Palacio de los Almirantes de Aragón

Palacio de los Almirantes de Aragón

Situación: Consellería de Economía y Hacienda

Estilo: Gótico civil valenciano

Dirección: Calle del Palau, 14

Construcción: siglo XV

Arquitecto:

Palacio de los Almirantes de Aragón

Palacete gótico de gran interés construido en el siglo XV y parapetado tras una discreta fachada del siglo XVIII presidida por un blasón de la familia Palafox y Cardona.

Jaime I entregó el solar sobre el que se levanta la casa, al Almirante de Aragón, de donde toma su nombre.

El Almirante de Aragón era una dignidad que ostentaba el mando de la flota de la Corona de Aragón.

La dignidad de Almirante nació en el siglo XIII en la Corona de Castilla con el rey Fernando III el Santo y de aquí daría el salto a la Corona de Aragón con Jaime I el Conquistador con la conquista de Mallorca y el control de la costa mediterránea.

En 1.364 el título de Almirante de Aragón se haría efectiva y hereditaria en la persona de Hugo Folch de Cardona.

Palacio de los Almirantes de Aragón

Con posterioridad el título y el palacio pasaría a manos de los marqueses de Guadalest y a los marqueses de Ariza, en las familias Folch de Cardona y Palafox.

El corazón del edificio sería el patio central gobernado por un pozo y una hermosa escalera en ángulo que permite acceder a la primera planta.

Destacan los diversos artesonados de madera (el de bandas rojas y amarillas del acceso, los del entresuelo o de diversos estilos en la planta principal) o las ventanas geminadas (ventana que se compone de dos arcos idénticos enlazados por una columnilla o pilar denominada parteluz) de la planta superior.

Conocido de la misma manera como de los marqueses de Guadalest, título concedido en 1.543 a don Sancho Folch Cardona y Ruiz de Lihory, almirante de Aragón, señor de Guadalest, este título lo ostentaba hasta su fallecimiento en 2.011, Roberto Sánchez  de Ocaña y de Arteaga, VI marqués de La Habana.

El palacio en un principio, al parecer, propiedad de los barones de Villalonga y Castilnovo, para pasar más tarde a los Cardona y Palafox, tras una serie de enlaces matrimoniales, dando como resultado la unión de los dos apellidos.

A estos últimos corresponde el escudo que puede verse sobre la puerta principal.

Había sido igualmente mansión de los Borja, duques de Gandía, y posteriormente perteneció al duque del Infantado.

Fueron los últimos propietarios, la familia Monfort.

Palacio de los Almirantes de Aragón

En la actualidad es de la Generalitat Valenciana, quien una vez restaurado ha fijado en él la sede de la Consellería de Economía y Hacienda.

Este palacete es una de las muestras más brillantes del gótico civil valenciano que puede verse en nuestra ciudad.

Se estructura, en torno a un patio central descubierto, como era habitual en las casas solariegas de la época en Valencia.

Presenta escalera colgada, ventanales rasgados y un fantástico alfarje policromado en el zaguán, decorado con bandas rojas y amarillas, interrumpidas a los lados por escudos, que van repitiéndose alternativamente en las tabicas.

El edificio se articula en sótano, planta baja, entresuelo, planta noble y piso superior.

En su fachada principal es donde esta articulación es bien visible.

Cuatro ventanucos a nivel de suelo de calle sirven para iluminar el sótano, cuatro vanos adintelados, dos a cada lado de la portada nos marcan el piso entresuelo, cuatro grandes balcones, uno de ellos sobre la portada nos sitúan el piso principal y otros cuatro balcones más pequeños nos marcan el segundo piso.

La fachada fue reformada en el siglo XVIII siendo sus propietarios los marqueses de Guadalest.

La portada principal es adintelada y en su dintel podemos observar un escudo heráldico con los blasones de los linajes de Palafox y Cardona, ya que uno de sus propietarios fueron el matrimonio formado por Francesc Folch de Cardona Lygne (V marqués de Guadalest) y Lucrecia de Palafox (hija del II marqués de Ariza).

Palacio de los Almirantes de Aragón

En el escudo podemos ver tres fajas con tres crucetas en cada una de ellas (linaje de los Palafox) y flores de cardo (linaje de los Cardona).

Rodeando la parte superior del escudo podemos leer “IN HOC SIGNO VINCES” (con este signo vencerás) alusivo a la leyenda constantiniana de la cruz de Cristo.

En las jambas de la portada podemos ver unos círculos labrados en piedra como únicos elementos decorativos de la misma.

Esta fachada se encontraba decorada con pinturas al fresco, hoy perdidas, y en ella solo observamos balcones adintelados con antepechos de forja y ventanas rectangulares de estructura gótica.

La fachada se encuentra ausente de toda decoración, aunque junto a la puerta se ha encontrado un grafiti en blanco y negro representando una cruz y que se ha dejado como tema decorativo.

Las ventanas rectangulares que forman el piso entresuelo disponen de alargadas y estilizadas columnillas de estilo gótico mediterráneo.

Nada más traspasar la portada, accedemos a un zaguán con cubierta de madera decorada con bandas rojas y amarillas.

A su izquierda unas cortas escaleras permiten el acceso a una puertecilla de época moderna formado por un arco conopial que nos lleva a la planta entresuelo donde se ubican despachos oficiales.

Desde aquí y a través de un gran arco apuntado, entramos en el patio interior descubierto.

Palacio de los Almirantes de Aragón

Patio típicamente gótico; en él observamos el pozo con brocal y la escalera principal de piedra, realizada en ángulo, en ella podemos observar una moldura quebrada que se corresponde con los escalones de la escalera.

La planta baja que gira alrededor del patio, está formada por una galería cubierta sustentada por arcos apuntados rebajados, que apoyan en pilares rectangulares. En el patio a destacar la presencia del pozo con brocal original del siglo XV.

El piso noble abre al patio a través de una galería con arcos ojivales sustentados en estilizadas columnas de fuste poligonal, capiteles troncopiramidales y basas.

El techo de la galería está formado por casetones de madera en cuyo interior encontramos baldosas de cerámica.

Se accede al patio descubierto (único genuinamente ojival) a través de un arco apuntado.

Las paredes de este palacete son de piedra sin lucir y el suelo está totalmente enlosado y empedrado con guijarros.

De la escalera, también en piedra al igual que las barandillas, parten una serie de arquillos, configurando la galería claustral circundante.

La escalera superior aparece cubierta por otros de sección octogonal.

En su interior se conservan una serie de alfarjes, primorosamente restaurados y decorados con policromía al temple, que muestran las distintas épocas en la que fue realizada la decoración.

Por ejemplo, existe uno en el entresuelo, de estilo renacentista, mientras que en la denominada Sala de la Chimenea corresponde al barroco, atendiendo a la profusa decoración con motivos vegetales que se repiten en distintos colores.

En este artesonado podemos recrearnos, además, en los escudos de los primeros moradores del palacio.

Está declarado Monumento Nacional desde 1.944, y su total rehabilitación concluyó en 1.991, devolviéndosele toda la fastuosidad de antaño.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía

Fotografía

  • Palacios y Casas Nobles de la ciudad de Valencia. Francisco Pérez de los Cobos Gironés.

  • Jdiezarnal

  • Archivo Histórico Municipal

  • Laurent. Colección Díaz Prosper

  • Marcos Buigues Metola

  • Arquitectos italianos en España

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