Casa de los Valeriola

Casa de los Valeriola

Situación: Sin uso

Estilo: Académico o ecléctico

Dirección: Calle del Mar, 29 (antigua judería)

Construcción: Siglo XVIII

Arquitecto:

Casa de los Valeriola

La familia Valeriola llegó a la ciudad de Valencia con las tropas de Jaime I.

El actual palacio fue construido a principios del siglo XVII en estilo neoclásico o academicista.

El palacio se sitúa en lo que antaño fue el barrio judío de Valencia, arrasado un 9 de julio de 1.391 por el odio antijudío propio de la época.

El palacio además se encontraba frente al desaparecido Convento de San Cristóbal que por su parte fue construido sobre la antigua sinagoga.

Casa de los Valeriola

No hay que confundir este Palacio de los Valeriola, con el Palacio de los Catalá de Valeriola de la plaza de Nules, cuyos propietarios fueron otra rama distinta de este mismo linaje.

El apellido que le da nombre desciende del letrado don Jerónimo Valeriola, consorte de doña Felipa Carroz.

Alcanzó el privilegio de nobleza en 1.604, aunque disfruto bien poco de él porque murió degollado en el entresuelo dos años después.

Fue en 1.606 cuando Don Jerónimo de Valeriola, apareció degollado en su gabinete.

Ocurrió el 20 de Octubre de 1.606, donde los jueces sospechaban que el autor de tal crimen fue su hijo: Don Cristóbal de Valeriola, en compañía de Don Luis de Sosa.

Este último, que era amigo de bandoleros y de gente de mal, fue sometido a tormento y una forma curiosa de extorsión: abrazar al difunto Jerónimo para ver si este se estremecía.

Tal invento, o creencia de aquellos tiempos, resulto fallida, o al menos no como pretendió la Audiencia.

Sosa ni se inmutó, al igual que el fallecido que fue exhumado para la ocasión.

Mientras este fue liberado, a pesar de que finalmente muriera en el garrote por otros actos cometidos, el hijo fue procesado finalmente, juzgado y condenado a muerte en el garrote vil, no sin antes confesar en la tortura previa a la ejecución los nombres que querían oír los fiscales.

Pero aquellas no eran las últimas palabras de Cristóbal.

En un acto de humanidad y dignidad, antes de morir en el garrote, gritó al pueblo que los nombres que dio a la Audiencia, no eran los culpables.

El espíritu de Don Jerónimo seguía sin descansar en paz, sin saber pues quien fue realmente el verdadero autor del fin de su vida.

Casa de los Valeriola

No fue hasta 13 años después cuando un 17 de Febrero de 1.620, su verdadero autor confesara casi en su lecho de muerte, como acto de perdón de sus pecados y liberar su conciencia.

Fue Miguel Pertusa, como así lo manifestó en confesión, antiguo jurado del Consell Valenciano y que se encontraba en la corte en calidad de síndico de la Diputación.

La ejecución material de los hechos la efectuaron dos individuos catalanes.

Confesó que actuó junto con dos matones catalanes y bajo las órdenes de Don Crisóstomo Ruiz de Lihory, enemigo mortal del patriarca de los Valeriola, asestándole una cuchillada en el cuello y ahorcándolo.

La noticia de la confesión conmociono a toda Valencia y Pertusa falleció poco después de aquellas palabras, concretamente en Marzo.

Por desgracia, la vida quiso que el hijo de Jerónimo de Valeriola fuese culpado en vida de la muerte de su padre.

Este luctuoso hecho lo relata en su diario el capellán de San Martín, de la forma siguiente:

“Divendres 20 de octubre de 1.606 entre set y huit hores de la nit trovaren apunyalat i degollat al Doctor D. Geroni Valeriola persona de gran exemple y doctrina y trovaren dins los seus studis, sense trovar rastre algú, y los fills feren crida a la real audiencia, que qui vullc quel hauria mort li donaren tres mil corones si deya quil había fet matar, y si eran del cómplice, li donarien mil sinccents lliures, ils aseguraben de tot dany y perill…”

La Casa de los Valeriola, presenta una esbelta torre Miramar y toda una serie de arquillos coronando la parte alta, muy habituales en estas latitudes y en este tipo de arquitectura.

