería contigua (que posteriormente conoceríamos como La Remonta) y la antigua estación del “trenet”, es necesario hacer constar que el doctor vivía precisamente en la calle Alta de Valencia (llamada Alfondech por aquel entonces), frente a una fonda llamada de La Cadena.

El hecho de poseer una finca por esa zona le colocaba en una privilegiada situación para detectar con más exactitud las deficiencias de los terrenos circundantes, proponer medidas más eficaces para sanearlos y verificar su aplicación.

Puede decirse que él puso las bases para el posterior trabajo de colonización que desarrollaría Félix Robillard, esbozando las primeras nociones sobre la higiene pública y proponiendo la desecación de los marjales (zona húmeda, generalmente cercana al mar, de gran riqueza tanto en fauna como en flora. Estas zonas húmedas a menudo son estaciones de paso en la migración de las aves entre el norte de Europa y África. Este terreno bajo y pantanoso se halla cubierto de vegetación prácticamente en su totalidad y su origen puede ser diverso, aporte fluvial, subterráneo, mareas, etc.).

Un informe de Antonio Cibat en 1.806 advierte que hay “en muchos pueblos balsas de aguas cenagosas y podridas, con el único objetivo de recoger en ellas el estiércol de las calles; y en los que se coge lino y cáñamo”, efectivamente, existen datos sobre balsas de curar cáñamo y de criar barro en los alrededores de la Malvarrosa.

Las aguas fecales de la ciudad eran evacuadas por orificios abiertos al efecto en las murallas, y remansaban en los “valls” (valladares, acequias, fosos o alcantarillados) que la rodeaban.

A estos depósitos acudían los labradores, que recogían el estiércol y lo cargaban en los carros, esta recogida del estiércol estaba reglamentada, y cada propietario tenía una parcela numerada y acotada.

A este marjal, pestilente pero con muchas posibilidades, llegará Félix Robillard hacia 1.848.

Malvarrosa. Nacida del agua. Molino de Vera

El Puente del Moro y la alquería de La Cadena

El Puente del Moro

Aparte del conjunto de Vera, el monumento más antiguo y específico de la Malvarrosa era el Puente del Moro.

Era también el más desconocido, quizá por haber estado oculto por una capa de indiferencia.

Sin embargo, su traslado a un paseo de Alboraia, ha estado bien a la vista, sobre la acequia de Vera, unos 20 metros más allá de la iglesia de la Inmaculada de Vera.

Malvarrosa. Nacida del agua. Molino de Vera

El Puente del Moro y la alquería de La Cadena

Leyendas en torno al Puente

El nombre del puente ha llevado a algunos a pensar que fue construido por los árabes, pero no parece que esta hipótesis pueda sostenerse, en aquella época esta zona era muy pantanosa, y un puente así no tenía sentido.

Todos los técnicos coinciden que su estilo arquitectónico no tiene nada que ver con los árabes.

Una leyenda muy extendida explica que un arzobispo, y las fechas coinciden con la época de Andrés Mayoral, había tenido que ver, con rubor, como las campesinas que debían ir de Alboraia al Cabanyal, llevando sobre sus cabezas las cestas de verduras para el mercado, tenían que arremangarse sus largas faldas al cruzar la acequia, de manera que dejaban al descubierto buena porción de sus piernas; esto constituía, por aquel entonces, una ofensa al pudor.

Para evitar esta embarazosa situación, el arzobispo mandó que les construyeran un puente, así ganaban en comodidad y evitaban situaciones embarazosas.

Esta leyenda hay que tomarla como lo que es, una leyenda.

Malvarrosa. Nacida del agua. Molino de Vera

El Puente del Moro y la alquería de La Cadena

La alquería de la Linterna (La Cadena)

Lo que ahora son las ruinas de la Remonta fueron una alquería señorial desde el siglo XVIII.

Al sendero de su jardín le llamaban, a principios del siglo XX, la “senda de los ministros”, por la gran cantidad de personalidades que visitaban a sus dueños.

Pero su historia arranca de más antiguo.

El de la “Linterna” fue su nombre original, puesto por el dueño más antiguo, previsiblemente el primero, se trata de Pedro Millera y Sessé.

Malvarrosa. Nacida del agua. Molino de Vera

El Puente del Moro y la alquería de La Cadena

Alquería de Valeriola

Dieciséis años más tarde, el 19 de febrero de 1.792, don Jayme Roig vende la alquería y las cuatro cahizadas “al ilustre señor don Tomás Valeriola, Caballero del Hábito de Santiago”.

En 1.795, bajo el reinado de Carlos IV, se promulgo un edicto Real que le afectaba, Carlos IV quería controlar la franja litoral y establecer con claridad su dominio sobre ella y ordena que todos los que poseyeran finca en la playa del mar, acudan a registrarlas, reconociendo el dominio mayor u directo  del Real Patrimonio sobre ellas.

De acuerdo con esta sentencia, Tomás Valeriola, debe obtener escritura de establecimiento o Suplemento de Título de su propiedad.

