Palacio de los Duques de Gandía

Palacio de los Duques de Gandía

Situación: Sede de las Cortes Valencianas

Estilo: Gótico valenciano, renacentista.

Dirección: Plaza de San Lorenzo, 4

Construcción: Finales del siglo XV

Arquitecto: Francesc Martínez alias Biulaygua y Pere Compte

Palacio de los Duques de Gandía

Conocido igualmente como Palacio de Benicarló.

Data de los siglos XV-XVI y se construyó para albergar, según parece, al III duque de Gandía, Juan de Borja.

El aspecto inicial del edificio era tal y como ahora puede verse, flanqueado en un extremo por una torre cuadrada.

Los amplios ventanales aparecen, sin embargo, insinuados.

La puerta, con arco de medio punto y grandes dovelas, ha recuperado la posición original y sobre ella estaba el escudo de los Borja, de la misma manera que figuraba en el Palacio ducal de Gandía.

Palacio de los Duques de Gandía

En tiempos más recientes fue adquirido por el I marqués de Benicarló, título otorgado en el año 1.905 a don Juan Pérez San Millán y Miguel, senador del Reino de Valencia, antes de ser adquirido por el marqués tras sufrir un largo periodo de abandono, había sido fábrica de sedas.

Es pues en el siglo XIX cuando se le sometió a una restauración neogótica, quedando del estilo original tan solo las ventanas situadas bajo el alero.

El arquitecto Salvador Monmeneu fue el autor del proyecto que varió de forma radical su tipología.

Es en ese momento cuando se redistribuyen los espacios.

La planta noble, de gran altura, como evidencian los ventanales góticos, se transforma en dos, apareciendo por tanto más huecos en la fachada y cegándose los anteriores.

Palacio de los Duques de Gandía

El edificio tiene en ese momento cuatro plantas, las mismas que se conservan hoy, y se redecora según el proyecto del arquitecto Ferreres, alterándose también la parte posterior donde aparecía una “serre” (especie de invernadero).

Sobre la puerta tenía en aquel momento el escudo de armas de los Condes de Sizzo-Noris.

A la planta principal se accede por una escalera ovalada, de mármol, con baranda de hierro y bronce.

En el arranque tiene una lámpara de estilo modernista, y en lo alto una cristalera.

Sus salones fueron mudos testigos, en tiempos cercanos, de notables mortadores.

En 1.923 se ofreció en ellos una cena al rey Alfonso XIII.

Fue sede del Gobierno de la II República, y sirvió, años después, de residencia del entonces jefe de estado, Francisco Franco, en una de sus visitas a Valencia.

Antes de ser adquirido por la Generalitat Valenciana, estaba ocupado por la Jefatura Provincial del Movimiento y dependencias del Gobierno Civil.

Palacio de los Duques de Gandía

Hoy es la sede de la Presidencia y Cortes Valencianas cuyo hemiciclo está situado en lo que antaño fue el jardín del palacio.

La nueva construcción adosada contrasta enormemente, no solo con el propio palacio, sino también con el entorno, constituyendo una de las llamativas estridencias arquitectónicas de la barriada.

En su fachada puede verse una lápida que evidencia la antigüedad del palacio, con el siguiente texto:

En esta casa comprada por los Jurados y Junta de Muros y Valladares en 20 de marzo de 1.408 a Mossén Pedro de Vilaragut, se instalaron la Escuela de Gramática y Arte de la ciudad y en 1.412 las del cabildo eclesiástico, mediando para esta misión el Consejo de San Vicente Ferrer”.

Fue colocada aquí en 1.902.

Palacio de los Duques de Gandía

Un poco más de historia.

El palacio de Benicarló se construyó a finales del siglo XV como residencia en Valencia de la familia Borja, duques de Gandia, sobre unas casas o edificio anterior donde estuvo instalada la Escuela de Arte y Gramática de la ciudad desde 1.408.

En este año el «Consell de la Ciudad» había comprado varias casas a Pere de Vilaragut y Martina Pérez Dorries para instalar en ellas la Escuela de Gramática.

En 1.414 el «Consell» vende a mosén Aymerich de Centelles, señor de Llombai las casas.

Posteriormente consta que los terrenos eran propiedad de la familia Guillem Catalá.

El solar fue adquirido el 24 de agosto de 1.484 a Joan Guillem Catalá, barón de Planes para Pedro Luis de Borja (1.458-1.488) I duque de Gandia.

El palacio fue propiedad de distintas e importantes familias a lo largo de su historia, primero perteneció a la Casa de Borja desde 1.485, fue abandonado a mediados del siglo XVIII por los duques de Gandía, quedando en estado ruinoso.

