Casa Judía

Casa Judía

Situación: Uso privado

Estilo: Art Déco

Dirección: Calle del Castellón, 20

Construcción: 1.930

Arquitecto: Juan Francisco Guardiola

Casa Judía

Construida en 1.930 por el arquitecto Juan Francisco Guardiola Martínez a petición de Yosef Shalóm, es un claro ejemplo del estilo Art Déco de los años 20 y 30 en el que se reutilizaban de manera totalmente libre elementos arquitectónicos de otras épocas y culturas.

La Casa Judía se inscribe dentro de una parcela del ensanche con viviendas de doble orientación a calle y patio de manzana.

No es fácil encontrar información de su disposición en plantas y sección, pero lo que hace realmente único a este edificio es su fachada.

Situada en la calle Castellón número 20, pese a encontrarse a escasos metros de la Estación del Norte o la Avenida de las Germanías, la estrechez de la calle impide que sea muy concurrida, y hace, si cabe, que sea más inesperado encontrarse un tesoro con semejante voltaje de formas y colores.

En el edificio se reunía de manera discreta y secreta la reducida comunidad judía de la época que residía en Valencia para realizar sus tradicionales celebraciones religiosas.

Los colores explotan (rosa, verde, amarillo y azul) con una presencia protagonizada por una palmera que traspasa los pisos en una idea difícil de encajar en los cánones arquitectónicos.

A modo romántico se ponen al mismo nivel y se usan indistintamente en la composición columnas con capiteles egipcios, ventanas ojivales o remates exóticos con forma de pagoda.

Juan Francisco Guardiola Martínez nace en Sueca (Valencia) en 1.895.

En 1.917 se instala junto con su familia en Barcelona para cursar los estudios de Arquitectura.

En 1.922 consiguió un Premio Extraordinario por su proyecto para la estación de metro de la Plaza de Cataluña.

Arquitecto prolífico, durante su dilatada carrera edificó gran número de viviendas, almacenes, cines, fábricas y teatros.

Destacan por el uso similar de una imaginación efusiva y sin límites: la Casa Xina, de la calle Muntaner, 54 en Barcelona (1.929) o el Ateneo del Socorro en Sueca (1.927).

La Casa Judía se inscribe dentro de una parcela del ensanche con viviendas de doble orientación a calle y patio de manzana.

No es fácil encontrar información de su disposición en plantas y sección, pero lo que hace realmente único a este edificio es su fachada.

El edificio consta de planta baja y siete alturas, las dos últimas más estrechas en forma de ático.

Esta responde a un orden clásico lo que la divide en tres cuerpos: basamental, central y superior.

El basamento está compuesto por dos plantas que en origen quedaban encuadradas por dos impresionantes columnas neo-egipcias de doble altura.

En el eje central, casi a la altura de los ojos, en el centro del frontón curvilíneo que marca la entrada, una estrella de seis puntas delineada en azul sobre una tela ondulada ocre nos da la clave para entender el porqué de su sobrenombre.

Debido a que el edifico carece de cualquier grado de protección, en algún momento de su historia, estas columnas fueron amputadas en su parte inferior, y sustituidas por unos escaparates y verjas de dudoso gusto.

El cuerpo de la fachada está formado por dos pisos donde destacan la composición de los balcones y la disposición y el ritmo de los miradores centrales en madera.

La composición de este elemento es menos volumétrica y más prolífica en el uso del color; destaca el uso de rayas horizontales alternas en las pilastras; y rayas horizontales en los dinteles.

Como colofón, el remate del edifico, se caracteriza por el uso de líneas quebradas en las pilastras centrales, lo que da mayor movimiento al conjunto. En esta parte central, las tres ventanas de la última planta están rematadas con arcos ojivales, y rosetones calados de clara inspiración árabe.

Desgraciadamente, y al igual que pasó con la parte inferior, la parte superior de la fachada ha sufrido importantes cambios en su composición, ya que en algún momento de su historia desaparecieron los remates de estilo neo-hindú que a modo de pináculos coronaban la fachada.

Pese a las numerosas vicisitudes y el implacable paso del tiempo, la Casa Judía, y sobre todo su fachada, puede estar orgullosa de seguir teniendo un hueco especial en el corazón de los valencianos que se han topado con ella por su camino.

Curiosamente, en los bajos del edificio hay una puerta donde con caracteres hebreos pero escritos al revés se pregunta “Si estás muerto”.

Ahora, el Círculo por la Protección del Patrimonio reclama “actuaciones administrativas para incoar este edificio como Bien de Relevancia Local y se actualice el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Valencia, incluyendo también al Cine Jerusalem” (así llamado porque está en el barrio de Convento de Jerusalén).

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía

Fotografía

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