Lonja de la Seda El mundo fantástico

Lonja de la Seda El mundo fantástico

La enorme cantidad de imágenes que habitan en la Lonja, forman un mundo fantástico, cuya descripción llevaría horas y horas.

Lonja de la Seda El mundo fantástico de la Lonja

Historia y alegorías

Alegoría de la Gran Madre (Arquivolta de la portada Oeste)

Cinco ánades u ocas en el agua

Son animales asociados a la Gran Madre y al descenso a los infiernos.

También se relacionan con el destino que hace enfrentarse al hombre con una serie de peligros y éxitos antes de reintegrarse al seno materno.

Alegoría de la Fecundidad (Arquivolta de la portada Oeste)

Hombre con bastón bulboso

Un hombre desnudo sujeta entre las manos un largo bastón terminado en forma bulbosa.

Tras su cabeza hay un triple tallo de palmeras.

El largo bastón corresponde a una clara alegoría erótica.

Las tres hojas corresponden a una clara simbología numérica.

Las palmeras en forma de corazón refuerzan el contenido de dicha cifra añadiéndole el de la Fecundidad.

Alegoría del amor profano (Arquivolta de la portada Oeste)

Centauros tocando la flauta y el tamboril

La flauta y el tamboril son instrumentos comunes en el mundo mediterráneo.

Los centauros subrayan la relación de la Música con el amor profano, presente en la portada.

Alegoría de la Pereza (Arquivolta de la portada Oeste)

Hombre desnudo empujando un caracol

Entre la alegoría de la Pereza se encuentra esta, universalmente reconocida.

Se asocia con la figura del asno, justamente presente también en esta portada.

Alegoría del juego del Amor (Arquivolta de la portada Este)

Bandas de hojas de mirto

El mirto, en el mundo mediterráneo, está consagrado a Venus y simboliza, aquí, el juego del Amor, junto con otras plantas alegóricas.

Alegoría del Desequilibrio (Ménsula de la portada Este)

Cabeza de un salvaje peludo

El salvaje representa el desequilibrio, lo no razonable, los aspectos más primitivos de la persona humana, el desorden psíquico y físico.

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Alegoría de la Resurrección (Gárgola de la fachada Este)

Jonás

Jonás está representado en esta gárgola, sonriente, saliendo de la boca de un enorme pez.

Por un lado, representa la esperanza de la Resurrección, tomando el ejemplo de Cristo que permaneció tres días en el sepulcro y, por otro, subraya el programa cristológico de la fachada en la que se incluye.

Alegoría de la Lujuria (Arquivolta de la portada Norte)

Una perra con sus perrillos

El perro, desde la antigüedad, tiene un claro significado lujurioso y enlaza, en este lugar, por medio de la decoración vegetal, con el mono y la liebre.

Esta última, junto con las perras, a causa de la fecundidad, según la tradición recogida en Aristóteles y Plinio, se convirtió en símbolo de amor y de la lujuria y, naturalmente, de la diosa Venus.

Alegoría solar (Gárgola de la fachada Oeste)

Sansón

Un hombre con corona y espada abra con sus manos las fauces de un león.

Esta escultura, original, representa a Sansón.

Hay que tener en cuenta también, que el nombre hebreo de Sansón quiere decir “pequeño Sol” y, por tanto, esta figura representa al astro Rey.

Alegoría de la música profana (Gárgola de la fachada Este)

Figura tocando una guitarra morisca

Una figura masculina con alas (¿ángel?) sujeta una, al parecer, guitarra morisca que pulsa con su mano derecha, mientras que apoya los dedos de la mano de su mano izquierda en los trastes.

Puede representar a una figura angélica (que estaría fuera de contexto en esta portada) o a la música profana que se interpretaba en la Valencia del siglo XV y, como tal música, presente en toda clase de placeres mundanos.

Alegoría de la necedad humana (Ménsula de ventana. Planta baja del Pabellón del Consulado)

Un hombre vaciando el vientre

Alude al pasaje de la vida de Esopo titulado “La necedad humana” en el que se cuenta como un sabio echó el cerebro juntamente con las heces, y por eso los hombres, por miedo de semejante caso, miran su estiércol.

El tema de Esopo se difundió también por medio de grabados como los que aparecen, y este concretamente, en el “Exemplario con grande abundancia de sentencias”.

En Pieter Brueghel llamado “el Viejo”, un hombre representado en esa posición alude a la Lujuria.

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Imágenes monstruosas

Son también muy abundantes e igualmente comentaremos algunas.

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Esfinge (Ménsula de la ventana de la capilla hacía el jardín)

Las esfinges eran seres fabulosos, con alas, cuerpo y patas de león y cabeza de mujer.

Arrebataban del mundo a los vivos.

Se presentaban en la estatutaria medieval bajo muchas variantes y se relacionaban con las arpías, las sirenas-pájaro y las mantícoras (La mantícora es una legendaria criatura persa similar a la esfinge egipcia. Tiene el cuerpo de un león, una cabeza humana con tres filas de dientes afilados con veneno en su interior, como de tiburón, y a veces alas de murciélago).

Su origen se encuentra en el arte egipcio, de donde la toman los artistas griegos.

Grifo (Ménsula de la ventana. Torre. Fachada hacia el Mercado)

El grifo es un animal mítico mezcla de león y de águila.

Es un símbolo ambivalente, pues si para Dante representaba a Cristo, en la escultura medieval suele asociarse con el demonio.

Una tercera explicación es la de la ciencia medieval que lo asimila al conocimiento, entrando en el ciclo de virtudes y vicios.

