Obra nueva del río

Obra nueva del río

Fàbrica nova dita del Riu

Orígenes bajomedievales. La obra nueva del Río (1.589-1.609)

Historia de las obras públicas en la Valencia del Antiguo Régimen, siglos XIV-XVIII

Como su nombre indica, la Fàbrica nova del Riu se ocupaba de las obras realizadas en el lecho del Turia.

A partir de la década de 1.590 dicha sucursal de Murs i Valls estuvo a cargo de la construcción de los paredones o diques defensivos (cuyo fin primordial consistió en y encauzar los turbulentos desbordamientos del río) y la reedificación de los bellos puentes del Real y del Mar y, posteriormente el de San José.

Si te gustan nuestros artículos puedes suscribirte a los boletines semanales con las últimas noticias sobre la historia de Valencia

Obra nueva del río

Fàbrica nova dita del Riu

Orígenes bajomedievales. El puente del Real

Historia de las obras públicas en la Valencia del Antiguo Régimen, siglos XIV-XVIII

Las obras del actual puente del Real dieron comienzo en noviembre de 1.589, justo un mes después de que las graves inundaciones acaecidas durante los días 20 y 21 de octubre dejaran a su predecesor, prácticamente intransitable, tanto a pie como a caballo.

Des estas obras se hizo cargo la Fàbrica vella de Murs i Valls, aprovechando el maderamen de lo que hasta entonces había sido la Palanca o puente del Mar.

Pero dos días antes que el Consell general y la Ilustre Junta deliberaran la implantación inmediata de la nueva sisa de las carnes (esto sucedió el 18 de septiembre de 1.590), otra gran avenida echaba por tierra todos los esfuerzos humanos y económicos invertidos a lo largo de un penos año de sacrificios.

Apenas implantado el polémico nuevo impuesto de las carnes, las ingentes obras del río Turia se transfirieron a la naciente Fàbrica nova del Riu, que desde entonces, asumió la responsabilidad de construir el puente del Real.

Con todo, no sintiéndose la Junta de Murs i Valls satisfecha (en vista de los resultados) con los trabajos iniciados a finales de 1.589, decidió paralizarlos y someter el proyecto a concurso público.

La subasta tuvo lugar el 24 de mayo de 1.594, y fue ganada por les obrers de vila de Guillem Salvador, Hierony Negret y Françes Anthon, quienes en ese mismo día acordaron la fábrica de las obras a realizar en el puente del Real.

Sin embargo, mientras el puente del Real era reconstruido, las obras se vieron afectadas por dos problemas de suma gravedad, que incluso, llegaron a poner en aprietos su continuación:

El primero, radicó en el, ya comentado, subálveo del río Turia.

En efecto, la circulación de aguas en el cauce, retrasó y comprometió la edificación del puente del Real, precisamente en el momento crucial de asentar sus cimientos sobre el inestable lecho fluvial.

Pese a todo, la fábrica nueva no desfalleció ante las trabas impuestas por la naturaleza, y contrató los servicios de Joan Pasqual, mestre de fer molins, para que procediera al drenaje del subsuelo mediante acequias y norias hidráulicas.

Obra nueva del río

Fàbrica nova dita del Riu

Orígenes bajomedievales. El puente del Real

Historia de las obras públicas en la Valencia del Antiguo Régimen, siglos XIV-XVIII

La segunda dificultad estribó en una fuerte riada otoñal ocurrida en octubre de 1.597, esta arrasó, con sus enfurecidas corrientes, una arcada del puente prácticamente concluida.

Una vez vencidos ambos contratiempos, las obras se reemprendieron a un ritmo vertiginoso ante el anuncio del inminente enlace matrimonial entre el heredero de la corona (el futuro Felipe III) y la archiduquesa Margarita de Austria.

Además, sin descuidar en ningún momento la calidad y solidez de la fábrica, la Junta de Murs i Valls también se mostró interesada por la ornamentación del regio puente; para ello se proyectó, mediante una provisión acordada el 14 de julio de 1.598, edificar “[…] dos pirámides ab se boles,. tot de una peça de pedra de Ribarroja, la una per al un cap del pont del Real y l’altra per altre cap pont del Real, y en la una se pose Sant Vicent Ferrer y en l’altra Sant Vicent Mártir, damunt les boles de dites pirámides {…]”; pero dos meses después (14 de septiembre de 1.598) la Junta reconsideró su resolución anterior, pensando que sería mucho más ventajoso, económica y estéticamente, encargar las imágenes de los santos patrones valencianos en la ciudad de Génova.