Después perteneció a la Casa de Benavente y, finalmente, a la Casa de Osuna, hasta mediados del siglo XIX, momento en que se vendió el palacio al conde de Benicarló.

Palacio de los Duques de Gandía

Otros trabajos en el Palacio de los duques de nuestra ciudad de los que exisate constancia son: dos arcos de piedra para la entrada de la casa.

Hacia 1.487 Pere Compte trabajaría en la construcción de cuatro ventanas en piedra del palacio: dos en el estudio mayor «dels Raims» y otras dos en el estudio de la torre.

Además realizó otras ventanas en distintas partes del edificio: dos ventanas para el segundo estudio que daba hacía la plaza y otra para el estudio llamado de las Rosas que daba al patio.

La principal característica del palacio es su amplia fachada limitada en uno de sus extremos por una torre que supera en poco la altura del cuerpo principal.

Sin embargo todo lo amplio que tiene la fachada lo tiene de escaso en profundidad y es que en la Baja Edad Media la importancia de una familia también se medía por la grandeza de su palacio y esta fachada tan extensa hacía presumir un poder y una nobleza superior.

En origen la torre debía estar almenada, en la actualidad tal defensa ha desaparecido y aparece un tanto desmochada y plana.

A pesar del lujo con que fue vestido el palacio y su importancia, la casa pocas veces estuvo habitado por sus propietarios que tenían su residencia permanente en el Palacio Ducal de Gandia.

Palacio de los Duques de Gandía

Con la expulsión de los moriscos el ducado de Gandía entró en franca decadencia lo que motivo que el palacio fuera paulatinamente abandonado y entrara en fase de abandono.

Del palacio gótico se conserva la portalada con arco de medio punto y la «logia» o galería de ventanas con arcos mixtilineos del último piso.

Por encima de esta serie de ventanas corre un alero de madera en cuyas vigas se puede leer «soc del pinar de Campanar«, lo que nos indica claramente la procedencia de la madera con que están realizadas.

Posteriormente, a mediados del siglo XIX, la familia Pujals lo adquirió para establecer una fábrica de seda.

El palacio, mandado construir por los duques de Gandía en la capital del entonces Reino de Valencia, constituyó durante siglos la expresión de su preeminencia entre la nobleza local.

Palacio de los Duques de Gandía

El inicio de una construcción con pretensiones coincidió prácticamente con la concesión del ducado y, sin duda, fue voluntariamente perseguido un marcado carácter representativo.

Este criterio explica su ubicación urbana y sus espectaculares dimensiones, hoy principalmente observables en su fachada y en la insinuación que en ésta tuvieron las estancias de su planta noble.

Y se mantuvo a lo largo del tiempo, aunque tempranamente languideciendo tras la muerte de los dos primeros duques.

Este ocaso se aceleró cuando los poseedores del título abandonaron tierras valencianas o éste recayó en manos de otros que nunca las pisaron.

La responsabilidad de la construcción del palacio de los Borja en Valencia, fue, al igual que su posesión, distinta y dominante a lo largo de su historia.

En su encargo adquieren especial relevancia los primeros duques de Gandía y el cardenal Rodrigo de Borja, después Papa Alejandro VI.

Por lo que respecta a la ejecución de la obra, se trata con especial atención la figura de los prestigiosos maestros de obras de la ciudad: Francesc Martínez alias Biulaygua y Pere Compte.

Palacio de los Duques de Gandía

Además de los datos que vinculan a estos artífices con el palacio se hace una exposición diacrónica de sus aportaciones a través del análisis bibliográfico, al que añadimos otros importantes datos documentales inéditos, como la participación de Pere Compte en el convento del Corpus Christi de Luchente (Llutxent), en el puente del Pajazo (Requena), etc.

En la ubicación del palacio y su inserción urbana tenemos que, por un lado, se identifican los inmuebles adquiridos sobre los que se edificó un nuevo edificio para, de este modo, inferir en aspectos como los deseos de economía en la obra o en el nivel de autonomía o dependencia de lo construido respecto a lo ya encontrado y aprovechado en parte.

Por otro lado, se ahonda en las razones de representatividad que llevaron a los Borja a elegir la plaza de San Lorenzo de la ciudad de Valencia como lugar donde asentar uno de sus palacios.

Palacio de los Duques de Gandía

Por último, encontramos su relación con el entorno: el más inmediato, formado por las calles circundantes y jardines particulares, y otro más lejano, que es el que alcanza la vista, con el perfil de la ciudad y la huerta extramuros como horizonte.