Arpía (Gárgola. Pabellón del Consulado)

Se presenta coronada y con una filacteria (Banda con inscripciones o leyendas que se coloca en la parte superior o inferior de retablos, pinturas o esculturas y que se representa como si fuera de tela, pergamino, etc., con las extremidades enrolladas) rodeando su cuerpo y sus garras.

En un principio, fueron doncellas con alas.

Más tarde se representaron como aves, con cabeza humana y orejas de osos.

Eran divinidades fúnebres, mensajeras de Hades (En la mitología griega, Hades “el invisible” alude tanto al antiguo inframundo griego como al dios de éste. La palabra hacía referencia en Homero solo al dios) y estaban encargadas de llevar las almas al otro mundo.

Basilisco (Ménsula de la tercera ventana. Planta baja. Pabellón del Consulado)

Animal fantástico mitad gallo terminado en cola de serpiente.

Mataba al as personas y a los animales con la mirada.

La iglesia medieval lo asoció al diablo y al Anticristo.

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El mundo vegetal

Lo encontramos, también, por todos los espacios de la Lonja.

Son los “fullatges” de los que hablan los documentos.

En las portadas, la decoración vegetal está formada por hojas de cardo y ramas secas.

Árboles muertos acompañan a las “máscaras de la Tierra” y se entrelazan los cardos con las ramas cruzadas.

Las ramas marcan la idea de cruzamiento, representando el Juicio Final y la doble naturaleza del hombre.

La puerta Este, es la que posee la decoración vegetal más rica y variada y es una de las más bellas del edificio. quizá la más equilibrada, porque no ha sufrido mutilaciones ni añadidos de otras épocas.

Las hojas de acanto (El acanto es una planta que pertenece al género botánico Acanthus. Se le conoce popularmente con el nombre de oreja gigante, ya que sus hojas pueden medir hasta 1 metro de largo) aparecen abundantemente en la puerta Norte o del jardín y por entre ellas se sitúan figuras diversas, tanto de hombre como de animales.

Hay también molduras de palmetas.

Las hojas del cardo, formando artísticos ramilletes, trepan por los arcos y rematan estos en un precioso florón cruciforme.

Encontramos, también, capiteles florales (ventana intermedia de la torre) y vegetales.

Normalmente los motivos vegetales se reservan para las ménsulas inferiores, ya que las exteriores suelen tener decoración animal o humana (por ejemplo hombre luchando o un mono sujetado por un hombre mediante una cadena.

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El mundo de los ángeles

No existen demasiadas escultoras que hagan referencia a estos en el edificio, pero si son muy significativos.

En primer lugar, tenemos los de la fachada Oeste o del Mercado, donde se encuentran en mayor número.

La mayoría son ángeles tenantes (Tenante es cada una de las esculturas que sujetan o acompañan los emblemas o escudos situados, en partes arquitectónicas de edificios exteriores como portadas o ventanas, así como también en los sepulcros. En heráldica, los tenantes son figuras humanas, de ángeles, de animales, o arquitectónicas, que acompañan a cada lado del escudo de armas con la acción de sustentación) y aparecen por parejas o aislados.

Son figuras solemnes de arcángeles, que cubren con riquísimas coronas rematadas con una cruz; visten ricas dalmáticas y son semejantes a los que pintaron Jan van Eyck o Lluid Dalmau, este en la “Verge dels Consellers” (La Virgen dels Consellers (Virgen de los Consejeros en castellano) es una tabla pintada al óleo por el artista Luis Dalmau en 1.445 y que se encuentra en el Museo Nacional de Arte de Cataluña en Barcelona. Está considerada como una de las piezas en pintura gótica flamenca más importantes).

Muy finas son las tres figuras angélicas de las enjutas de los dos ventanales y de la puerta de ingreso; en esta aparece, por primera vez en la estatutaria gótica valenciana, un Serafín (Los serafines son, de acuerdo a teología cristiana, los primeros de los nueve coros o tipos de «espíritus bienaventurados» de la angelología cristiana. Pertenecen al orden más alto de la jerarquía).

Los otros dos son ángeles que sostienen, uno el escudo de Valencia y, el otro, una corona.

También tenantes son los dos ángeles de la esquina del edificio junto a la calle Escalones de la Lonja.

En la fachada Este, según los documentos, existió un Ángel Custodio, hoy desaparecido.

Ángeles hay en las claves de la bóveda de la Sala de Contratación (alguno portador de instrumentos).

Pero donde podemos contemplar los ejemplares más perfectos de ángeles, con excepción de los citados en la fachada Oeste, es en la capilla.

Forman un delicioso grupo musical.

El no haber sufrido mutilaciones nos permite distinguir con cierta nitidez los instrumentos que tañen.

Fuentes consultadas:

Bibliografía

Por la imposibilidad de incluir tantos magníficos trabajos, compendios, tratados, tesis, estudios, etc. , incluiremos tan solo, a modo de ejemplo, unos pocos, siendo conscientes que existen otros muchos de indudable calidad y reconocimiento.

  • La Valencia desaparecida. Ángel Martínez y Andrés Giménez.

  • La Lonja. Salvador Aldana Fernández.

  • La Ciutat de València. Manuel Sanchis Guarner

  • Valencia antigua y moderna. Historia y descripción de las calles, plazas y edificios de Valencia. Marcos Antonio de Orellana Mocholí

  • La Lonja. Monumento vivo. José Huguet Chanzá

Fotografía

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