La portada de acceso es adintelada pero en ella podemos ver su anterior forma caracterizada por un gran arco de medio punto con grandes dovelas de piedra.

El interior se distribuye en planta baja, entresuelo, piso principal y segundo piso.

La fachada es de estilo académico (se habla de una obra u obras académicas cuando en estas se observan unas normas consideradas “clásicas” establecidas, generalmente, por una Academia de Artes. Las obras académicas suelen hacer gala de una gran calidad técnica).

Al exterior la planta principal o planta noble se caracteriza por cinco balcones con antepechos de hierro, rematados con frontones clásicos de forma triangular.

La segunda planta o desván se resuelve al exterior a través de una galería de arcos de medio punto.

Traspasada la portada entramos en un patio descubierto con una escalera de piedra que lleva al piso principal.

En la planta baja se situaban las caballerizas, los almacenes y la zona de servidumbre.

Además destaca una pequeña capilla con cúpula pintada y todavía se conserva un artesonado de notable interés con escudos del linaje de los Valeriola.

En el interior conserva la primitiva escalera  de sillares, con pasamanos de madera sustentado por barrotes metálicos.

La pavimentación de los salones principales es toda de azulejería del siglo XVIII, con figuras y motivos florales.

En uno de ellos, de planta cuadrangular, podemos ver todavía el primitivo artesonado en madera, en cuyos ángulos aparece el escudo de este linaje y sobre el friso (Parte intermedia de las tres que constituyen el entablamento de un edificio clásico, situada entre la cornisa y el arquitrabe, que tiene forma de faja horizontal y generalmente está decorada con esculturas y bajorrelieves) en letras góticas doradas, el lema “Veritas vincit” (la verdad prevalece).

Por último, y en el terreno de los hechos relevantes protagonizados por esta casa, habría que mencionar la extraordinaria decoración de la fachada el año 1.640 con motivo del IV Centenario de la Conquista de Valencia, consistente en un inmenso lunar rodeado de multitud de faroles a modo de estrellas.

Casa de los Valeriola

El aspecto debió constituir algo fuera de lo corriente en aquella época, porque mereció como premio una soberbia pieza de plata dorada con un grabado.

Y destacó igualmente la de los festejos del III y IV centenario de la canonización de San Vicente Ferrer.

En ambas ocasiones lo fue por la originalidad de los motivos, a base de luminarias, en la primera, y pequeños espejos y cornucopias, en la otra.

Destacar que este edificio fue sede de la Imprenta Domenech, editora del Diario Las Provincias y que durante la Guerra Civil y durante el tiempo en que Valencia fue capital de la República en este palacio se editaba la Gaceta de la República, el equivalente al actual Boletín Oficial del Estado.

Casa de los Valeriola

En la década de los ochenta del siglo XX, el edificio fue utilizado como bar-musical (pub) con el nombre de «Juan Sebastián Bach» y que la última actividad que tuvo fue como local de ocio con nombre de «Palacio de Las Ánimas».

Según el diario Levante la vicepresidenta de Mercadona y esposa de Juan Roig, Hortensia Herrero, ha cerrado, tras más de dos años de complejas negociaciones la compra Francisca Díez de Rivera, viuda del general Alfonso Armada, del Palacio Valeriola.

Este emblemático y ruinoso edificio del siglo XVII, ubicado en la calle del Mar, en la antigua judería, se restaurará por completo para darle un nuevo uso, aún por definir.

Se descarta, a priori, el privado, como residencia familiar, y se baraja reconvertirlo en espacio sociocultural e incluso sede de la Fundación Hortensia Herrero, que trabaja en la recuperación del patrimonio histórico.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía

Fotografía

  • Palacios y Casas Nobles de la ciudad de Valencia. Francisco Pérez de los Cobos Gironés.

  • Jdiezarnal

  • Archivo Histórico Municipal

  • Laurent. Colección Díaz Prosper

  • Marcos Buigues Metola

  • Arquitectos italianos en España

Si te gustan nuestros artículos puedes suscribirte a los boletines semanales con las últimas noticias sobre la historia de Valencia