Mercadito de la “Escuraeta”

Si te gustan nuestros artículos puedes suscribirte a los boletines semanales con las últimas noticias sobre la historia de Valencia

Mercadito de la “Escuraeta”

Cuando empiece a leer este corto artículo no encontrará otra cosa que costumbres de ayer, que son recuerdos para el hoy, cuando tantas cosas han ido desapareciendo, olvidándose, cambiando, queremos desde estas líneas, poner de manifiesto este tradicional mercadito de la “Escuraeta”, que aunque todavía pervive en nuestros días y aunque no tiene otro fin, ni tampoco mayor importancia, sino simple curiosidad para unos y recuerdos para otros.

Buena voluntad y cariño hacía nuestra tierra.

No descubriremos nada nuevo, pero siempre resulta grato rememorar el pasado cercano, aunque como ya hemos apuntado, siga presente en nuestro presente, pero eso sí, actualizado a nuestro presente.

¿Cuánto tiempo hace que nació el mercadito de la “escuraeta”?

Su origen se remonta a la época de Jaume I cuando los comerciantes colocaban las tiendas junto a la Catedral.

Cien años, doscientos, trecientos, no importa en gran manera su antigüedad, pero si debiera preocuparnos que una de nuestras tradiciones desaparezca

EL mercado de L’Escuraeta, es un tradicional mercadillo ambulante que se instala a los pies de la Catedral de Valencia, desde la festividad de la Virgen de los Desamparados (segundo domingo de mayo) hasta el domingo del Corpus Christi (mitad junio).

Con el tiempo el mercado pasó a ser el lugar de compra de todo el material de cocina, que por aquellos tiempos eran todos de barro, que son perfectos para cocinar arroz. Desde los pueblos de los alrededores de la ciudad venían al mercado a la compra de este tipo de articulos.

En la actualidad el mercado queda un tanto desvirtuado, porque ya desde hace años se comenzaron a instalar tenderetes con artículos de plástico y otros elementos ajenos al espíritu con que nació este mercadillo.

Uno de los productos más tradicionales es la conocida como Campanita de la Virgen, consistente en una pequeña campana de barro cocido, con el yugo pintado de rojo. Era tradición que los padres se lo compraran a sus hijos pequeños; tradición que día a día se pierde y cae en desuso.

El historiador Luis Guarner dice así:

“Y como a toda historia suele unirse la poesía de la tradición, también junto a esta puerta catedralicia, y a lo largo del periclitado  muro que la seguía, nació una tradición popular: una feria anual de humildes productos alfareros, que, en la semana de la Ascensión, llena de loza artesana las aceras, en especial de campanitas que regalan tradicionalmente a los niños para que festejen la fiesta del Señor y hagan concierto con el famoso volteo de las campanas del Miguelete que celebra la gloria de la Ascensión”.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía

  • Costumbres, leyendas, historias valencianas. J. PELEJERO FERRER