Palacio de Cervelló. Deterioro y reconstrucción

Palacio de Cervelló. Deterioro y reconstrucción

Palacio de Cervelló. Personajes ilustres, pinturas y elementos decorativos

Deterioro y la reconstrucción del Palacio

El proyecto de adecuación museística del Palacio de Cervelló tenía como objetivo, por una parte, la recuperación de la historia de los salones deciminónicos tal y como eran en su época de residencia real, teniendo en cuenta que se había perdido gran parte de las pinturas, azulejos, muebles, tapizados, objetos de decoración y, sobre todo, la atmósfera, y a lo más que se podía aspirar, como se ha hecho, era a salvar un edificio, de noble planta y lleno de historia, recreando, en lo posible, lo elementos originales; y por otra parte, dar a conocer la deslumbrante historia del palacio y los valiosos fondos que se custodian en el Archivo Histórico Municipal.

Palacio de Cervelló. Deterioro y reconstrucción

Para acometer esta última tarea se diseñaron dos exposiciones, que están ubicadas en dos estancias del patio del Palacio y que, con diferente estética e integrando las últimas tecnologías, cumplen a la perfección los objetivos marcados.

La muestra expositiva que narra los acontecimientos acaecidos en el palacio en el siglo XIX, lo integran piezas en su mayoría originales, como grabdos, bandos, óleo, medallas, etc.

Con el lema: “Verbo volant, escripta manent” (la palabra vuela, el escrito permanece), y una atrayente estética contemporánea, se exponen el palacio los fondos más representativos del Archivo Histórico Municipal, entre los que se encuentran:

  • Manual de Consells.

  • Llivre dels Furs.

  • Llivre del Consolat del Mar.

  • Llivre del Mustassaf.

  • Etc.

En una de las salas se ha recreado el ambiente histórico de la Lonja para contextualizar tanto la Taula de Canvis, como la primera Lletra de Canvi y la más antigua del mundo.

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Reconstrucción del Palacio

El proceso de la reconstrucción historicista, que se ha centrado en el patio  y en los salones de la primera planta, fue lento y muy complejo, basado en múltiples y diversas fuentes consultadas.

Hay que tomar en consideración que los elementos decorativos que han llegado hasta nosotros, casi siempre, pueden datarse en la época fernandina y los inicios de la década de 1.870, pensemos que el Palacio fue objeto de varias remodelaciones, que promovía el Consistorio Municipal para poder acoger con dignidad a sus regios huéspedes.

También hacer notar que se partía de unas condiciones, en cuanto a la obra, que no se podían modificar y que condicionaban la reconstrucción de la historia del palacio, como, por ejemplo, la desaparición de la escalera principal,, la modificación de la altura y dimensiones de algunas estancias, etc.

Palacio de Cervelló. Deterioro y reconstrucción

Las descripciones que existen en el interior del inmueble durante el siglo XIX reflejan la majestuosidad manifiesta de este.

La fuente que más información directa y detallada aporta es la prensa decimonónica que solía describir, con cierto detalle, los salones en los que se efectuaban las recepciones reales ofrecidas a los miembros de la sociedad valenciana.

También las guías de los viajeros de la época se hacen eco de las magníficas estancias de la planta noble.

Las imágenes más antiguas datan de 1.860, año en el que se publican tres fotografías del llamado Salón del Trono del Palacio de Cervelló en la revista francesa “Materiales y documentos de Arte Español”, en ellas se puede apreciar una estancia, pintada toda ella al fresco, de gran empaque.

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Los frescos del Salón del Trono

Las instantáneas de la revista muestran, de forma parcial, un majestuoso y amplio salón con baldaquino (es una especie de templete formado por cuatro columnas que sostienen una cúpula o dosel plano, destinado a cobijar el altar cuando tiene posición aislada), pintado todo él al fresco con representaciones de motivos que combinaban elementos ornamentales clásicos  como grotescos y grecas (franjas donde se repite un mismo motivo) junto a figuras alegóricas y de la mitología clásica.

