Convento de Santo Domingo. Claustro Mayor

Convento de Santo Domingo. Claustro Mayor

El claustro mayor, centro y distribuidor del convento, es de planta cuadrada, de 34 metros de lado.

Las galerías están formadas por amplias arcadas apuntadas que son de desigual número (ente 5 y 6 por galería) y diversa amplitud.

Como indicó Teixidor, allá por el siglo XVIII, estas desigualdades se deben a que el claustro “lo fabricaron algunos particulares graciosamente o de limosnas y con este motivo siguió cada uno de por si, o el efecto de su piedad, o el de su propio parecer, tomando más o menos terreno para la formación de los arcos”.

El claustro se cubre con bóvedas de crucería simple con nervios de piedra y plementos tabicados.

En las arcadas de la galería este despliega una fina red de claraboyas que son diferentes en cada arcada.

En estas tracerías pueden verse los escudos heráldicos de los donantes, entre ellos se distinguen los escudos de la Generalidad del Reino y de las familias Castellví, Codinats y Esplugues.

Este claustro comenzó a levantarse a comienzos del siglo XIV, aunque su construcción debió dilatarse considerablemente.

Las elaboradas tracerías de la galería este, pertenecen ya al arte del siglo XV,

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Sobre las galerías inferiores se levanta un claustro superior formado por arcos de ladrillo de medio punto dispuesto entre pilastras clásicas y rematado por una cornisa soportada por elaboradas ménsulas (es cualquier elemento estructural en voladizo. Se puede distinguir entre: Ménsulas “cortas”, pequeños salientes que sirven de soporte para algún otro elemento, como el arranque de un arco, balcón o cubierta y Ménsulas “largas” o voladizos: elementos estructurales que por su longitud horizontal funcionan como una viga, es decir, a flexión).

Según noticia facilitada por don Joan Gavara fue construido a finales del siglo XVII por Francisco Padilla, el mismo arquitecto que realizó el revestimiento barroco de la iglesia.

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En la panda OESTE solo encontraremos arcos tapiados de lo que fueron las capillas, ya que las mismas fueron destruidas para levantar la actual Capilla de San Vicente a finales del siglo XVIII.

De las capillas y altares que existieron en esta panda y que ya no existen citaremos:

  • Altar de La Oración en el Huerto

  • Capilla de la Presentación del Niño Jesús en el Templo: También conocida como capilla de los Benet. Erigida en 1.449 a instancias de micer Mateo Benet. Lo único que se conserva de dicha capilla es el escudo familiar en el arco cegado.

  • Capilla de las Santas Catalinas: La santas se encontraban en el centro de un retablo ya desaparecido que estaba dedicado a Santa Catalina Mártir y a Santa Catalina de Siena.

  • Capilla de San Luis Bertrán: antes llamada de Sant Vicent Ferrer lo Vell. Jerónimo Jacinto de Espinosa pintó varios lienzos de San Luis Bertrán para esta capilla, el principal lleva por tÍtulo la Muerte de San Luis Bertrán y otros dos con representaciones de milagros del santo. El dedicado a la muerte del santo en la actualidad se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Valencia.

  • Capilla de San Onofre: también conocida como de Santa María Magdalena y santa María Egipciaca (a partir de 1.584). La capilla fue derribada en 1.639; uno de sus propietarios fue Abad Santángel.

  • Capilla de San Martín Obispo: Fue su propietario don Pedro Limiñana (siglo XIV) que la entregó a su muerte al gremio de los armeros.

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En la galería norte del claustro se sitúa la sacristía mayor, la sala capitular y las capillas de la Virgen de la Escala, San Pedro y San Pablo, San Vicente y San Jaime.

En la panda SUR encontramos siete profundas capillas con dos tramos de bóvedas. Empezando por la más cercana al claustro de la palmera:

  • Capilla de la Virgen de la Misericordia: La entrada a la capilla está formado por un arco apuntado en la actualidad cegado. Consta que en 1.296 la capilla ya estaba construida. Perteneció en primer lugar a la familia Boxeres, después pasó a los Valeriola, a los Catalá y a los señores de Nules. En esta capilla Alfonso el Magnánimo presidió las Cortes del Reino en 1.428. En 1.460 el gremio de tejedores de velos (fabricantes de velos y tocas para las damas “los veleros”) tomó como patrona a la Virgen de la Misericordia celebrando en esta capilla sus actos. La capilla fue demolida en parte para construir en 1.460 el refectorio y en 1.756 se arrasó lo que quedaba para construir el claustro alto. El escudo de la familia Boxeres que se encontraba en una de las claves del interior fue colocado sobre la portada.