Sin embargo, semejantes pretensiones jamás se llevaron a cabo, pues la muerte de Felipe II supuso una nueva aceleración de los trabajos para inaugurar el puente durante el solemne acto de juramento de los fueros por su sucesor, el 28 de febrero de 1.599, el resultado fue una bella y audaz fábrica de cantería sobre 10 arcos escarzanos, que constituye un auténtico alarde de severidad y buen gusto.

Obra nueva del río

Fàbrica nova dita del Riu

Orígenes bajomedievales. El puente del Mar

Historia de las obras públicas en la Valencia del Antiguo Régimen, siglos XIV-XVIII

El puente del Mar constituía para Valencia una pieza clave en su red vial, pues a través de este paso fluvial se canalizaban las mercancías y abastecimientos desembarcados en el puerto del Grau.

Sin embargo, la riada de 1.589 lo había destrozado y dejado tan maltrecho, que la Junta de Murs i Valls tomó la firme decisión de reconstruirlo de nuevo con toda magnificencia y solidez.

Los prolegómenos de las obras dieron comienzo entre los días 18 y 20 de mayo de 1.591 junto al huerto conventual del Remedio; pero a lo largo del verano de ese mismo año se entabló un intenso y reñido debate técnico acerca del lugar más idóneo donde debía emplazarse el nuevo puente del Mar.

Así pues, tras varias reuniones y consejos, el lugar escogido (por mayoría simple), resultó ser precisamente, junto a los primitivos fundamentos de la antigua Palanca del Mar, que había sido arrastrada por la riada del 1.589, es decir, “desde frente al Convento de Nuestra Señora del Remedio, Orden de los Trinitarios Calzados, hasta cerca del Convento de San Juan de la Ribera, de Descalzos de San Francisco”.

El proyecto o trazas del futuro puente de cantería fue elevado hasta la misma Corte Real, donde el rey Felipe II confirmó, bajo la supervisión previa y reconocido asesoramiento de su prestigioso arquitecto Juan de Herrera (1.530-1.597), dicha ubicación, al considerarla como la más beneficiosa para la ciudad de Valencia.

Oficialmente la obra dio comienzo el 8 de mayo de 1.592, fecha en que las obras del puente fueron sacadas a pública subasta, ganándola, en esta ocasión, Pere Tacornal, obrer de vila.

Por otro lado, mientras duraron los trabajos, la Junta de Murs i Valls demostró poseer unas excelentes dotes de organización y previsión, puesto que desde principios de 1.591, no escatimó recursos en construir un paso para que pudieran vadear el río los carros que transportaban los pertrechos para la fábrica del puente del Mar y, también, un sencillo puente de madera provisional para restablecer el tránsito o tráfico comercial en aquel estratégico paraje, interrumpido bruscamente por la avenida registrada en octubre de 1.589.

Obra nueva del río

Fàbrica nova dita del Riu

Orígenes bajomedievales. El puente del Mar

Historia de las obras públicas en la Valencia del Antiguo Régimen, siglos XIV-XVIII

Para el otoño de 1.595, el actual puente del Mar estaba ya casi acabado, quedando tan solo por ultimar una arcada y asentar en sus barandas bolas decorativas; sin embargo, las obras no culminaron definitivamente, hasta el año 1.596, es decir, cuando la Fàbrica nova contrató al picapedrer Francisco Figuerola para labraar la denominada Cruz del puente del Mar, con piedra procedente de la áspera sierra de Agullent, cerca de la Verge d’Agres.

El puente del Mar constituye una verdadera joya del patrimonio artístico y monumental valenciano por la exquisita armonía de sus 10 arcos escarzanos con delicadas dovelas y elegancia ornamental de influencia, sin lugar a dudas, herreriana.