Las alegorías de la Paz personificada en la figura femenina que porta el caduceo (es un símbolo del comercio, también utilizado en las instituciones dedicadas a las ciencias económicas) y la rama de olivo, y la alegoría de la guerra simbolizada por la figura de Marte que portaba escudo, casco y lanza.

Eran pinturas de una gran calidad, pudiéndose datar hacia mitad del siglo XIX, tal vez realizadas junto a las reformas que el Consistorio emprendió en el inmueble en 1.844 para recibir a la familia real, Isabel II y de su madre, acompañada por el duque de Cádiz y las hijas de este, María Cristina y Amalia.

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Estas pinturas ya no existían cuando se acometió el proyecto de acondicionamiento museístico y su localización en la planta noble no se ha podido determinar con rigurosidad.

La fuente más importante de la documentación gráfica del palacio, es la que reunió Emilio Rieta, arquitecto municipal del Ayuntamiento de Valencia, durante las últimas décadas del siglo XX.

Gracias a estas instantáneas conocemos los espléndidos estucados dieciochistas que adornaban los techos y paredes de las habitaciones, así como las jambas de las puertas (elemento vertical que, a modo de pilar o columna, sostiene un arco o el dintel de una ventana o una puerta), los plafones de donde pendían la luminarias, los casetones que cubrían el acceso principal, la azulejería, etc.

Así mismo, de crucial importancia para este proyecto, ha sido el trabajo de fin de carrera, inédito, realizado a principios de la década de 1.990, por los alumnos de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia.

En este proyecto vienen fotografiados los pavimentos, pinturas y molduras que aún en aquella época conservaba el inmueble.

La ejecución del proyecto de restauración contemplaba que todos aquellos elementos susceptibles de reconstrucción fueran efectuados por restauradores de probada experiencia, que se apoyaran en los llamados oficios artesanales, de modo que se aplicaran, en la medida de lo posible, las mismas técnicas que se utilizaban en el siglo XIX para decorar interiores palaciegos.

Palacio de Cervelló. Deterioro y reconstrucción

El segundo piso

Este piso del palacio se convirtió, durante las obras de acondicionamiento museístico, en taller de modelaje y restauración, donde se modelaban a mano las yeserías, en su mayor parte réplicas de las que originalmente había en el Palacio, que en forma de friso (banda horizontal de azulejos, tela, papel pintado, etc., con que se protege o adorna la parte inferior o superior de una pared) corrido delimitaban las escayolas del techo, ornaban los huecos de las puertas y los plafones de los que colgaban las lámparas; una vez cocidas y aplicadas se doraron al agua con oro fino.

Este taller también procedió a restaurar las pinturas al fresco de época fernandina de la torre sur, que constituyen las únicas de su clase existentes en la ciudad de Valencia.

Los pavimentos estaban pintados a mano, mientras que los muebles, lámparas y demás objetos decorativos se han escogido con mimo, de acuerdo con el ambiente a reconstruir en cada espacio.

Las telas que cubren las paredes de las diferentes estancias de la planta noble, así como las tapicerías y las cortinas, están confeccionadas teniendo como modelo telas y cortes de los siglos XVIII y XIX.

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Los pavimentos palaciegos

En el Palacio de Cervelló, como en cualquier otro palacio o casa valenciana de cierta importancia, no podía faltar la decoración de azulejos.

Con motivo de la estancia en el Palacio de Amadeo de Saboya, en el diario Las Provincias, entre los detalles que ofrece de los salones donde se efectuó la recepción, orientados a la plaza de Tetuán, se puede leer:

el suelo de esta como de las demás salas, está pavimentado con azulejos de la industria valenciana, siendo blancos con una cenefa los del este primer salón”.