Todo este proceso de adquirir el suplemento de títulos se prolongó al menos hasta 1.802.

Malvarrosa. Nacida del agua. Molino de Vera

El Puerto y la Vía Pedrera

Debemos destacar el enorme esfuerzo que hubo de hacerse para construir las escolleras del Puerto, proceso en el que la Malvarrosa tuvo mucho que ver.

Malvarrosa. Nacida del agua. Molino de Vera

El Puerto y la Vía Pedrera

La construcción de la escollera. Las canteras de El Puig

Para transportar los enormes bloques de rodeno que se iban apilando en el mar, se tenía que ir en carro hasta el puerto desde las canteras abiertas en Santa María del Puig.

El comino de estos carros pasaba por la Malvarrosa (por la actual calle Cavite) y los carromatos tirados por los animales iban saltando por los baches, ahogados por el polvo y embarrados por las lluvias.

Malvarrosa tuvo mucho que ver.

Malvarrosa. Nacida del agua. Molino de Vera

La Vía Pedrera de El Puig

Este procedimiento tan primitivo y costoso de transporte con carros concluye cuando, hacia el año 1.860, se construye un tren exclusivamente destinado a transportar al Puerto las moles del rojizo rodeno.

En el archivo de la Junta de Obras del Puerto se conservan los documentos de expropiación de todos los terrenos que se extienden a los largo de todo el trazado de la vía que unía El Puig con el Puerto, un trazado de quince kilómetros y medio.

El proceso corre a cargo de la Sociedad de Crédito Valenciana (1.859) de la que Jose Campo era director-gerente y principal accionista, sociedad adjudicataria de estas obras.

Es la primera oportunidad que tiene la sociedad de introducirse en la Malvarrosa, que queda enmarcada entre esta vía y por la otra que, paralela y simultáneamente se estaba tendiendo al Oeste y que enlazaría Valencia con Barcelona.

El hecho es que con este eje de la vía férrea del Puerto a las canteras de El Puig serviría para vertebrar la Malvarrosa, que se iría desarrollando a los largo de su recorrido, antes que la avenida de la Malvarrosa adquiriera importancia urbanística.

Sobre todo cuando, en los albores del siglo XX, comienzan a construirse chalets en la playa que tienen como referencia, a sus espaldas, la vía del tren.

Además del inmenso volumen de rodeno depositado en la escollera, también a lo largo del recorrido del tren se advierten las huellas de su paso: piedras de rodeno están enterradas en los cimientos de muchas de las casas de la calle Cavite o son visibles en la tapia del campo de futbol recayente a la calle Padre Antón Martín, o en la valle del chalet de Villa Rosita.

También fueron empleadas para construir, allá por el año 1.880, la Casa dels Bous de la Sociedad Marina Auxiliante, en la calle Eugenia Viñes.

Un recuerdo del que se conserva documentación se refiere a las travesuras de los niños.

Desde el primer momento, “un número considerable de niños del Pueblo Nuevo del Mar han tomado para teatro de sus juegos la mencionada vía constituyendo su presencia un peligro constante, además de molestar la marcha de los trenes, poniendo piedras al pasar las locomotoras y quitando las bridas que unen los carriles, no obstante la extremada vigilancia que se ejerce por los guardas de la referida vía”.

Malvarrosa. Nacida del agua. Molino de Vera

Calle Cavite = Vía Pedrera

Por estos motivos, la actual calle Cavite se llamó durante muchos años Vía Pedrera del Puig, como también, al Horno del Carmen se le conoce como el horno de la vía.

Durante los primeros años de su funcionamiento, el tren circulaba sin ninguna clase de obstáculos.

Pero cuando la sociedad se fue desarrollando a lo largo y ancho de su trazado, se tuvieron que imponer normas de tipo urbanístico.

Había que medir, por ejemplo, la distancia entre las vías y la tapia trasera de los chalets de la playa (que se tenían que construir con material incombustible para evitar los incendios que pudieran ocasionar las chispas de la locomotora) o había que hacer previsiones  para que entre las tapias y la vía pudieran cruzarse al menos dos carruajes.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía:

Existe mucha y muy variada bibliografía referente al Grau, por tanto, tan solo mencionaremos algunos de ellos:

  • Guía urbana de Valencia. Marqués de Cruïlles.

  • Orígenes del Reino de Valencia. Antonio Ubieto.

  • Autoritarismo monárquico y reacción municipal. Amparo Felipo Orts.

  • Insaculación y élites de poder en la ciudad de Valencia, Amparo Felipo Orts.

  • Antonio Sanchis Pallarés. Historia del Cabanyal. Poble Nou de la Mar 1.238-1.897

  • Antonio Sanchis Pallarés. Historia del Grau

  • Antonio Sanchis Pallarés. Historia de la Malvarrosa.

  • Isidro Planes. Sucessos fatales desta ciudad, y Reyno de Valencia o Puntual Diario de lo sucedido en los Años de 1.705, 1.706 y 1.707

Fotografías

Si te gustan nuestros artículos puedes suscribirte a los boletines semanales con las últimas noticias sobre la historia de Valencia