Obra nueva del río

Fàbrica nova dita del Riu

Orígenes bajomedievales. Los colosales paredones del río Turia: ecos herrerianos

Historia de las obras públicas en la Valencia del Antiguo Régimen, siglos XIV-XVIII

Los pretiles o paredones actuales del viejo cauce del río Turia constituyen, sin lugar a dudas, la obra pública más trascendental y considerable que llevó a cabo la Fàbrica nova del Riu en la ciudad de Valencia.

Las continuas y catastróficas avenidas estacionales obligaron a las autoridades centrales y locales a emprender la ingente tarea de encauzar la temible corriente fluvial, mediante la construcción de colosales muros de piedra sillares y mampostería ordinaria reforzada en talud, solo comparables, al menos durante la época, con los diques artificiales de contención y defensa contra el furioso embate de las aguas del mar del Norte en los Países Bajos.

Dichas obras se llevaron a cabo por medio del eficiente a destajo, lo cual explica sobradamente, que en algunas etapas determinadas pudieran edificarse los pretiles con extremada celeridad y en un cortísimo plazo de tiempo.

Aunque las fechas de construcción, a lo largo de dos centurias, según el arbitrio de los cronistas o autores, es posible afirmar que, en líneas generales, los trabajos dieron comienzo en el tramo comprendido entre los puentes de la Trinidad y del Real, es decir, junto al casco urbano, en la margen derecha del río (1.591-1.596).

A continuación los trabajos prosiguieron entre los puentes del Real y del Mar (1.592-1.596); pero el período 1.606-1.674 fue construido, pese a la existencia de dilatadas intermitencias, el paredón más extenso, puesto que abarcaba desde la Cruz de Mislata hasta el puente de San José, y desde allí al de Serranos.

Además, a partir del año 1.729, el pretil fue progresivamente ampliado hasta alcanzar la vieja ermita de Monteolivete.

Mientras tanto, en la margen izquierda, aun cuando el dique poseía una longitud más reducida, las obras se realizaron con un ritmo más pausado, puesto que se precisó todo el período de 1.591-1.789 para proteger de las inundaciones el espacio que se extiende desde el puente de San José hasta el puente del Mar.

Obra nueva del río

Fàbrica nova dita del Riu

Orígenes bajomedievales. Los colosales paredones del río Turia: ecos herrerianos

Historia de las obras públicas en la Valencia del Antiguo Régimen, siglos XIV-XVIII

Por otra parte, aunque el cometido primordial de los paredones consistía en contener y encauzar los destructivos desbordamientos del río Turia, estos parapetos monumentales también cumplían, según nos indica el historiador Gaspar Juan Escolano, otras funciones secundarias de carácter militar y, sobre todo, estética:

[…] Hacen estos paredones dos admirables efectos de fortificación, el uno contra las avenidas del río, y el otro de una nueva muralla, para contra ejército de enemigos, en caso que quisiesen batir la ciudad, y no solo para fortificación, sino para belleza, como está dicho, son estos paredones los que notablemente la suben de punto […]”.

En efecto, aun cuando los pretiles del Turia recuerdan vagamente a los sobrios edificios herreriano-felipenses por su unidad, severidad, sencillez de formas decorativas y excesiva amplitud, solo interrumpida con motivo de los accesos a los puentes, dichas construcciones públicas respondían al ideal urbanístico imperante en las postrimerías del siglo XVI y en el transcurso del XVII.

Respecto a sus elementos ornamentales, que singularizan algunos tramos (rampas, escalinatas, casalicios, bancos pétreos destinados al descanso del viandante, estribos poliédricos, trompas de ángulo, paseos o jardines adyacentes, etc.), destacan particularmente, las características y elegantes bolas de los barandales, que el mencionado Gaspar Juan Escolano describe del siguiente modo:

[…] Detrás de este puente (del Mar) se acabó la famosa obra de los reparos y paredones del río por la parte que alinda con la cerca de la ciudad, hermoseada con unos globos de piedra, que levantándose sobre unos pilarejos cuadrados de trecho en trecho en todo el borde la pared, desde dicho puente de la Mar hasta el del Real, hacen con los reflejos del río un vistoso teatro para los admiradores […]”.