En el compendio de la información gráfica existente sobre el palacio, se aprecian azulejos que decoraban la escalalera y diferentes estancias; uno en azul y otro en verde, pintados a mano alzada, realizados exprofeso, que solaron dos salones contiguos en el lugar donde hoy está situada la Biblioteca Serrano Morales, son de estilo imperio tardío y pueden datarse en torno a 1.840; otros hechos a trepa, también en azul y verde, utilizados en estancias interiores que tal vez se remodelaron cuando el palacio fue habitado por Amadeo de Saboya, puesto que la fecha de fabricación que se le puede asignar oscila entre 1.860 y 1.870.

Dados los escasos elementos con los que se contaba para componer los solados (revestimiento de un suelo con asfalto, adoquines, madera u otro material similar) de las estancias nobles, se optó por copiar los modelos que se tenían constatados, recomponiéndolos o combinándolos de la forma más aséptica.

Los de época isabelina se utilizaron para el salón del baile y las dos torres de la fachada principal, como motivo central, se han repetido los florones de las esquinas; los otros dos pavimentos que se han recreado, que han servido para solar las dos salas perpendiculares a la fachada principal, se dispusieron, para evitar la monotonía, a modo de superficies alfombradas.

Palacio de Cervelló. Deterioro y reconstrucción

Galería Borbónica

En los salones que conforman la planta noble del inmueble se ha instalado una muestra pictórica de personajes que fueron representativos del siglo XIX español, muchos de ellos huéspedes de este palacio, destacando los retratos de los reyes que componen la denominada Galería Borbónica y que agrupa a la práctica totalidad de los monarcas borbones que en su día presidieron el Consistorio Municipal.

La mayoría de estas obras forman parte de la colección pictórica municipal y estaban integradas en el Museo de la Ciudad antes de su traslado al Palacio Cervelló.

A estos regios retratos se unen los del conde de Cervelló, el capitán general Alejandro de Bassecourt, el mariscal del imperio francés Louis G. Suchet (ejecutado por Vicente López y ubicado en una de la exposiciones de la primera planta) y los generales Narváez, O’Donnell y Espartero.

La torre norte acoge a todos los monarcas borbones hasta Fernando VII.

Los retratos de los reyes Carlos IV y su esposa María Luisa de Parma son obra de José Vergara.

En el salón del baile se ubicaron los personajes relacionados con el palacio cuando era residencia real, desde Fernando VII y María Cristina a Isabel II y Francisco de Asís.

Ya en esta última sala se agrupan los monarcas que no llegaron a hospedarse en el palacio como Alfonso XII y María de las Mercedes, la reina regente María Cristina de Habsburgo y Alfonso XIII.

 

Fuentes consultadas:

  • Archivos autores.

  • Archivo del Reino de Valencia.

  • Archivo Histórico Municipal.

  • Biblioteca valenciana.

  • Biblioteca Histórica de la Universidad de Valencia.

  • Archivo de la Diputación provincial de Valencia.

  • Hemeroteca valenciana.

  • Wikipedia

  • Padrón Municipal de Habitantes.

  • Diez Arnal. Palacio de Cervelló

Bibliografía:

Como joya arquitectónica valenciana que es, existe mucha bibliografía sobre el Palacio de Cervellón o Palacio Cervelló, aunque solo citaremos algunos.

  • Boix, Vicente. Manual del viajero: Guía de los forasteros en Valencia 1.849.

  • Boix, Vicente. Valencia histórica y topográfica. Relación de sus calles, plazas y puertas, origen de sus hechos célebres ocurridos en ellas y demás noticias importantes relativas a esta capital. 1.862-1.863.

  • Almela i Vives, Francesc. Documentos gremiales en el Archivo Municipal.

  • Cruïlles, Marqués de. Guía urbana de Valencia antigua y moderna. 1.876.

  • Dualde Serrano, Manuel. Inventario de la documentación notarial del Archivo Municipal de Valencia. 1.952.

  • Gómez Ferrer, M. El Palacio de Cervelló de Valencia en el siglo XVI. 2.002

  • Furió Martinez, E; Soriano Sánchez, R. El Palacio de Cervelló.

  • Archivo Histórico Municipal, Biblioteca Serrano Morales.