Colegio de las Escuelas Pías

Colegio de las Escuelas Pías

¿Conoces la arquitectura del barrio de Velluters?

Edificios de carácter religioso en el Barrio del Pilar

Después del reinado de Fernando VII sube al poder la burguesía liberal, dándose al poco tiempo la Ley de Desamortización de 1.835, que va a tener hondas repercusiones en los edificios de carácter religioso y sus huertos, sobre los cuales se planificará una reestructuración de la ciudad.

La historia de Valencia de aquella época nos ofrece unos datos estadísticos por los cuales ha llegado a nuestros días, que antes de la desamortización de Mendizabal, se hallaban esparcidos por la ciudad y sus alrededores 46 conventos, 26 de los cuales eran de religiosos y 20 de religiosas.

No obstante, hay que tener en cuenta que no todos los edificios religiosos fueron víctimas de aquella exclaustración, ni todos los que fueron confiscados pudieron ser de libre disposición para la autoridad civil del momento.

El ejército, numeroso en aquel momento como consecuencia de la Guerra de la Independencia, urgía la ocupación de varios conventos para su alojamiento.

Entre los monasterios, conventos y casas religiosas que cayeron en manos del estamento militar en aquellos tiempos cabe citar a los de San Francisco, en la plaza de su nombre, actualmente plaza del Ayuntamiento; Santo Domingo, antigua Capitanía General, sede de la III Región Militar, actual Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad en la actual plaza de Tetuán, San Pio V, junto a los Jardines del Real, que fue, además de cuartel, hospital militar y en la actualidad Museo Pio V; y finalmente el convento del Pilar de los frailes dominicos que junto a la iglesia del mismo nombre fue destinado a cuartel de intendencia.

Por lo que respecta al Barri de Velluters, hay que reconocer que en relación con otras barriadas de Valencia, sus edificios de carácter religioso, a excepción del convento del Pilar, no fueron destinados a formar parte de dependencias gubernamentales.

En consecuencia es posible afirmar que el numeroso contingente de esta clase de edificios entre iglesias, ermitas, capillas y conventos, que ambientó desde muy antiguo la vida religiosa del Barrio del Pilar, pudo continuar ejerciendo su espiritual influencia entre los habitantes del viejo barrio sedero.

Un dato curioso es que a diferencia de otros barrios de la ciudad, en este los conventos, iglesias y ermitas se sitúan en los extremos de lo que podríamos llamar perímetro del Barri de Velluters.

Colegio de las Escuelas Pías

Colegio e iglesia de las Escuelas Pías

Muy cerca de donde estuvo el convento de Nuestra Señora al Pie de la Cruz, precisamente donde confluyen las calles Pie de la Cruz con la de Santa Teresa y arranca desde este punto la calle de Carniceros; remontando esta estrecha y larga vía urbana en dirección hacia la calle de Guillem de Castro, nos encontramos a pocos pasos con la plaza de las Escuelas Pías.

Como ya hemos mencionado el rótulo de esta calle se debe a que su imponente fachada, la iglesia de los padres Escolapios, mira a esta plaza, la iglesia anteriormente citada está dedicada en su origen a San Joaquín y actualmente parroquia de San José de Calasanz, fundador de las Escuelas Pías.

A partir de esta plaza sigue su trazado la calle de Carniceros y por su lado derecho, hasta la esquina con la calle de Villena, se levanta adosado a la mencionada iglesia un gran edificio de ladrillo visto y sobrias líneas que comprende la residencia propiamente dicha de los religiosos y el colegio de las Escuelas Pías, construido en 1.739 por Blas del Espíritu Santo, con aulas espaciosas y galerías articuladas alrededor de un claustro, cuyo patio será protagonista de los juegos y diversiones de los escolares.

De todo este complejo, en el contexto general del barrio sedero, la presencia aquí de las Escuelas Pías (marcando unos de los límites del ámbito de la barriada en su orientación Norte) tuvo tal trascendencia que ha dado nombre a lo que algún cronista, como Francesc Almela i Vives (Vinaroz, Castellón, 9 de noviembre de 1.903 – Valencia, 24 de septiembre de 1.967. Escritor e historiador español), ha venido en denominar sub-barriada, es decir, que las Escuelas Pías marcan un determinado sector o sub-barriada del Barrio del Pilar o Velluters.

En una Valencia tan pródiga en conventos en el siglo XVIII, no era tan fácil introducirse en ella una nueva comunidad; pero este inconveniente quedó disipado, puesto que la obra de San José de Calasanz iba a tener en esta ciudad una especial acogida por parte del arzobispo Andrés Mayoral y con su apoyo llegarían a edificar los Escolapios una de las más grandes y originales iglesias de Valencia, edificado en 1.767.

