Monasterio de la Encarnación

Monasterio de la Encarnación

Monasterios y edificios conventuales

Monasterios y conventos de la Valencia del siglo XVI

Nuevas fundaciones

Edificios de carácter religioso en el Barrio del Pilar

El convento de la Encarnación, situado intramuros, al lado del portal del Coixo o de la Encarnación, en el mismo lugar que ocupa en la actualidad una construcción moderna, fue fundación para carmelitas calzadas, realiza en 1.502 por el prior de la cartuja de Valldecrist, Luis Mercader y por el prior del convento del Carmen, fray Pedro Estanyà.

Debió ser una obra significativa que sobre todo contó con algunas subvenciones de la familia Sorell quienes entregaron diversas cantidades para ayudar a su construcción (Tomás Sorell financia con 4.000 sueldos el monasterio de la Encarnación).

Las imágenes que ofrece el plano del Padre Tosca nos muestran un convento de amplias dimensiones con varios patios y una extensa huerta para ser un convento situado intramuros.

Noticia igualmente inédita es la que demuestra que los claustros del convento de la Encarnación se estaban construyendo en 1.529.

En ese año el maestro albañil Joan Adrià recibe la notable cantidad de 170 libras pagada por Rodrigo Borja, señor de la baronía de Castellnou y de Villajoyosa.

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Esa respetable suma no puede corresponder a una simple reparación, sino que presumiblemente se trata de la completa construcción de uno de los claustros del convento, lo que nos sitúa de nuevo en la cronología para este tipo de construcciones que carecen de maestros canteros y que estuvieron realizadas enteramente en albañilería.

Después del reinado de Fernando VII sube al poder la burguesía liberal, dándose al poco tiempo la Ley de Desamortización de 1.835, que va a tener hondas repercusiones en los edificios de carácter religioso y sus huertos, sobre los cuales se planificará una reestructuración de la ciudad.

La historia de Valencia de aquella época nos ofrece unos datos estadísticos por los cuales ha llegado a nuestros días, que antes de la desamortización de Mendizabal, se hallaban esparcidos por la ciudad y sus alrededores 46 conventos, 26 de los cuales eran de religiosos y 20 de religiosas.

No obstante, hay que tener en cuenta que no todos los edificios religiosos fueron víctimas de aquella exclaustración, ni todos los que fueron confiscados pudieron ser de libre disposición para la autoridad civil del momento.

El ejército, numeroso en aquel momento como consecuencia de la Guerra de la Independencia, urgía la ocupación de varios conventos para su alojamiento.

Entre los monasterios, conventos y casas religiosas que cayeron en manos del estamento militar en aquellos tiempos cabe citar a los de San Francisco, en la plaza de su nombre, actualmente plaza del Ayuntamiento; Santo Domingo, antigua Capitanía General, sede de la III Región Militar, actual Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad en la actual plaza de Tetuán, San Pio V, junto a los Jardines del Real, que fue, además de cuartel, hospital militar y en la actualidad Museo Pio V; y finalmente el convento del Pilar de los frailes dominicos que junto a la iglesia del mismo nombre fue destinado a cuartel de intendencia.

Por lo que respecta al Barri de Velluters, hay que reconocer que en relación con otras barriadas de Valencia, sus edificios de carácter religioso, a excepción del convento del Pilar, no fueron destinados a formar parte de dependencias gubernamentales.

En consecuencia es posible afirmar que el numeroso contingente de esta clase de edificios entre iglesias, ermitas, capillas y conventos, que ambientó desde muy antiguo la vida religiosa del Barrio del Pilar, pudo continuar ejerciendo su espiritual influencia entre los habitantes del viejo barrio sedero.

Un dato curioso es que a diferencia de otros barrios de la ciudad, en este los conventos, iglesias y ermitas se sitúan en los extremos de lo que podríamos llamar perímetro del Barri de Velluters.

Monasterio de la Encarnación

Dejando la iglesia parroquial del Pilar, salimos a la calle de Guillem de Castro, para encaminarnos hacia el Portal de Quart.

En la misma acera de la parte derecha de la ronda, en dirección a este portal, nos encontramos ante un edificio grande, cuya manzana va desde la calle Camarón a la calle de Balmes.

Este edificio no nos dice nada respecto a la función del mismo (antiguo convento), ya que en la última reconstrucción efectuada no hace demasiados años, sus plantas bajas recayentes a la calle de Guillem de Castro han sido dedicadas a locales comerciales de alquiler con el fin de poder ayudar a las necesidades de la comunidad religiosa allí existente.

Sin embargo cuando llegamos a la esquina de la calle de Balmes (antigua calle de Engonari) con Guillem de Castro vemos una gran portada indicándonos que estamos ante un convento, es el convento de la Encarnación de las religiosas Carmelitas Descalzas y cuya portada nada más traspasar la verja de hierro que lo protege tiene un breve espacio interior que da acceso a una puerta de entrada; es la iglesia conventual de la Encarnación, cuyo monasterio prolonga la fachada principal a lo largo de la calle de Balmes donde se encuentra la puerta de entrada al mismo.

La historia de la fundación de este cenobio carmelitano se remonta a los comienzos del siglo XVI, por lo que desde muy antiguo dio nombre a la plaza que se encuentra a mano derecha de la calle de Guillem de Castro y que enfrenta  con la Encarnación y de cuya plaza nacen las calles de Balmes, Carniceros y Lope de Rueda.