  • Capilla de San Miguel Arcángel: también llamada del Juicio Final y de las Almas del Purgatorio. Uno de los propietarios de la capilla fue la familia de los marqueses de Boil. En el suelo lápida sepulcral de la familia de los Balaguer. Destaca en esta capilla la clave colgante que cuelga de la bóveda y los escudos de la capilla.

  • Capilla de San Cristóbal: que antes recibió el nombre de Santa Bárbara y antes de Santo Tomás de Aquino. En el siglo XVI pasaría a llamarse de San Cristóbal. Uno de los propietarios de la capilla fue la familia Borja, en 1.509 renunció a la misma en favor de Ximén Ros. En el suelo lápida sepulcral de la familia Ros.

  • Capilla de la Virgen de la Leche: fundada por Juan Sivera. En 1.796 pasaría a la familia del Marqués de Sotelo, aquí predicaba San Vicente Ferrer. La capilla fue visitada por el papa Luna, Benedicto XIII. En esta capilla se podía encontrar un retablo de la Virgen de la Leche, en la actualidad en el Museo de Bellas Artes de Valencia. El retablo obra de Antoni Peris está formado por tres calles, y en él sólo se conservan seis tablas. La predela y los guardapolvos han desaparecido. Pintado con la técnica de temple sobre tabla. En el retablo vemos las siguientes escenas: San Bernardo recibiendo la leche de la Virgen, La Adoración de los ángeles, La Huida a Egipto, la Adoración de los Magos y en el centro la tabla de La Virgen de la Leche (María Lactans) amamantando al Niño en presencia de los ángeles; en la parte superior el Calvario.

  • Capilla de la Santa Cruz: fundada por Nicolás Pujades y cuya heráldica encontramos en la clave de la bóveda de crucería. En su interior se encontraba El retablo de la Santa Cruz, obra de Miquel Alcanyis que en la actualidad se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Valencia. En las ménsulas donde apoyan los nervios vemos escudos de la familia Pujades con restos de policromía. Su fundador Nicolás Pujades falleció en 1.409. La capilla fue construida a finales del siglo XIV. El escudo de la familia Pujades se compone de un monte de oro y sobre él una flor de lis.

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La sacristía mayor fue construida sobre preexistencias medievales en 1.640.

La sala capitular es uno de los más bellos espacios de la arquitectura gótica valenciana.

La planta es un cuadrado de 12 metros de lado.

Cuatro elevadas y finísimas columnas soportan nueve paños de bóveda de crucería simple y plementos de ladrillo dispuesto a rosca.

El efecto formado por las columnas fasciculadas, de las que arrancan los arcos cruceros y formeros, es el de palmeras.

De hecho la sala capitular ha recibido popularmente el nombre de la sala de las palmeras y, generalmente, ha sido reconocida como el precedente espacial de las salas columnarias de las Lonja Valencia y Mallorca.

Esta sala capitular, construida conforme a una estética sapiencial correspondiente a un gótico avanzado, debe ponerse en relación con la del convento dominico de Toulouse, centro de especial importancia en la orden de predicadores, y con la que coincide en tener los pilares de extraordinaria esbeltez, las bóvedas de ladrillo y la imagen de palmeras de las columnas de la iglesia de este convento.

La sala se ilumina mediante tres arcos lancetados en el testero (sirve para designar la pared opuesta a la entrada principal).

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Las ventanas y puertas que dan al claustro se adornan con finas tracerías y clave pinjante (es el motivo ornamental en forma de florón colgante que está colocado en la intersección de los nervios de la clave de una bóveda, en la dovela central de un arco o cualquier otro elemento arquitectónico).

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La construcción fue costeada por Pedro Boil, mayordomo de Jaime II.

Debió construirse entre los años 1.310 y 1.320.

Consta que en 1.321 ya estaba acabada.

Un arcosolio (es un término arquitectónico aplicado a un hueco en arco que se empezó a usar como lugar de enterramiento en una catacumba. Solía cubrir el sepulcro de un mártir) situado en uno de los muros custodia los sepulcros finamente esculpidos de dos caballeros de la casa Boil.

Al sepulcro de los Boil, se le llama en tono humorístico o irónico el del Juicio de Salomón porque cuando en 1.865 se decidió quitarlo de su emplazamiento, hubieron discusiones entre el Museo Arqueológico Nacional y el Museo de Bellas Artes de Valencia, llegándose a la solución de dividirlo en dos y dar la mitad a cada uno de ellos.

