El vidrio y la piedra

El vidrio y la piedra

El vidrio, la piedra y la piedra artificial

El Mercado de Colón y el vidrio y la piedra

El vidrio

En el Mercado de Colón, la Casa Prats suministró vidrio normal para las ventanas de la residencia del conserje y los 4 pabellones exentos, cristal denominado flemis de tonalidades azul y blanca para combinar en la cristalera de la fachada de la calle Conde Salvatierra, y para el salón de la tenencia de alcaldía, cristal belga y claraboyas de vidrieras emplomadas de diverso color, además, se utilizó el baldosín de cristal estriado de 6 milímetros de espesor para el lucernario de la nave central.

La Casa Prats, cuyo propietario era Joaquín Prats Pereantón, se dedicaba a la producción y venta de lunas, espejos y vidrieras.

Había sido fundada en Valencia en el año 1.896 y contaba con máquinas de biselar y tallar, secciones de grabado y decorado, hornos para curvar, muflas para esmaltar en relieve y secciones de montaje de vidrieras cerámicas.

A principios del siglo XX, esta empresa era una de las máximas exponentes del trabajo del vidrio en la región levantina.

Su despacho de venta estaba ubicado en la calle Colón número 7 y sus talleres en la calle Pizarro.

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Francisco Mora había trabajado previamente con ellos en el Palacio Municipal de la Exposición Regional, donde todavía se pueden observar la excelente calidad de ejecución de sus magníficos vitrales.

En el mismo recinto de la gran feria habían ejecutado para el arquitecto Carlos Carbonell las vidrieras artísticas del celebrado salón de actos.

La Casa Prats a su vez había participado activamente en la Exposición Regional Valenciana con un pequeño pabellón de unos 45 m2, que se caracterizó por un proyecto con una línea Art Nouveau beligerante que se atemperó en la construcción con una imagen final de mayor sobriedad.

En el Mercado de Colón, esta empresa suministró principalmente el vidrio para vanos y ventanales.

El vidrio, la piedra y la piedra artificial

El Mercado de Colón y el vidrio y la piedra

La piedra

La sillería de piedra estuvo a cargo de José Bolea.

En el Mercado de Colón se emplearon originalmente los siguientes tipos de piedra natural: mampostería ordinaria, rodeno, caliza de Moncada, piedra de Buñol, piedra de Novelda y mármol blanco.

La mampostería ordinaria se utilizó junto con cal hidráulica para la realización de los cimientos del edificio.

El rodeno en losas de 6×10 centímetros se utilizó en las tapas y registros de alcantarillado, tal como era habitual en la época en toda la ciudad.

La piedra de Moncada se empleó apenas en la base de las columnas de fundición, tanto grandes como pequeñas, además de una utilización puntual en escalones y en las gorroneras (Chapa cuadrada de hierro que en su parte inferior lleva una pequeña cavidad o quicio de piedra sobre el que se asienta la hoja de una puerta y así pueda girar ésta y abrirse con facilidad. Agujero del cabezal de la entrada de las casas, donde se anclaba el vástago cilíndrico de la puerta para que pudiera girar) de las puertas de entrada.

La piedra de Buñol se empleó en todo el zócalo de la verja perimetral y en el zócalo de los antiguos pabellones de retretes, repeso (Repeso se llamó a una institución propia del Antiguo Régimen en España, tanto en la Corona de Castilla como en la Corona de Aragón, encargada de la vigilancia del mercado de alimentos en las ciudades. Su equivalente en la actualidad serían las autoridades de consumo), guardia municipal y veterinarios, además de en las bases de las columnas de los puestos de flores y peldaños. Los abundantes dinteles, tragaluces, bases de pilastrillas y piezas especiales de ambas fachadas también se realizaron en piedra de Buñol.

De la misma manera, esta piedra se utilizó en las primeras hiladas del interior de la portada a la calle Conde Salvatierra, y las hiladas del zócalo a la portada de la calle Jorge Juan, alternando los sillares lisos con los fuertemente labrados.

La piedra de Novelda se utilizó puntualmente para los antepechos de las ventanas y ventanucos de los cuerpos laterales de la fachada a la calle Jorge Juan.