Estos terrenos son los mismos que nos relatan en la fundación de este monasterio, que según la propia documentación fue obra de un tal Pedro Ramón Dalmau que compró “una casa grande con tres huertos, situados en la parroquia de San Martín, detrás del Hospital de En Conill o Managuerra”.

Por aquel entonces deseando poner como titular del monasterio a la Purísima Concepción, se opusieron a tal decisión las monjas del convento de la Puridad, alegando que ya tenían ellas la referida advocación.

Una vez resuelto favorablemente aquellas primeras diferencias se procedió al alzamiento canónico de este monasterio el día 6 de octubre del 1.502.

Aquel antiguo convento de la Encarnación de monjas del Carmen Calzado gozó (según crónicas de la época) de fama de austeridad, de modo que fue considerado como “monasterio muy más encerrado”.

Esta iglesia y convento de la Encarnación, generalmente poco conocido en Valencia (quizá por el encerramiento en austeridad al que nos hemos referido) conserva, sin embargo, una joya del arte románico como es la imagen de la “Moreneta del Carmen”, ejemplar único en Valencia; dicha talla (según narra una constante y antigua tradición) fue hallada en el interior de una campana enterrada en el subsuelo de una pequeña casa contigua a la parte derecha de la fachada de la iglesia del convento del Carmen de Valencia y que todavía hoy existe en aquel viejo solar una capilla dedicada a la Santísima Virgen del Carmen.

Monasterio de la Encarnación

Imagen y capilla de la Virgen que en un principio tuvieron por invocación el título de la Virgen de la Consolación y porque esta tiene casi la misma hechura que la de Montserrat, la devoción popular la convirtió en la Moreneta del Carmen.

Dejando de lado los interesantes datos sobre la evolución de la devoción a esta imagen y culto en la capilla del Carmen Calzado, es necesario referirnos a su presencia en este convento de la Encarnación, a partir precisamente de la desamortización del año 1.836, que al decidir la exclaustración de aquellos religioso del Barrio de El Carmen, su virgen moreneta pasó a ser venerada en este convento de la Encarnación de Carmelitas Descalzas de la antigua Observancia de Valencia.

Por fuentes de archivo, existe constancia que en las últimas décadas del pasado siglo, este convento, sufrió algunas transformaciones.

Según los planos del arquitecto Antonio Ferrer del año 1.881 sobre reforma de la fachada del convento de la Encarnación y en ellos se aprecian  planta baja y dos alturas con ventanas de mayor hueco en la primera planta y algo más reducidas en la segunda.

En la planta baja aparecen tres puertas; la puerta central viene rematada en la parte superior a la altura de la segunda planta con un gran círculo y en el centro una cruz y debajo el título, con grandes letras, de convento de la Encarnación.

Todo este conjunto viene rematado por una espadaña que contiene la única campana y encima una cruz.

El marqués de Cruilles dejó escrita una interesante relación de la iglesia de este convento de la Encarnación, pero todos aquellos elementos artísticos prácticamente desaparecieron durante la guerra civil; no obstante, todavía podemos descubrir en la parte izquierda, entrando en la capilla, un relieve en mármol blanco con la figura de doña Marcela Soler de Tafalla, que según la inscripción latina, yace en este lugar expresando así su piadosos celo en servir a los pobres del Hospital, falleciendo en 1.629; otra lápida semejante contiene la inscripción de don Jaime de Tafalla.

Dícese que estos señores tenían el patronato de esta capilla.

Y como piezas de singular interés, es necesario citar el retablo de azulejos del siglo XVIII de 2,75 por 1,75 metros, que representa la Anunciación de la Virgen, titular del convento, en el frontis del altar mayor de la capilla.

En un altar lateral a la izquierda, preside la imagen de Nuestra Señora del Carmen, escultura de talla policromada del artista Romero Tena.

Es de resaltar, como colofón, el relieve en piedra que del mismo tema mariano de la Anunciación de la Virgen y en estilo moderno preside la fachada de la iglesia del histórico convento de la Encarnación.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía

  • La arquitectura del eclecticismo en Valencia: vertientes de la arquitectura valenciana entre 1.875 y 1.925. Benito Goerlich.

  • La Valencia desaparecida. Ángel Martínez y Andrés Giménez.

  • Guía urbana de Valencia: antigua y moderna. Vicente Salvador y Monserrat (marqués de Cruilles)

  • Nomenclátor de las puertas, calles y plazas de Valencia. Manuel Carboneres. 1.873

  • Historia de la Ciudad. Colegio Territorial de arquitectos de Valencia y el Ayuntamiento de Valencia.

  • Valencia antigua y moderna. Marcos Antonio Orellana.

  • La iglesia de San Juan del Hospital de Valencia. Luis Gascó Pascual. 1.969

  • Monasterios y Nuevas fundaciones conventuales en la Valencia del siglo XVI. Mercedes Gómez-Ferrer Lozano

  • El monasterio de Jerusalén. Francesc Almela i Vives. 1.941

  • Sus monumentos y sus artes. Su naturaleza y su historia. Teodoro Llorente i Olivares. 1.887-1.889

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