En 1.952 gracias al Capitán General Urrutia el sepulcro fue vuelto a unir de manera permanente y colocado en la Sala Capitular.

El mismo sería restaurado por Carmelo Pastor.

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El claustro estuvo, todo él, rodeado de capillas, salvo la panda (Cada uno de los lados o galerías de un claustro de monasterio, donde se distribuyen las distintas dependencias (sala capitular, refectorio, etc.) recayente a la iglesia en la que solo hubo altares.

Las capillas correspondientes a la galería norte son las del Nacimiento, San Jerónimo, la Santa Cruz, la Virgen de la Leche, San Cristóbal, San Miguel y la Virgen de la Misericordia.

Estas capillas, como las de la galería este, se cubren con bóvedas de crucería con plementos tabicados.

Cabe destacar entre ellas la de San Miguel por la curiosa clave pinjante (es el motivo ornamental en forma de florón colgante que está colocado en la intersección de los nervios de la clave de una bóveda, en la dovela central de un arco o cualquier otro elemento arquitectónico), la de la Virgen de la Leche, de donde procede el retablo homónimo, atribuido a Antoni Peris, que se custodia en el Museo de Bellas Artes de San Pio V y la de la Santa Cruz, de donde procede el retablo del mismo nombre atribuido a Miguel Alcañiz o a Pere Nicolau, y que se custodia en el mismo museo.

La construcción (y reconstrucción) de estas capillas debió comenzarse a la vez que al claustro y seguir construyéndose hasta fechas muy avanzadas.

Debemos al profesor Amadeo Serra el conocimiento del contrato de la construcción de una de estas capillas, fechado en 1.389, seguramente la de San Jerónimo, para ser edificada por el maestro Francesc Corts.

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Refectorio y Celdas

Desde la esquina sureste del claustro, y a través de la sala De Profundis, se accede al antiguo refectorio y a la zona donde se situaban las desaparecidas celdas.

El refectorio, hoy Salón del Trono de Capitanía General (Estado Mayor Nacional del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad), es un amplio salón rectangular de 32 metros de largo por 10 de ancho, construido entre los años 1.560 y 1.567.

Su espaciosa nave, con muros perfectamente articulados con solemnes pilastras toscanas sobre pedestales y entablamento tripartito se cubre con una moderna bóveda de crucería con arcos fajones (El arco fajón es un elemento estructural que forma parte de la bóveda de cañón y sirve para reforzarla) y cruceros carpanales (Se conoce como arco carpanel, denominado también arco apainelado, al tipo de arco rebajado simétrico que se forma a partir de él, con el añadido de pequeños arcos en los extremos; arcos que tienen su centro en la línea de imposta para conseguir en ellos una forma redondeada) en rampante curvo.

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El profesor Joaquín Bérchez ha señalado la importancia de esta amplia sala, ya que supone un primer eslabón en la manera de organizar a la clásica un amplio espacio que, salvo las capillas entre contrafuertes, guarda unas similitudes muy cercanas a la común tipología de las iglesias parroquiales valencianas, en esos años aún sin articular con sistemas renacentistas de pilastras o columnas, salvo esporádicos ejemplos.

No menor es el interés que ofrece la excelente labra de la piedra de sus superficies murales, con arcos capialzados a regla y esviajes en algunas portadas, ventanas abocinadas y troneras a regla capialzada dispuestas a modo de decenda de cava (Inclinación de arco o techo abovedado, bóvedas de medio cañón inclinadas).

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Las celdas del Convento de Santo Domingo, inexistentes en la actualidad por haber sido arrasadas durante la francesada. tenían notable interés histórico y arquitectónico.

En las celdas de San Vicente Ferrer y San Luís Beltrán habían sido construidas capillas.

La desaparecida capilla de San Luís Beltrán la conocemos por haber sido estudiada por el profesor Joaquín Bérchez.

La capilla era una elegantísimas pieza rectangular, con bóveda de medio punto y ábside ultra-semicircular, encajada en los muros ya existentes.

Fue construida hacia 1.771 por el arquitecto Antonio Gilabert.

En la exquisita decoración de este pequeño recinto (que conocemos gracias a unas láminas de la Academia) se aprecia un clasicismo incipiente de corte académico conjugado con el apego de Antonio Gilabert por el barroco clasicista teñido aún de acentos locales.

La reconstruida capilla situada sobre la celda que ocupó San Vicente Ferrer, aunque carente de interés arquitectónico, se adorna con antiguos paneles de azulejos procedentes de la antigua capilla de San Jaime, de la sacristía y del refectorio.

