Palacete del Marqués de Pescara

Palacete del Marqués de Pescara

Situación: Sede de entidad bancaria

Estilo: Ecléctico, con elementos neogriegos y detalles de inspiración barroca.

Dirección: Calle del Pintor Sorolla, 24

Construcción: 1.893

Arquitecto: Peregrín Mustieles Cano

Palacete del Marqués de Pescara

Lo mandó construir en el año 1.893 doña Ángeles Grau y Tamarit, viuda de don Jacinto Gil de Avalle y González Larrinaga.

Lo heredó doña Mercedes Gil de Avalle y Gascó, marquesa viuda de Pescara y condesa viuda de Chacón.

Sus propietarios vivieron ininterrumpidamente en este palacete hasta 1.931.

El palacete lo alquila entonces la Cámara de Comercio.

Tras la contienda civil estuvo cerrado, y ya en tiempos más recientes, concretamente en el año 1.974, lo adquiere Bankinter que tras restaurarlo con sumo acierto, tiene en él instalada su sede central.

El edificio responde al tipo corriente de palacete urbano.

El proyecto es obra de Peregrín Mustieles.

Palacete del Marqués de Pescara

De estilo ecléctico, con elementos neogriegos y detalles de inspiración barroca.

El edificio tiene tres fachadas recayentes al exterior y una cuarta que se abría a un pequeño jardín hoy desaparecido.

En este jardín se han encontrado tumbas de lo que fue el antiguo cementerio judío de la ciudad y es que esta zona pertenecía al barrio judío de Valencia en el siglo XIV.

El edificio se articula en planta baja, entresuelo, piso principal, segundo piso y patio o jardín posterior.

En su fachada principal se abre una gran puerta de ingreso, formada por un arco de medio punto rebajado, que da acceso a un zaguán y por la que entraban los carruajes.

En el piso principal encontramos dos grandes miradores con antepechos de balaustrada, que flanquean el balcón principal.

La fachada se remata por otra gran balaustrada que recorre la parte superior y que queda cortada en su centro por un frontón.

La escalera principal, situada a la derecha del zaguán, está realizada en mármol con suntuosa baranda del mismo material, y las paredes son de estuco.

A la altura del segundo rellano se encuentra una pequeña dependencia, con nervadura dorada en el techo.

En otro tiempo era el despacho de la propietaria, doña Ángeles Grau.

En el piso principal hay toda una serie de techos de cuidada decoración, todos ellos distintos, que corresponden a los antiguos salones, ahora despachos y sala de juntas.

La escalera principal desembocaba en un distribuidor que recibía luz a través de una claraboya en cuyo centro podía verse el escudo de armas idéntico al situado sobre la puerta principal.

Este escudo no corresponde al Marquesado de Pescara.

En él aparecen las armas de: 1o., Gil de Avalle; 2o., Grau; 3o., González Larrinaga; y 4o., Tamarit.

Palacete del Marqués de Pescara

En la parte posterior, y en esta misma planta principal hay una galería acristalada, parte de una preciosa “serre” (especie de invernadero) muy luminosa, que volaba sobre la planta baja, realizada en 1.906 por el arquitecto Luis Ferreres Soler.

Este espacio era usado como sala de estar y recuerda las antiguas casas coloniales..

En la misma vertical existió un jardín con una pequeña fuente de mármol, que daba paso a las cuadras y las cocheras.

El palacete tiene, en esta parte posterior y ambos lados dos torretas.

Por el interior de la recayente a la calle Bisbe, discurre todavía una curiosa escalera de caracol, que une el piso principal con la planta baja.

En la opuesta, recayente, en este caso, a las monjas de Santa Catalina, había un ascensor hidráulico, cuyo funcionamiento no era con aceite como los actuales, sino con agua.

El pavimento del zaguán estuvo formado por tacos de madera de unos 20 centímetros de espesor, con los cantos biselados.

Con ello se amortiguaba bastante el ruido de los caballos al entrar en la casa.

La riada del año 1.957 deterioró hasta tal punto el pavimento que tuvo que ser retirado.

Palacete del Marqués de Pescara

El Marquesado de Pescara, que goza de Grandeza de España, le fue concedido en Nápoles a don Alfonso de Ávalos y Aquino, gran Camarlengo (oficial de cámara) del reino.

Este título fue rehabilitado en 1.928 por don Joaquín Sanchiz y de Quesada

Lo ostenta en la actualidad don José María Sanchiz y Gil de Avalle, quien a su vez es Marqués de Casa Saltillo.

El Condado de Chacón, anteriormente citado, lo ostenta el hermano de don José María Sanchiz y Gil de Avalle, don Francisco de Borja Sanchiz y Gil de Avalle.

Palacete del Marqués de Pescara

Linaje de Pescara

Fernando de Ávalos (Nápoles, 1.489) procedía de una familia castellana que había sido desterrada a Valencia primero y a Sicilia después, de modo que era un castellano perdido en la Italia del siglo XV, o lo que es lo mismo: un “condottieri” (mercenarios al servicio de las ciudades-estado italianas desde finales de la Edad Media hasta mediados del siglo XVI) con acento español y también con un toque espartano.

«Aut cum hoc aut in hoc» («retorna con él o sobre él»), decía la divisa escrita en el escudo que portaba en el campo de batalla, inspirado en aquella frase que las madres espartanas destinaban a sus hijos.

La familia de los Pescara estaba tan bien relacionada en Italia como para que Fernando de Ávalos, el heredero del linaje, fuera prometido a la edad de 6 años con Vittoria Colonna, hija del condotiero (mercenarios al servicio de las ciudades-estado italianas desde finales de la Edad Media hasta mediados del siglo XVI) Fabrizio Colonna.

El matrimonio se celebró el 27 de diciembre de 1.509 en Ischia y resultó una historia de amor al más puro estilo renacentista.

Los Colonna, de amplia presencia en Nápoles y Roma, estaban aliados con Fernando El Católico, por lo que la unión entre aquellas dos grandes familias italianas reforzaba el poder castellano-aragonés en la Península.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía

Fotografía

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