Convento de Santo Domingo. Capilla de San Vicente
Convento de Santo Domingo. Capilla de San Vicente
La capilla de San Vicente fue construida a partir de 1.460 sobre anteriores preexistencias.
Motivó su edificación la canonización de San Vicente Ferrer en 1.455.
Su construcción permitió unir la capilla de los Reyes, cuya construcción estaba prácticamente finalizada, con la iglesia mayor.
La capilla conserva tres tramos rectangulares cubiertos con bóvedas de crucería simple que se tienden desde impostas esculturadas (en arquitectura se denomina genéricamente como imposta, a un saliente o saledizo que separa los diferentes pisos de un edificio).
Convento de Santo Domingo. Capilla de San Vicente
La yuxtaposición y cruces de molduras en las que se inscriben las impostas reflejan un arte muy similar al que más tarde utilizará Pere Compte en las capillas del tránsito de la nave de la Catedral a la sala Capitular de la misma.
No obstante se desconocen noticias documentales sobre la autoría de la construcción medieval.
Convento de Santo Domingo. Capilla de San Vicente
La capilla de San Vicente fue renovada y ampliada entre los años 1.772 y 1.781.
Consta esta parte de la capilla de un primer tramo rectangular que reviste la bóveda gótica con otra de cañón con lunetos (En arquitectura, se habla de luneto, y algunas veces luneta, a una bóveda secundaria en forma de media luna que se utiliza para dar luz a la bóveda principal), otro espacio de planta cuadrada sobre el que se erige una cúpula sobre tambor, y una cabecera de planta oval interrumpida por el tramo central de la capilla.
Convento de Santo Domingo. Capilla de San Vicente
En la renovación se utilizaron costosos materiales: la piedra el pavimento, la blanca y negra, es de Portaceli; la amarillenta y la balaustrada del presbiterio de Buixcarró; la de los pedestales, de Náquera; la amarilla clara de Lliria; la de las dieciséis columnas de Portaceli; la de las cuatro columnas del altar y la del interior del nicho, de Callosa de Ensarriá; y la amarilla de las bases del retablo de Torrente.
La cúpula esta trasdosada (Placas delgadas fijadas a muros rígidos y gruesos para mejorar las prestaciones, aislamiento térmico y acústico) con tejas esmaltadas de color bronce.
Convento de Santo Domingo. Capilla de San Vicente
La decoración acusa un programa iconográfico particularmente denso.
Entre las pinturas al fresco de José Vergara cabe destacar el triunfo de San Vicente Ferrer en la bóveda de la nave, las escenas de la vida del Santo en las pechinas y los dones y frutos del Espíritu Santo en los casetones de la cúpula.
El escultor José Puchol Rubio realizó las estatuas femeninas en mármol del frontón del retablo que representan la Fe y la Esperanza, las representaciones de la Castidad y de la Religión, a ambos lados del altar, y los bajorrelieves del nacimiento del santo y sus padres.
Esta renovación constituye uno de los más significativos episodios del complejo proceso de transición de la mentalidad académica de signo artístico barroco a otra de perfiles ilustrados y clasicistas en el ámbito del siglo XVIII valenciano.
Este proceso, y estas arquitecturas, han sido detenidamente estudiadas por el profesor Joaquín Bérchez, quien ha resumido el desarrollo de la construcción de la capilla indicando como el profesor académico de la sección de escultura de la Academia de San Carlos, José Puchol Rubio (1.743-1.797) discípulo de Luís Domingo, remodeló con un carácter absolutamente decorativo el espacio arquitectónico de la capilla a partir de un diseño inacabado de su padre, maestro de obras de profesión, utilizando columnas como soporte de grupos escultóricos o un espacio artificial y elíptico a través de una pantalla mural antepuesta plásticamente al auténtico cerramiento ultra semicircular de la cabecera.
Convento de Santo Domingo. Capilla de San Vicente
La intencionada iluminación barroca de esta capilla, el brillante colorido de los lujosos mármoles y estatuas, las formas arquitectónicas rutilantes, de diseño clásico, poco tenían que ver con el decorativismo rococó de la generación anterior, pero persistía todavía el aire ornamental, empeñado en ignorar o sacrificar la composición arquitectónica a la necesidad de crear artificialmente un espacio que, como obra arquitectónica daba un resultado desvertebrado, falso.
Esta capilla, por su composición, estructura, plástica y denso programa alegórico, se convirtió para la arquitectura valenciana, en la expresión álgida, y si se quiere epígona (Suele referirse a la persona que sigue el estilo de una generación anterior), de una concepción barroca culta, pero de vertiente plástica que evolucionando a lo largo del siglo (solo con presupuestos formales) le había discutido el protagonismo a la misma arquitectura en su propio terreno.
Fuentes consultadas:
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Archivos autores.
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Archivo del Reino de Valencia.
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Archivo Histórico Municipal.
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Biblioteca valenciana.
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Biblioteca Histórica de la Universidad de Valencia.
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Archivo de la Diputación provincial de Valencia.
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Hemeroteca valenciana.
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Wikipedia
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Padrón Municipal de Habitantes.
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Diez Arnal. Convento Santo Domingo
Bibliografía:
Como joya arquitectónica valenciana que es, existe mucha bibliografía sobre el Convento de Santo Domingo, aunque solo citaremos algunos.
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Zaragozá Catalán, Arturo. Antiguo Convento de Santo Domingo de Valencia
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Benito Goerlich. Exconvento de Santo Domingo.
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Berchez Gómez, Joaquín. Diversas obras sobre la arquitectura valenciana.
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Boix, Vicente. Memoria histórica de la apertura de las capillas de San Vicente Ferrer y de los Reyes en el extinguido convento de Santo Domingo.
-
Ponz, Antonio. Viaje a España.