El mármol blanco se utilizó como revestimiento en tableros con espesores de 2, 3 y 4 centímetros que sirvieron para alicatar y chapar pilastras, tabiques, mostradores, pequeñas cornisas, zonas de los retretes, etc., trazar cenefas en las paredes o pavimentar las zonas nobles de la tenencia de la alcaldía y los peldaños de la escalera de acceso a la misma.

La variedad de las piedras, su diversa forma y tratamiento superficial y su ubicación en combinación con las fábricas de ladrillo y superficies multicolores alicatadas de cerámica contribuyeron a la creación de un conjunto perfectamente concertado.

El vidrio, la piedra y la piedra artificial

El Mercado de Colón y el vidrio y la piedra

La piedra artificial

La piedra artificial era un material predilecto de Francisco Mora por su economía y la facilidad de obtener formas diversas y piezas decoradas por medio de vaciado o molde.

En el Palacio Municipal de la Exposición Regional Valenciana, Mora empleó la piedra artificial para la producción de toda la decoración del edificio, también por motivos de apremio temporal, puesto que el edificio se debió construir en solo 80 días.

Durante la construcción del edificio se elaboraron a pie de obra más de 3.000 piezas decorativas en piedra artificial en solo 50 días por el procedimiento de molde a piezas.

Alguno de estos elementos llegó a tener más de 30 piezas diversas.

Se trataba de un material nuevo en el mundo de la construcción en el siglo XX, que había adquirido un desarrollo notable en poco tiempo; a menudo, las piezas llevaban interiormente un pequeño armado de alambre, por ello, el material también recibía el nombre de cemento armado, material que por aquel entonces se asociaba a estas piezas decorativas y a elementos como depósitos, lavaderos, tuberías, canalizaciones, etc.

En Valencia, destacaba la empresa de Cementos y Cales Hidráulicas Freixa, con sede en la calle San Vicente 36 que surtía de cementos de diversos tipos, entre los cuales estaba el cemento Portland para la fabricación de lo que entonces se denominaba cemento armado.

En la preceptiva proposición indicadora de la procedencia de los materiales del concurso de adjudicación del Mercado de Colón, el contratista ganador, Ramón Ferrer Galiana, se comprometió en la declaración correspondiente a la utilización de Portland de las marcas Razola, Cangrejo y Asland o similares de procedencia española.

Francisco Mora fue un activo defensor de la utilización del cemento armado en su práctica profesional.

En el Mercado de Colón, la piedra artificial fabricada por L. Saló fue empleada en la construcción de los puestos de venta, se utilizó el granito artificial en las instalaciones de los puestos centrales de verduras, pescadería, flores, despojos, fuentes, etc.

Por otro lado, se utilizó la baldosa hidráulica confeccionada con cemento Portland, fundamentalmente, en la zona de la vivienda del conserje y zonas anexas a la tenencia de la alcaldía.

El pavimento del Mercado de Colón fue una solera realizada en dos capas de hormigón confeccionado con cemento Portland.

La piedra artificial fue también importante en el desarrollo del programa iconográfico y decorativo de las portadas del mercado.

La portada de la calle Jorge Juan reúne una gran cantidad de detalles decorativos en piedra artificial, además de los existentes realizados en relieves cerámicos barnizados.

Los estribos del gran arco de la portada son sendos frisos de piedra artificial con escenas de volatería y conejos alimentándose de maíz, higos, grandas, etc.

La verosimilitud de las escenas naturales y zoomórficas remita a la idéntica voluntad de Gaudí en el realismo del programa iconográfico de la Portada de la Sagrada Familia; para estas piezas, Mora, partía de los originales creados por el escultor Ricardo Tárrega y realizaba moldes en piedra artificial que servían, tanto para los relieves cerámicos, como para las formas decorativas de la misma piedra artificial.

Este gran arco de la portada está orlado con relieves policromados en forma de lóbulos de ladrillo apoyados alternativamente en pequeñas ménsulas con escudos de la ciudad y hojarasca, ambos realizados en piedra artificial.

