Demetrio Ribes y Mercado

Demetrio Ribes y Mercado

Demetrio Ribes en el Mercado de Colón

Se ha destacado repetidamente la intervención de Demetrio Ribes en su calidad de arquitecto del contratista Ramón Ferrer, por su beneficiosa influencia en el diseño definitivo del Mercado de Colón, en particular, en la creación de las marquesinas laterales abiertas en forma de “Y” para una mejor ventilación del edificio.

La adjudicación de la obra en subasta al contratista Ramón Ferrer Galiana tuvo lugar el 3 de julio de 1.914.

El 17 de agosto de ese mismo año, Ramón Ferrer propuso el nombre de Demetrio Ribes pero, aun cuando la obra dio comienzo el 27 de agosto, la incorporación de Ribes como arquitecto de Ramón Ferrer tuvo lugar el 21 de octubre, momento en el que aceptó el nombramiento  como tal.

Esta es la única ocasión en la que aparece la firma de Demetrio Ribes dentro del expediente de construcción del mercado, cuyas certificaciones y decisiones relativas a la obra quedaron al margen de su persona.

Cuando se incorpora Ribes el 21 de octubre ya se había realizado todo el movimiento de tierras, la cimentación de ambas portadas y las columnas, el trazado del alcantarillado, la sillería de las primeras hiladas, la colocación de las primeras columnas e incluso un importante acopio de materiales.

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De estos hechos se puede deducir varias afirmaciones: en primer lugar, dado que no se refleja en el expediente cambio alguno sobre la marcha de la obra, los planos definitivos de 1.914 de la nueva portada de la calle Conde Salvatierra debían estar hechos antes del comienzo de la obra, el 27 de agosto de ese mismo año.

En segundo lugar, Demetrio Ribes aceptó el puesto de arquitecto de Ramón Ferrer de manera tardía, cuando la obra ya había comenzado con buen ritmo, algunas de las columnas  estaban ya colocadas y existía, como ya hemos apuntado, acopio de materiales.

En tercer lugar, Ribes no participó de manera transcendente en el expediente de construcción, puesto que su firma únicamente aparece en la aceptación de su cargo.

En el caso que Ribes fuera responsable del cambio de las marquesinas laterales en forma de “Y”, esta modificación habría tenido lugar en el período comprendido entre el 21 de octubre y el 31 de diciembre de 1.914, con las obras ya en marcha.

La aseveración de la responsabilidad de Ribes en el cambio de las marquesinas laterales derivó, en un principio, en los artículos que escribieron Demetrio Ribes y Francisco Mora en el último número de la revista Mercado de Colón.

Demetrio Ribes alababa el acierto de Mora al haber proyectado un mercado tan ventilado, con una interpretación de los útiles tradicionales; por su parte, Francisco Mora, reconocía la valiosa intervención de Ribes en su calidad de arquitecto del contratista, “quien le había asesorado con gran acierto, muy especialmente en los arduos problemas de la mecánica constructiva”.

Esta labor de asesoramiento del arquitecto Demetrio Ribes hacia el contratista Ramón Ferrer fue creciendo en consideración e importancia por la crítica hasta interpretar, sin fundamento sólido, que Ribes había sido el responsable de los últimos cambios en la marquesina del mercado.

Esta conclusión precipitada surgía comprensiblemente en un momento en el que se estaba valorando a Demetrio Ribes por encima de los compañeros de su profesión, en busca de un héroe de la arquitectura local que redimiera un pasado entonces muy censurado por la historiografía.

El rol de Demetrio Ribes por aquel entonces era muy atenuado y se limitaba a cubrir las lagunas de conocimiento técnico del contratista; un ejemplo contemporáneo que ilustra este tipo de participación es la fábrica de tabacos (1.905-1.909), cuyo proyecto fue elaborado en Madrid por el arquitecto Celestino Aranguren con la colaboración de los ingenieros Mauro Serred y Federico García Patón, y cuya dirección de obras corrió a cargo de un arquitecto residente en Valencia, Ramón Lucini Calleja (1.852-1.939).

La obra fue adjudicada al constructor Juan Pruneda García que contrató como arquitecto del contratista a Francisco Almenar Quinzá (1.876-1.936), de cuyo estilo y personalidad no quedó rastro alguno sobre la edificación de dicha fábrica, obra que además simultaneó con el diseño y la construcción de una decena de edificios y dos iglesias en Valencia.

La constructora Compañía Española de Construcciones, fundada por Demetrio Ribes en 1.917 no necesitó contratar a ningún arquitecto para la dirección de las obras, puesto que en este caso, el contratista Demetrio Ribes ya ostentaba el título de arquitecto.

En efecto, Ribes estaba tremendamente preocupado por el problema de la ventilación y por esta razón apreciaba la disposición abierta del Mercado de Colón; prueba de ello son sus esfuerzos por diseñar una sección para la Estación del Norte de Valencia que permitiera una ventilación adecuada y evitar de este modo el calor sofocante en los andenes que caracterizaba a algunas estaciones de entonces.

Pero ni esto, ni su experiencia previa con las grandes estructuras metálicas de las estaciones significaron necesariamente una contribución por su parte en el diseño definitivo del mismo.

Francisco Mora también demostró estar preocupado por la cuestión de la ventilación, ya en la memoria del primer proyecto para el Mercado de Colón, presentado el 17 de abril de 1.913, además, siendo este una reacomodación de las ideas ya preconcebidas para su proyecto para el Mercado Central, cabría consultar la base cuarta de dicho concurso para encontrar el origen de su actitud hacia la ventilación:

“[…] Será el edificio cubierto, empleándose el hierro como elemento principal de construcción, y deberá reunir todas las condiciones de solidez, ligereza y ornato que a los mercados exigen las modernas reglas y estilos arquitectónicos, además de la gran ventilación que requiere el clima del país; pero sin perjuicio de la elegancia y el buen gusto en la traza, se prescindirá de todo lo que no implique más lujo y de todo lo que sin ser de necesidad o utilidad, tienda a encarecer el costo […]”.

En la memoria para el proyecto del Mercado de Colón redactada el 17 de abril de 1.913, Francisco Mora explica sus intenciones con gran claridad: “[…] El edificio proyectado se reduce a unas cubiertas y marquesinas que resguardan del sol y la lluvia y permiten […] la suficiente luz y ventilación […]”.

En dicha memoria el propio Mora concibe su proyecto como una techumbre formada por 3 naves sobre columnas, con una voluntad prioritaria de aireación, ventilación natural diafanidad y transparencia desde las calles adyacentes al mercado.

Es significativo señalar que utiliza la palabra “andenes” para nombrar las marquesinas laterales del mercado, anticipando el concepto de la solución posterior en forma de “Y”.

Próximo artículo: Portada de Conde Salvatierra

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía

  • Nomenclator de las puertas, calles y plazas de Valencia. Manuel Carboneres. 1.873

  • Mercados de Valencia. María Ángeles Arazo-Francesc Jarque

  • Mercado de Colón. Historia y rehabilitación. Ayuntamiento de Valencia

  • De lo proyectado a lo construido. El Mercado Central de Valencia. Francisco Hidalgo Delgado

  • Arquitectos y arquitecturas modernistas en la Ciudad de Valencia 1.900 – 1.915. Concepción de Soto Arándiga

  • Censo de mercados fijos en la Comunidad Valenciana.