Por lo que respecta al proceso constructivo del edificio, en su época de mayor actividad, de 1.485 a 1.520, cuando se adaptan edificios preexistentes y se elevan otros, se construye la escalera de piedra del patio por Pere Compte (autor de obras importantísimas en la ciudad de Valencia como la Lonja de los Mercaderes), se realizan importantes trabajos en los estudios, labores de cantería en ventanas y otros elementos relevantes.

En estos trabajos, además de los maestros citados, se nombran numerosos artífices: los albañiles Juan Agras, Francisco Agras, Joan Vilar, etc.; los carpinteros Antoni Munyos, Luis Amorós, Antonio Pérez, Antonio Celma, Joan Perales, Melcior Serra, Guillem Gilabert, etc.; los pintores Joan Guillem, Joan Girbes, Martí Girbes, Luis Forment, etc.; los canteros Pere Català, Diego de la Roa, García de Vargues – García de Vargas, que se ha podido identificar con García de Toledo y cuyo verdadero nombre era Danaequo, Joan Bribesques (también nombrado como Unnesques, Urcnesques, Viciesques, Brebesques, Biruesta, Bribesca, Virnescas o Virnesques), Pere Alcanyis, Joan Corbera…

En su construcción, aunque no se presentan antecedentes directos, sí es cierto que la influencia de esta familia en la arquitectura derivó en la creación de tipos, modelos y soluciones tomados que fueron practicados con anterioridad en una serie de casas señoriales y fundaciones religiosas de los Borja, que por su cronología o tipología sirven para entender soluciones del palacio valenciano.

Palacio de los Duques de Gandía

Así se presentan las casas señoriales de Torre de Canals y Xàtiva, el palacio ducal de Gandía, el condal de Oliva, y otras casas de Valencia, con especial atención a la de calle Caballeros, que fue propiedad hasta el siglo XVI de los Centelles.

El cuidado de la obra y sus transformaciones dirigidas a una mayor habitabilidad estuvo delegado en los más destacados arquitectos y artistas activos en la capital.

A mediados del siglo XVIII, extinguido el linaje de los Borja, el ducado de Gandia pasa por herencia a los condes de Benavente y duques de Osuna, que abandonaron el cuidado del palacio que quedó en estado ruinoso y utilizado para diversos usos, así entre 1.796 y 1.797 fue utilizado como cuartel.

En 1.846 el XVI duque de Gandia, don Mariano Tellez Girón vendió el palacio a Francisco Pujals para establecer aquí una fábrica de hilaturas de seda (Pujalt y Cia.).

Entre otros usos que tuvo el palacio conviene destacar el de almacén de granos, teatro operístico o viviendas particulares.

En 1.905 Juan Pérez de Sanmillán y Miquel aparece como titular del palacio por su matrimonio con Emilia Fontanals que a su vez había heredado de la familia Pujals.

Juan Pérez de Sanmillán recibe el título de marqués de Benicarló y desde entonces el palacio será conocido como Palacio de Benicarló.

Este nuevo propietario realizó numerosas remodelaciones en el edificio que alteraron su fisonomía anterior.

En esta etapa renace la vida del palacio que recibirá ocasionalmente la visita de Alfonso XIII.

Durante la guerra civil fue sede del gobierno Republicano instalado en Valencia.

Después de la guerra es devuelto a su propietario Guillermo Pérez de Sanmillán y Fontanals, II marqués de Benicarló.

En 1.973 el Estado español compra el palacio como sede de la Jefatura Provincial del Movimiento.

En la actualidad es la sede de las Cortes Valencianas.

Palacio de los Duques de Gandía

Para esta función los arquitectos Carlos Salvadores y Manuel Portaceli adecuaron sus salas para esta función entre 1.988 y 1.994, además recuperaron en la medida de lo posible los elementos originales del palacio.

En su interior podemos contemplar salones que van del gótico hasta el modernismo pasando por el neoclásico, así como los cimientos de una casa de época romana del que se conservan muros, arcos, columnas y dos impresionantes mosaicos descubiertos recientemente.

No en vano su parte trasera linda directamente con la VIA AUGUSTA, actual calle del Salvador.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía

Fotografía

  • Palacios y Casas Nobles de la ciudad de Valencia. Francisco Pérez de los Cobos Gironés.

  • Jdiezarnal

  • Archivo Histórico Municipal

  • Laurent. Colección Díaz Prosper

  • Marcos Buigues Metola

  • Arquitectos italianos en España

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