Inicios del Mercado

Inicios del Mercado

El Mercado de Colón fue, por excelencia, el mercado de la clase burguesa; no en balde se construyó (sin ningún regateo) en la parte meridional del Ensanche, que se extendía entre la antigua Puerta del Mar (no confundir con la actual Puerta del Mar) y la Puerta de Ruzafa (cuyo nombre tomó por estar situado frente al lugar del mismo nombre, un poblado moro que poseía numerosas huertas de riego) limitado por la Gran Vía.

El Ensanche surgió al ser derribada la muralla y se consideró zona residencial elegida para demostrar su estatus, ocasionando un desplazamiento del cambio de hábitat, sobre el que ironizó Enric Sebatià al escribir: “[…] la burguesía lliura el vell nucli de la ciutat a la menestralía i al patriciat ranci, i se’n va a ocupar una zona asètica, tan nova com la mateixa burguesía i l’alta clase mitjana […]”.

A imitación del ensanche barcelonés, que concibiera Ildefonso Cerdá Suñer en el año 1.859, se trazaron en Valencia largas calles rectas y paralelas cruzadas por otras perpendiculares, para formar las manzanas o conjuntos de fincas que cuadriculaban un gran espacio interior, en el que pequeños jardines particulares sustituían a los patios.

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Inicios del Mercado

Las fincas de las calles Isabel la Católica, Jorge Juan, Cirilo Amorós, Conde Salvatierra, Grabador Esteve y Sorní, ya marcaban una posición económica según se viviera en el entresuelo, en el principal, en el resto de los pisos o en el interior, que generalmente se reservaba para porches y la portera.

Verjas, balconadas y miradores, filigranas de hierro en las barandillas y cornisas con relieves entre los que destacan los amorcillos y bustos femeninos.

Edificios que siguen, en su mayoría, las directrices neoclásicas con algún elemento romántico, neogótico o modernista.

Los conventos de los Dominicos, Madre Sacramento y Capuchinos; la parroquia de San Juan y San Vicente y los colegios religiosos (ahora ubicados en el Vedat de Torrent) ponen de manifiesto la sociedad católica y conservadora que le da vida.

Un sector querido por los valencianos de profesiones liberales y amante de la tradición; sector que se prolongaría con similares características al ampliarse el ensanche hasta Monteolivete, cruzado por la diagonal de la avenida del Antic Regne de València.

El edificio modernista del mercado, construido entre 1.914 y 1.916, fue presupuestado en 900.000 pesetas y el proyecto se adjudicó al arquitecto Francisco Mora Berenguer.

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Este edificio ocupó el lugar de la antigua fábrica de gas.

Su planta es de corte basilical, con 3 naves y voladizos laterales; se construyó norte-sur, con dos fachadas de piedra engastada en ladrillo, ambas de grandes dimensiones; su estructura es metálica, a base de columnas de fundición y perfiles laminados, y está rodeado por una verja de hierro.

Sin embargo, hay que añadir que los frisos de mosaicos de las fachadas, sobre todo la recayente a la calle Jorge Juan, son de una gran belleza ornamental.

Y, como corresponde a su época, describen a la sociedad que se sabe rica; de ahí las labradoras entre guirnaldas de flores y frondosidad de árboles, el escudo coronando las alegorías y los relieves de la abundancia huertana, donde no falta tampoco las aves de corral.

La influencia de Gaudí se advierte en las torrecillas y las cúpulas, subrayando que Francisco Mora, como Gaudí, logró un conjunto arquitectónico abierto pero orgánico.

Si el público y el ambiente del mercado son el reflejo de la zona, es necesario resaltar que en esta se han abierto buen número de salas de arte, restaurantes acogedores y elegantes, “boutiques” con firmas de importación.

A pesar de todo el Mercado de Colón atravesó, no hace demasiados años, una aguda crisis de público; la clientela asidua se marchó rápidamente a los supermercados y con la desaparición del servicio doméstico en muchos hogares, encontró un cómodo reemplazo en las grandes cadenas de distribución.

Resulta muy lamentable, máxime cuando es una obra concebida con estética y funcionalidad que podía haber sido modelo para otros mercados construidos en Valencia, olvidando el clima y la misión.

No obstante, tras su rehabilitación y nuevos usos, fue inaugurado el 28 de marzo del 2.003.

El Mercado de Colón recuperado ofrece un espacio muy diferente para el que fue concebido, con nuevas instalaciones como cafeterías, charcuterías y locales comerciales.

La planta a nivel de calle se comunica con el nivel inferior mediante unas escaleras mecánicas que dan a un atrio ajardinado.

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Fuentes consultadas:

Bibliografía

  • Nomenclator de las puertas, calles y plazas de Valencia. Manuel Carboneres. 1.873

  • Mercados de Valencia. María Ángeles Arazo-Francesc Jarque

  • Mercado de Colón. Historia y rehabilitación. Ayuntamiento de Valencia

  • De lo proyectado a lo construido. El Mercado Central de Valencia. Francisco Hidalgo Delgado

  • Arquitectos y arquitecturas modernistas en la Ciudad de Valencia 1.900 – 1.915. Concepción de Soto Arándiga

  • Censo de mercados fijos en la Comunidad Valenciana.

Fotografías

  • Archivo fotográfico de José Huguet

  • Archivo fotográfico de Diez Arnal

  • Archivo Histórico Municipal

  • Biblioteca de Etnología

  • Centro Cultural La Beneficencia

  • Archivo fotográfico de Abelardo Ortolá

  • Archivo fotográfico de Manuel Cubells

  • Archivo fotográfico de Rafael Solaz Albert

  • Archivo fotográfico de M. A. Valero

  • Archivo fotográfico de Lázaro Bayarri

  • Archivo fotográfico de Periódico Levante

  • Archivo fotográfico de José Aleixandre

  • Archivo fotográfico de Marina Solaz

  • Archivo fotográfico de Morales San Martín

  • Archivo fotográfico de Toni Serrano

  • Archivo fotográfico de V. Andrés

  • Archivo fotográfico de Ludovisi y señora