Los impresionantes paredones “herrerianos” edificados por la Fàbrica nova del Riu constituyen, junto con la laboriosa y problemática reconstrucción de los magníficos puentes del Real y del Mar, un ambicioso y decisivo empeño urbanístico, aunque más bien intencionado que práctico, de acuerdo con lo que nos ha demostrado la experiencia posterior en ocasión de avenidas extraordinarias (como la sufridas en 1.897 y 1.957), tan solo superado por la Ley del Plan Sur de Valencia del año 1.961.

Obra nueva del río

Fàbrica nova dita del Riu

Orígenes bajomedievales. El puente de San José

Historia de las obras públicas en la Valencia del Antiguo Régimen, siglos XIV-XVIII

El puente de San José, también conocido como Pont Nou o Pont de la Zaidia, es el último de los antiguos puentes de la ciudad de Valencia, cuya fábrica de cantería fue proyectada y ejecutada bajo las directrices marcadas por la Junta de Murs i Valls.

Situado aguas arriba del río Turia y frente al Portal Nou o de la Santa Cruz, dicho puente comunicaba el centro urbano del Llano de la Zaidia, Marxalenes, Tendetes y Campanar.

Además hay que señalar una vez más, que en ese tramo fluvial se ubicaba la zona del Cremador inquisitorial, es decir, el siniestro paraje donde eran quemados los reos “relajados” al brazo secular.

Las primeras noticias del puente de San José se remontan hacia el año 1.383 y, en sus comienzos no fue más que un rudimentario y endeble puentecillo de madera y piedra (denominado vulgarmente Palanca del Cremador) con escaso valor estratégico en el conjunto de la red viaria de la Valencia medieval.

Semejante estructura, que apenas si lograba salvar la anchura del cauce, sufrió serios reveses a lo largo de su historia, pues con harta frecuencia, fue arrastrado total o parcialmente, por la enfurecidas aguas del Turia en 1.487, 1.500, 1.517 y 1.589; con todo, la solución definitiva destinada a remediar tanto quebranto no cristalizaría hasta la fundación de la Fàbrica nova del Riu en septiembre de 1.590.

Las primeras gestiones que efectuó la recién creada institución municipal para reconstruir, o mejor dicho, remodelar la malparada “Palanca”, tuvieron lugar el 2 de noviembre de 1.590, cuando Joan Salvador y Françes de Anthon, mestre d’obres de vila, Guillem del Rey, pedrapiquer, y Gaspar Gregori, fuster, manifestaron (después de haber realizado una visura pericial el día 25 de septiembre de ese mismo año) ante la Junta de Murs i Valls la perentoria necesidad de alargar el puente de 2 a 6 arcadas hacia el lado ocupado por el monasterio cisterciense de la Zaidia y, asimismo, edificar un gran paredón, desde el susodicho lugar hasta el puente de Serranos, para proteger así el camino de Murviedro (Sagunto) de las avenidas del río.

A pesar de ello, la propuesta no contentó demasiado a los miembros de la Ilustre Junta y el 21 de enero de 1.591 acabó prosperando  otro proyecto menos ambicioso, puesto que solo se limitaba a la construcción de 2 arcadas en ambas márgenes del río, al llegar a este punto podríamos aventurar que la Fàbrica nova solo intentaba llevar a cabo una modesta remodelación en el puente de San José, añadiendo aquí o allá arcadas a los vestigios de cantería de la vieja “Palanca”; sin embargo, tales obras no se pudieron ejecutar hasta los albores del siglo XVII, debido principalmente, a la prioritaria reconstrucción delos puentes del Real y del Mar.

Obra nueva del río

Fàbrica nova dita del Riu

Orígenes bajomedievales. El puente de San José

Historia de las obras públicas en la Valencia del Antiguo Régimen, siglos XIV-XVIII

De este modo se llega a los invernales días 16 y 17 de febrero de 1.603, cuando Pere Navarro, Hierony Negret, Sebastià Gurrea y Françes de Anthon, obrers de vila, efectuaron dos nuevas inspecciones con el fin de dictaminar cuantas arcadas eran necesarias para prolongar el puente de San José.