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Fachadas

La fachada del antiguo conjunto conventual que recae a la amplia plaza de Santo Domingo consta de dos partes muy diferentes que quedan articuladas por la torre de las campanas que se levanta sobre el testero de la capilla de los Reyes.

La fachada de la iglesia, situada en el lado norte, no tiene conexión estructural con el interior de la misma, ya que recae al atrio del templo.

En el cuerpo inferior, dispuesto a modo de arco triunfal, pares de columnas estriadas recogen nichos avenerados y soportan el entablamento.

El adintelado vano de entrada queda inscrito en un arco de medio punto y lleva esculpido, en el intradós (Superficie curva interior de un arco o de una bóveda por su cara cóncava.) del arco, el escudo de la orden entre lebreles de Santo Domingo.

En el segundo cuerpo tres nichos avenerados (adorno decorativo. Que tiene una forma semejante a la de una concha de la vieira), separados por pilastras, soportan un frontón en el que va esculpido el Espíritu Santo en forma de paloma.

En los nichos hay imágenes de santos dominicos, toscas, pero con carácter.

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Dos escudos reales flanquean la portada.

Construida a finales del siglo XVI, fue diseñada, según indican las memorias del convento y testigos del tiempo, por Felipe II, quien acaso, diera un rasguño de la misma.

De hecho, consta documentalmente el interés personal del rey por todos los asuntos del convento.

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Campanario

El campanario fue levantado hacia 1.640 sobre la sacristía de la capilla de los Reyes.

Fue obra de arriesgado empeño, que requirió un gran conocimiento de mecánica estructural, ya que el peligro de asientos diferenciales pudo poner en peligro la estabilidad de la bóveda de la capilla de los Reyes.

Compositivamente es una obra única en la arquitectura valenciana.

Es de planta cuadrada.

El primer cuerpo remata una potente cornisa-balcón con balaustres soportado por zapatas talón.

En el cuerpo de las campanas se disponen pares de columnas flanqueado por vanos (Un vano, hueco o luz, en una construcción o estructura arquitectónica puede referirse a cualquier apertura en una superficie compacta. Como elemento arquitectónico, el término «vano» se utiliza también para referirse a la distancia entre apoyos de un elemento estructural, como techos o bóvedas, y de forma más explícita a ventanas, puertas e intercolumnios. El objetivo elemental es dejar un hueco abierto en un muro para que pase el aire o la luz).

El último cuerpo destruido por los franceses, fue reconstruido, sin excesiva fortuna en 1.955.

El campanario es obra de autoría desconocida, no obstante, el alarde técnico de su construcción, el probable realce de la cimentación existente, la manera de componer y las fechas, invitan a pensar en un arquitecto del círculo de Albiniano de Rajas

La fachada de la portería del convento recae al lado sur.

Se decora con fajeados en el interior y con pilastras pareadas enmarcando los balcones en el superior.

Un antepecho con jarrones y un frontón coronan la fachada, proyectada por Bartolomé Ribelles, fue construida entre el año 1.789 y 1.800.

Tradicionalmente considerada obra de mediados del siglo XIX, sin duda por su fuerte impronta palaciega (y no conventual), es de culta y elegante expresión clásica, tendencia que años atrás había inaugurado en Valencia el convento de Montesa.

Recientemente la fachada ha sido ampliada en estilo, por la calle lateral, para cerrar a la calle el patio de la palmera.

 

Fuentes consultadas:

  • Archivos autores.

  • Archivo del Reino de Valencia.

  • Archivo Histórico Municipal.

  • Biblioteca valenciana.

  • Biblioteca Histórica de la Universidad de Valencia.

  • Archivo de la Diputación provincial de Valencia.

  • Hemeroteca valenciana.

  • Wikipedia

  • Padrón Municipal de Habitantes.

  • Diez Arnal. Convento Santo Domingo

Bibliografía:

Como joya arquitectónica valenciana que es, existe mucha bibliografía sobre el Convento de Santo Domingo, aunque solo citaremos algunos.

  • Zaragozá Catalán, Arturo. Antiguo Convento de Santo Domingo de Valencia

  • Benito Goerlich. Exconvento de Santo Domingo.

  • Berchez Gómez, Joaquín. Diversas obras sobre la arquitectura valenciana.

  • Boix, Vicente. Memoria histórica de la apertura de las capillas de San Vicente Ferrer y de los Reyes en el extinguido convento de Santo Domingo.

  • Ponz, Antonio. Viaje a España.

Fotografias: