Ruzafa Evolución Histórica Carrera del Río

Ruzafa Evolución Histórica Carrera del Río

“Quatre Carreres”. Carrera del Río

Barriadas o núcleos demográficos. Monteolivete

Monteolivete o Mont Olivet, era una zona de población dispersa, de la que nos hablan nuestros historiadores locales definiéndola como el lugar donde “se levantó en los primeros años de la Reconquista una pequeña ermita que dio nombre a esta partida, llamada desde entonces Montolivet”.

Orellana nos da una resumida y acertada descripción:

“[…] Pues, en efecto, en este bello rincón lindante con el pretil y cauce del río Turia donde comienza la antigua Carrera del Río, con nombres posteriores como los de “Junta de Murs y Valls” y el tradicional “Camino de las Moreras” existe el sitio llamado Mont-Olivet, fuera de la ciudad y es una de las salidas más acomodadas para un bello rato de solaz y recreación […]”.

Una antigua y constante tradición de mediados del siglo XIV nos habla de los orígenes del icono representando a la Santísima Virgen y al Jesús Niño sobre un olivo, a los pies del cual aparece dormido un soldado.

Lo bien cierto es que existió desde lejanos tiempos y en este lugar de las huertas de Ruzafa una humilde ermita en esta zona junto al margen derecho del río en un suave promontorio poblado de olivos, dando lugar con ello al topónimo Monte Olivete.

Precisamente porque se trataba de un paraje tranquilo y sosegado, se estableció en unas barracas junto al ermitorio, una hospedería para permanecer en ella marineros y navegantes procedentes de países en los cuales se padecía alguna epidemia.

Así estuvo esta “hospedería-cuarentena” junto a la ermita de Monteolivete por espacio de casi 400 años, hasta que, “por estar muy cerca de la ciudad, como por no ser propio el lugar para dicho efecto, en el año 1.720, deliberó la Ciudad, la formación de un caserío que hoy se dice Lazareto a la orilla del mar”.

Dicho Lazareto se estableció, efectivamente, junto a nuestro litoral, a la parte derecha de la desembocadura del río Turia y que en la actualidad es el poblado marítimo de Nazaret.

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“Quatre Carreres”. Carrera del Río

Barriadas o núcleos demográficos. Nazaret

Por la antigua Carrera del Río, entre su pretil a la izquierda y el santuario de la Virgen a la derecha, se inicia el camino hacia Nazaret, cuyo primitivo nombre fue “Lazareto”; se llamó así este lugar junto al litoral, porque allí fue trasladada en el año 1.720, la residencia o “lazareto” que, contigua al santuario de Monteolivete, existió para pasar la cuarentena prescrita a los que arribaban por mar de países con epidemias.

Con la evolución y progreso de los pueblos, este poblado marítimo fue adquiriendo la fisonomía propia de la población pesquera y agrícola, al mismo tiempo que fue lugar de atracción para los bañistas de la capital, dando todo ello ocasión a que, bien por corrupción del lenguaje y quizá, para borrar el desagradable uso del santuario, el primitivo topónimo se convirtiese de “Lazareto” en Nazaret.

En cuanto al lugar de emplazamiento de aquel “lazareto” hay diversas versiones.

Con la llegada de nuevos vecinos, el núcleo de población de Nazaret fue creciendo en torno a las modestas barracas y chozas de los pescadores que aquí se hallaban asentados desde tiempos anteriores.

Todo ello fue acrecentando el índice demográfico, constituyéndose así los primeros barrios de este poblado marítimo, tales como el de “Cocoteros”, el de las “Moreras”, el de la “Barraca”, el de la “Playa” (que actualmente recibe el nombre de “La Macarena”), el de “Curro” y el de “Tranviarios”.

Según Juan Castaño en su obra (Nazaret y sus barrios, 1.995), ha investigado a fondo sobre este lugar, y nos dice que “la población en Nazaret aumentó a partir de la primera década de 1.900, llegando a 1.925 a componerse de las calles: Mayor, Alta del Mar, Baja del Mar, En Proyecto (actual Coll de Rates), Pelota y la de la Huerta (travesía de la calle Mayor a la calle Pelota), que solo comprendía un tramo de la actual calle del Castell de Pop y abarcaba la casilla de carabineros y el grupo de casas entonces “dels Camilos”, “del Puntxó” y “del Potret”, derribadas en mayo de 1.989”.

Desde tiempos antiguos, Nazaret estuvo comunicado con la capital por la Carrera del Río, que se iniciaba junto a la ermita de Monteolivete (por dirigirse hacia Nazaret, también recibió el nombre de Camino Viejo de Nazaret, que discurría, igualmente, desde Monteolivete) siguiendo la margen derecha del río Turia, hasta el Azud de l’Or (Azud del Oro); y precisamente aquí se internaba por las huertas siguiendo el curso de la acequia del Oro.

Además de aquel primitivo acceso desde la capital a Nazaret, sobrevino después, con el auge de la población a finales del siglo XIX y principios del XX, el que se denominó Camino Nuevo de Nazaret, también trazado sobre el anterior y que fue perdiendo la denominación de Camí Nou, para ir adquiriendo el nombre que hasta hace poco se conservaba de Camí de les Moreres (Camino de las Moreras, hoy convertido en calle), dada la cantidad de árboles de morera que se alineaban a uno y a otro lado delas calzada, pero que actualmente ha desaparecido en su totalidad, recordando así el pasado esplendor de la tradición sedera.

Otro medio de comunicación muy rudimentario, pero muy eficaz, fue el de “barquero”, que venía existiendo desde el pasado siglo XIX; el servicio de barca consistía en cruzar el río desde Nazaret al Grao, para transportar vecinos y personal obrero, generalmente trabajadores del puerto.

Este primitivo medio de comunicación pervivió hasta la puesta en servicio del puente de hierro, llamado “Puente de Nazaret”, que fue proyectado el 21 de marzo de 1.891.

Esta vía de comunicación ejerció una función muy importante para el comercio entre la “estacioneta” del ferrocarril de vía estrecha de Nazaret y el Grao, especialmente para el transporte de naranjas y cebollas.

Este puente de hierro de Nazaret, que ya había sufrido bastantes desperfectos por los bombardeos de la guerra civil, fue bastante deteriorado en 1.949 y posteriormente rehabilitado para el servicio de pasajeros, generalmente obreros, que acudían a los trabajos portuarios.

La utilización de aquel medio de comunicación llegó hasta el año 1.957, cuando fue suprimida esta red de ferrocarril de vía estrecha, no solo por el deterioro que había sufrido, sino porque con la puesta en funcionamiento de la línea del tranvía número 4 de Valencia a Nazaret en el año 1.944, quedó prácticamente sin servicio el de la “estacioneta”.

Pero el principal medio de comunicación de Nazaret con el Grao viene ostentándolo el elegante Puente de Astilleros, cuyo nombre original y en proyecto fue el de “Príncipe de Asturias”, pero por las circunstancias de haber sido inaugurado oficialmente en 1.931 con el advenimiento de la República, se prefirió darle el nombre de “Astilleros”.

Una anécdota curiosa a este respecto consiste en que la ornamentación de dicho puente ostenta las siglas P.A. (Príncipe de Asturias), y al suprimir por la República este nombre, utilizaron las mismas siglas para designarlo como Puente de Astilleros.

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“Quatre Carreres”. Carrera del Río

Barriadas o núcleos demográficos. La Punta

De su existencia ya se tiene alguna noticia en el siglo XV y se la conocía con el nombre de la “Punta d’En Silvestre”.

En la actualidad de entre las casas de este antiguo poblado de la huerta de Russafa su importante templo, obra de Francisco Mora, cuyo proyecto se realizó en el año 1.908.

Este gran templo llama la atención por la esbeltez de su campanario y cúpula, al contemplarlos desde cualquier lugar de su entorno, que en otro tiempo fueron huertas de Ruzafa.

Lástima que su cúpula esmaltada de azul a base de las clásicas tejas vidriadas de Manises haya sido en una última restauración despojada de las mismas y lucida en su lugar por cemento pintado de oscuro azul.

La iglesia de La Punta fue declarada parroquia en 1.942, por Decreto del entonces arzobispo de Valencia Prudencio Melo.

Cabe destacar en ella, también, la torre-campanario de base cuadrada, obra del arquitecto Mauro Lleó.

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“Quatre Carreres”. Carrera del Río

Barriadas o núcleos demográficos. Pinedo

También este caserío perteneció a la jurisdicción de Ruzafa hasta el año 1.877, cuando pasó a integrarse en el municipio de Valencia.

Como su nombre indica, el topónimo, deriva de los muchos pinos que allí había como continuación de la Dehesa de El Saler, en cuyo camino se encuentra.

Su típico y tradicional paisaje cambio notablemente con motivo de las obras del nuevo cauce del río Turia.

Entre otras variantes, la realización del Plan Sur afectó a su antigua iglesia parroquial, determinando así su total demolición.

De relevancia es una artística cruz de piedra que corona un fuste (Parte de una columna o pilar comprendida entre la basa y el capitel), también de piedra, de unos dos metros de altura; conjunto histórico-religioso que campea sobre una pequeña replaza que asoma de inmediato a las playas de Pinedo.

Esta cruz, conocida popularmente como la “Creu de Conca”, cuenta con una valiosa historia, esta dio nombre durante siglo a esta partida rural, también denominada “Partida de la Cruz de la Conquista”, y en la actualidad es conocida con el nombre de “Partida del Arbre del Gos” (Partida del Árbol del Perro).

Efectivamente, según nos narran las crónicas, los soldados tortosinos que venían con las huestes de Jaime I acamparon en el lugar que antaño se denominó “Castelló de la Albufera” en las inmediaciones del actual Pinedo.

En recuerdo de aquella estancia en este paraje de los soldados de Tortosa se erigió aquí la referida cruz de piedra.

A lo largo de la historia, las referencias que encontramos de Pinedo como un lugar de poblamiento, adquiere una cierta importancia.

En el Padrón Municipal de Ruzafa del año 1.840, nos dice que Pinedo contaba por aquel entonces con 358 habitantes y un buen número de establecimientos.

De hecho, estas tierras del antiguo municipio de Ruzafa con una población estrechamente vinculada a la pesca y a los quehaceres agrícolas, especialmente del cultivo del arroz, además de otros típicos cultivos hortícolas protegidos con esos típicos cañaverales y baladres (Planta parecida a las adelfas) de los fuertes vientos de Levante, han sufrido en nuestros últimos tiempos una considerable transformación a consecuencia del desvío del viejo cauce del río Turia, además de la construcción de la autovía de El Saler, la ampliación Sur del Puerto, con el consecuente traslado a estas zonas del Club Náutico y la nueva depuradora.

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“Quatre Carreres”. Carrera del Río

Barriadas o núcleos demográficos. El Saler

Cavanilles nos deja una breve pero interesante alusión a El Saler cuando nos dice que:

“[…] A dos leguas de la capital hacia el mediodía empieza la Dehesa: el camino es sumamente agradable por más de una legua, reduciéndose a preciosas huertas que cultivan, en gran parte, los vecinos de Ruzafa: síguense campos de arroz y luego eriales, compuestos, casi enteramente de agua […]”

Primitivamente fue un caserío con una pequeña torre cuadrada, al final de la Dehesa, con sus extensos pinares y arbustos, perfilando la playa de la Albufera a la que sigue la de Pinedo.

Las primeras noticias que se tienen de El Saler, encontramos un privilegio otorgado en 1.250 por Jaime I desde Morella donde se establecía la libertad de pesca, tanto en el mar como en el lago, se reservaba para sí y su familia los ingresos provenientes de la producción de sal, la cual quedó estrictamente regulada.

Así condicionó la venta y circulación de la misma, autorizando su venta en Valencia, en todo su término y en casi todas las poblaciones del Reino, fijó el precio por el que debía venderse y la cantidad y el destino de los sobrantes después de la reservada “para su uso y gasto de la casa”.

Por esta documentación citada y que pertenece a fondos de archivo, se deduce la importancia que en este territorio tuvo la producción de sal.

Como algún autor afirma, el nombre de El Saler es un topónimo en relación con aquella floreciente industria de la sal en el litoral.

Las normativas jurídicas que con el tiempo fueron surgiendo en orden a la producción y abastecimiento de la sal, como también la expansión de los pinares de La Dehesa, debieron ser, entre otras, las causas de la desaparición de las salinas de El Saler.

Es sabido que El Saler fue patrimonio real hasta el siglo XIX, debido a sus riquezas forestales y de fauna.

A partir de entonces, El Saler, pasa a formar parte del núcleo de Ruzafa, al cual perteneció hasta la anexión de esta a Valencia en 1.877.

Por el padrón de habitantes de este municipio, El Saler contaba en 1.855 solamente con 39 vecinos.

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“Quatre Carreres”. Carrera del Río

Barriadas o núcleos demográficos. El Palmar

Al hablar de El Palmar es necesario hacer una referencia al lago de la Albufera en el cual se halla, casi como una isla, el terreno donde se levanta esta pequeña población, que en sus remotos orígenes se dedicó a la pesca.

Por establecer un punto de partida para realizar una breve reseña histórica de la Albufera nos debemos remontar al Llibre del Repartiment, en el que se hace referencia a las alquerías de “Benimassot”, “Malilla” y “Castelló de l’Albufera”, también denominada esta última como “Castell i la Vila de Castelló de l’Albufera”.

Indudablemente la fuente de archivo que en orden a la Albufera es más explícita, consiste en el Real Privilegio que Jaime I otorgó el 21 de enero de 1.250, y cuyo texto dice así:

“[…] Establecemos que puedan en la Albufera de Valencia pescar cualquier vecino o habitantes de la ciudad o Reino de Valencia y cualquier extraño también, y coger peces, y no tengan que dar a nos y a los nuestros nunca de estos pescados, sino solo la quinta parte franca, sin ningún mandato nuestro o de los nuestros, las restantes cuatro partes sean de los pescadores. Ni tampoco de estas cuatro partes den nunca alguna décima o primicia […]”

La importancia del citado documento estriba en que a partir de aquel momento histórico, la Albufera, como también la Dehesa, perteneció al Patrimonio Real.

Todo este territorio perteneció hasta 1.877 al extenso municipio de Ruzafa, a excepción de la Albufera y del bosque de la Dehesa, que continuaron siendo Patrimonio Real, hasta que después de muchos avatares, el 23 de junio de 1.911, el Ayuntamiento de Valencia inició los trámites necesarios para la adquisición de la propiedad del lago, si bien la toma de posesión del mismo no se realizó hasta el 3 de junio de 1.927.

El gran lago de la Albufera y cuya extensión aún fue mucho mayor en tiempos pasados, llegando sus aguas a estar cercanas al mismo poblado de Ruzafa.

El poblado de El Palmar situado a modo de isla al Sureste de la Albufera, cuyos terrenos se hallan circundados por la “Sequiola” y la acequia de la “Junsa” por el Noreste, el lago y la acequia llamada “Vella de la Reina” por el Oeste y la acequia “Vella del Palmar” por el Sur.

En opinión de la mayoría de historiadores, el origen del nombre de El Palmar, obedece desde sus orígenes a que en dicha isla abundaban las plantaciones de palmitos, hasta el extremo que algún autor refiere que, en otros tiempos gentes de Torrente, dedicadas, como ya se sabe, desde antiguo a la fabricación casera de escobas, se establecían durante temporadas aquí en El Palmar para proveerse de los palmitos, base de su trabajo.

En cuanto al origen de los habitantes del renombrado Palmar, parece ser más verosímil que responda a los pescadores que desde Ruzafa se trasladaban allí en tiempos que podían faenar, mientras sus mujeres permanecían en Ruzafa para vender el pescado que a diario les enviaban sus maridos.

A este propósito, viene al caso aquella copla que decía:

La vida del pescador

també té el seu cantar:

el disabte cap a casa

i el dilluns cap al Palmar

Pascual Madoz no habla de El Palmar en su Diccionario Geográfico-estadístico-histórico y nos dice:

“[…] El Palmar de mitad del siglo XIX es una caserío con alcalde de la provincia y partido judicial de Valencia, término jurisdiccional de Ruzafa, situado al Sur del mismo, distante unas dos horas… Puede ser considerado como una especie de isla de la Albufera. Comprende 5 casas y unas 100 barracas, todas ellas agrupadas formando 2 calles y una iglesia dedicada al Niño Jesús, servida por un sacerdote que elige y paga el Real Patrimonio solo para celebrar la misa, en virtud de corresponderle todo aquel territorio. Según traición el nombre del Palmar hace su origen de una palmera que existía en aquel punto cuando se construyeron las primeras chozas; en él no hay vecinos propiamente dichos; sus casas y barracas pertenecen a 109 pescadores de profesión, que ejercen su industria en igual número de barcas, sirviéndoles aquellas de albergues en los tiempos de pesca; pero cuando por razón de los temporales o por las crecientes del lago de la Albufera queda El Palmar convertido en una isla del mismo, abandonan aquel caserío y se retiran a Ruzafa de donde son vecinos, y donde tienen sus mujeres y sus familias.

Hoy el pintoresco pueblo de El Palmar conserva su antiguo encanto en su típica plaza rotulada de la Sequiola, donde se asoma la fachada de su iglesia parroquial dedicada al Niño Jesús del Huerto.

Todavía se pueden apreciar hoy en día algunos edificios con historia, como son, además de la iglesia parroquial, el de la Comunitat de Peixcadors del Palmar en esta misma plaza de la Sequiola y que fue construido en 1.890. […]»

Fuentes consultadas:

Bibliografía:

Existe mucha y muy variada bibliografía referente a Ruzafa, por tanto, tan solo mencionaremos algunos de ellos:

  • Guía urbana de Valencia. Marqués de Cruïlles.

  • Orígenes del Reino de Valencia. Antonio Ubieto.

  • Autoritarismo monárquico y reacción municipal. Amparo Felipo Orts.

  • Insaculación y élites de poder en la ciudad de Valencia, Amparo Felipo Orts.

  • Evolución histórica de su huerta. Primera parte de 1.238 a 1.390. Ricardo Aparici Izquierdo.

  • Evolución histórica de su huerta. Segunda parte de 1.390 a 1.393. Ricardo Aparici Izquierdo.

  • La evolución histórica de las alquerías de la huerta de Ruzafa. Construidas antes de 1.836. Ricardo Aparici Izquierdo.

  • Historia de la Ciudad. La Valencia Islámica: Paisaje urbano. Carmen Barceló Torres.

  • Ruzafa. La bien plantada. Juan Luis Corbín Ferrer.

  • Memorias de Ruzafa. L., E. y P. Vivó, M. Guillén, J. Carbonell, M. López, R. Artal, F. Veintimilla

  • Llibre del Repartiment de Valencia. Antoni Ferrando i Francés.

  • Regadío y sociedad en la Valencia Medieval. Thomas F. Glik.

  • Jaume I. Crónica o Llibre dels Feits. Ferran Soldevilla.

  • Las Acequias de Francos, Marjales y Extremales de la Ciudad de Valencia. Ferran Lluch Cebrià y Lluís Beltrán Llopis.

  • La Valencia Musulmana. El Tribunal de las Aguas de Valencia. Voro López Verdejo.

Fotografías

Imágenes

  • Mapa topográfico de la isla fluvial. José Esteve Forriol (1.978)

  • Ruzafa. La evolución histórica de las alquerías de la huerta de Ruzafa. Construidas antes de 1.836. Ricardo Aparici Izquierdo.

  • Valencia Histórica y Topográfica. Vicente Boix (1.862)

  • Ruzafa la Bien Plantada. Juan Luis Corbín Ferrer

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