En cualquier caso, no hubo acuerdo formal y los estudios periciales fueron aplazados sin plazo o fecha determinados.

No obstante, el 13 de agosto de 1.603 la Junta de Murs i Valls reanudó el debate y convocó una comisión integrada por Françes de Anthon, Hierony Arboleda, Sebastià Gurrea, Pere Navarro y Antoni Torllonada, obrers de vila, y Viçent Esteve, pedrapiquer, para que estos peritos examinasen con minuciosidad el puente y juzgasen si era viable construir 6 arcadas más, es decir, 2 a la parte de la ciudad de Valencia y otras 4 a la parte del Pla de la Zaidia.

Finalmente esta comisión de expertos se pronunció (según el informe técnico redactado el 11 de marzo de 1.604) a favor de la prolongación del paso fluvial; a consecuencia de esta importante inspección se acordó la reforma definitiva del puente de San José, y el día 11 de mayo de 1.604 el notario Jaume Andreu dio fe del contrato de obras, en virtud del cual, Hierony Negret y Sebastià Gurrea, se  adjudicaron la edificación del nuevo puente a razón de 7.504 libras.

Los trabajo se iniciaron, por fin, el 30 de julio de 1.604 mediante el práctico sistema a destajo, pero el 3 de marzo de 1.606 hubo, por orden de la Junta de Murs i Valls, otro reconocimiento pericial a cargo de los expertos Guillem del Rey y Joan de la Cantera, quienes estimaron conveniente reforzar la cimentación del puente, al mismo tiempo que aconsejaban, por razones de seguridad ante las avenidas del río, construir los tajamares (Un tajamar es la parte que se agrega a las pilas de los puentes, aguas arriba y aguas abajo, en forma curva o angular, de manera que pueda cortar el agua de la corriente y repartirla con igualdad por ambos lados de aquellas) de piedra, puesto que hasta entonces su fábrica había sido de ladrillo.

Tras esta última inspección las obras de remozamiento continuaron sin experimentar ninguna otra interrupción y un año más tarde, en 1.607, estas ya se hallaban acabadas.

De este modo, quedo levantado el actual puente de San José sobre 13 sencillos arcos escarzanos, sensiblemente más estrechos que los ojos de los otros viejos puentes sobre el Turia.

 

Fuentes consultadas:

  • Archivo del Reino de Valencia

  • Archivo Histórico Municipal

  • Archivo Administrativo Municipal

  • Biblioteca valenciana

  • Biblioteca de Etnología

Bibliografía

  • La acequias de Francos, marjales y extremales de la ciudad de Valencia. Ferran Lluch Cebrià y Lluís Beltrán Llopis

  • El Tribunal de la Aguas de Valencia y su proceso (oralidad, concentración, rapidez, economía). Víctor Fairén-Guillén

  • Junta de Murs i Valls. Historia de las obras públicas en la Valencia del Antiguo Régimen, siglos XIV-XVIII. Vicente Melió Uribe (Tesis doctoral)

  • El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II. Fernand Braudel. 1.949

  • Cruces terminales de la ciudad de Valencia. Salvador Carreres Zacarés

  • La peste negra. Ángel Blanco Rebollo

  • Década primera de la insigne y coronada Ciudad y Reino de Valencia. Gaspar Escolano. 1.611

  • La Ciutat de València. Sintesi d’Historia i de Geografía urbana. Manuel Sanchis Guarner

Fotografías

  • Archivo fotográfico de José Huguet

  • Archivo fotográfico de Diez Arnal

  • Archivo Histórico Municipal

  • Biblioteca de Etnología

  • Centro Cultural La Beneficencia

  • Archivo fotográfico de Abelardo Ortolá

  • Archivo fotográfico de Manuel Cubells

  • Archivo fotográfico de Rafael Solaz Albert

  • Archivo fotográfico de Lázaro Bayarri

  • Archivo fotográfico de Periódico Levante

  • Archivo fotográfico de José Aleixandre

  • Archivo fotográfico de Marina Solaz

  • Archivo fotográfico de Morales San Martín

  • Archivo fotográfico de Toni Serrano

  • Archivo fotográfico de V. Andrés

  • Archivo fotográfico de Ludovisi y señora