El trasdós (El trasdós es un término arquitectónico que designa el plano superior externo convexo de un arco o bóveda. A veces se denomina extradós. También designa el lomo de una dovela, que suele estar oculta por estar dentro de la construcción) de los lóbulos y sus enjutas (Una enjuta es la superficie delimitada por el extradós de un arco y el alfiz que lo enmarca. Por extensión se puede llamar enjutas a las superficies angulares curvas comprendidas entre el arco y un rectángulo imaginario que lo contenga) con piñas policromadas en cerámica está rodeado por un arco de piedra artificial donde se alternan los cangrejos y las conchas marinas sobre un fondo de algas y un marco de hojas de vid.

Los pilones que jalonan el arco alternan su fábrica de ladrillo con piezas de transición y remates de piedra artificial en los pequeños contrafuertes del extremo superior y se coronan con relieves barnizados y dorados.

Bajo el arco de la tenencia de alcaldía se sostiene sobre los 3 arcos de entrada cuyos estribos son escudos de Valencia coronados, y las vigas entre los arcos se apoyan en ménsulas abrazadas por cigalas, ambos realizados en piedra artificial.

Las 2 fachadas, exterior e interior, de este salón municipal combina detalles decorativos en piedra artificial (dinteles decorados, caracoles rampantes, coronas, bases de balaustres), relieves cerámicos barnizados o dorados (vid, naranjas, coronas, murciélagos, patos, cabezas de vaca, racimos de plátanos) y azulejos de atauriques (El arabesco, palabra proveniente del italiano arabesco, también denominada ataurique se refiere al adorno de figuras geométricas vegetales y patrones extravagantes que imita formas de hojas, flores) y motivos varios.

La moldura del remate hastial (El hastial o piñón, en arquitectura, es la parte superior triangular de la pared o muro de un edificio utilizado para disponer las pendientes de la cubierta, que se apoyan en él) está formada por piezas prefabricadas de piedra artificial, de la misma manera que el escudo de cumbrera (Una cumbrera es el remate de un tejado que suele solapar a la última teja de la limatesa. Se emplea para unir dos líneas de elevada cota, es decir que se encuentre en la cumbre. Por ejemplo, en las casas con tejados cubiertos de tejas de dos aguas. La cumbrera, de esta forma, ocupa las aristas de la cubierta).

Los cuerpos laterales se coronan con piedra artificial con una moldura similar de trazo quebrado y base escalonada, con un insólito grupo escultórico en cada esquina formado por un túmulo de hojas floreadas, cabezas de carnero y cerdo, conchas marinas, anguilas y naranjas.

Los frentes norte y sur de esta fachada recogen en un primer planos molduras corridas, dinteles decorados, ménsulas, alfeizares, óculos y salmeres entre arcos, todos ellos realizados en piedra artificial, acabado en una chimenea de ventilación de referencias gaudinianas.

La portada de la calle Conde Salvatierra asume una  mayor expresividad en sus formas generales y deja poco espacio a los detalles decorativos en piedra artificial, que se concentra en la coronación de sus pilones, con sus lengüetas coronadas en la cima de los contrafuertes, sus racimos de peras en las bases de los machones de cada miramar, sus caracoles rampantes y sus cabezas de carnero alternados en los mismos, y sus escudos coronados en la base de los cupulines.

De los extremos en espiral de la banda superior de trencadís penden grandes ristras de ajo en piedra artificial que, excepcionalmente, reciben color para conferirles mayor verosimilitud.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía

  • Nomenclator de las puertas, calles y plazas de Valencia. Manuel Carboneres. 1.873

  • Mercados de Valencia. María Ángeles Arazo-Francesc Jarque

  • Mercado de Colón. Historia y rehabilitación. Ayuntamiento de Valencia

  • De lo proyectado a lo construido. El Mercado Central de Valencia. Francisco Hidalgo Delgado

  • Arquitectos y arquitecturas modernistas en la Ciudad de Valencia 1.900 – 1.915. Concepción de Soto Arándiga

  • Censo de mercados fijos en la Comunidad Valenciana.