Todo dio comienzo por el interés de Felipe Lino de Castellví, conde de Carlet, que tenía porque se instalasen en Valencia los Escolapios, y no obstante las dificultades con que se encontró para establecer aquí una nueva fundación, pudo seguir con su deseo y compró en 1.735 para los de esta orden una casa en la calle de Colomer, esta calle va desde la calle de Santa Teresa a la de Villena, esto es, en los inmediatos solares donde años más tarde se construiría todo el conjunto arquitectónico de las Escuelas Pías.

Colegio de las Escuelas Pías

Colegio e iglesia de las Escuelas Pías

El curioso motivo de dedicar a San Joaquín la iglesia de los Escolapios se debió a que el padre de Joaquín Manuel Fos, prestigioso industrial de la seda que vivía en la calle de la Sorolla (actual Guillem Sorolla) colaboró muy eficazmente con el conde de Carlet para establecer en este lugar del barrio sedero las Escuelas Pías.

El padre de Fos costeó el mobiliario para la fundación, así como el altar mayor del templo.

Y dada la circunstancia que su hijo se llamaba Joaquín, se puso de titular de este templo a San Joaquín.

El futuro personaje propulsor y protector de la industria sedera en Valencia, Joaquín Manuel Fos, se preciaba de haber sido el primer discípulo de las Escuelas Pías de Valencia y hasta recibió lecciones particulares de un religioso al que se nombra en las crónicas como padre Antonio, así como otro escolapio, el padre Francisco del Pilar que le enseñó latín.

El mecenazgo del arzobispo Mayoral a las Escuelas Pías fue decisivo.

Era el año 1.767, el mismo año que Carlos III expulsaba por su Real Pragmática del 7 de abril a los jesuitas del Colegio de San Pablo y del Real Seminario de Nobles Educandos de San Ignacio.

El arzobispo Mayoral, mecenas de la cultura y prosperidad popular de Valencia, creador también del Real Seminario Andresiano (en honor a su nombre) quiso realizar su proyecto desde hacía ya algunos años de construir la más amplia y esbelta de todas las iglesias de Valencia en estilo neoclásico y futuro marco para las exequias de los hijos ilustres de la ciudad y actos académicos.

Mayoral en 1.767 solicitó la colaboración de los Maestros Artesanos Carpinteros para la construcción proyectada, mediante la concesión de un solar que aquellos tenían junto a la misma calle de Carniceros para construir el campanario; solar que resultaba pieza clave para completar la fachada bloque del colegio e iglesia de las Escuelas Pías.

Los del Gremio de Fusters expresaron su conformidad ante la invitación del prelado de ceder el citado solar para levantar el esbelto campanario, a cambio, solicitaron del prelado “entrar en solemne procesión por el claustro porticado del colegio de los padres Escolapios, bandera, guión e imagen del santo patrono de estos camino de esa iglesia y celebrar, como en su casa, solemne misa a su patriarca y patrono San José Carpintero en el día de su fiesta, y otra misa al día siguiente en sufragio de todos los carpinteros fallecidos”.

Costumbre que viene realizándose anualmente hasta el día de hoy.

Colegio de las Escuelas Pías

Colegio e iglesia de las Escuelas Pías

El proyecto de la iglesia, complemento de aquel colegio y Real Seminario de Caballeros Andresianos, así como de su monumental cúpula, sería obra de artistas seleccionados por el mismo arzobispo, tales como os arquitectosa José Puchol y Antonio Gilabert; los escultores Pedro y Juan Guisart, José Esteve, Iganacio Vergara, etc.; los pintores Luis Planes, José Camarón y José Vergara.

El templo de las Escuelas Pías tenía que ser en la mentalidad del arzobispo Mayoral, una iglesia “distinta a todas las demás, misionera del buen gusto, trasunto (Reflejo o representación fiel de algo) en Valencia del Panteón de Roma y como este sea también cripta de escolapios ilustres, el triunfo del gusto neoclásico en Valencia que toda ella, nobles y gente ilustrada, está pidiendo”.

La actual iglesia parroquial de San José de Calasanz en su origen dedicada a San Joaquín, regida por los padres Escolapios, es efectivamente diferente de las demás iglesias de Valencia.

De forma circular y con un diámetro de 24 metros, está cubierta por una enorme y audaz cúpula rematada por linterna cubierta por sombrero o pequeña cúpula de tejas azules.

La iglesia se construyó según los planos del arquitecto José Puchol en 1.767, pero reformados y finalmente realizado el proyecto por otro famoso arquitecto, Antonio Gilabert, quien redujo a tres alturas la iglesia, en los planos de Puchol aparecían cuatro.

En la fachada de este templo vemos una portada con pilastras de orden jónico y con esculturas de Vergara, colocadas en hornacinas y que representan a San Joaquín, Santa Ana, San Andrés y los dos santos José Carpintero y José de Calasanz.

Es una verdadera lástima que tan maravilloso conjunto arquitectónico del arte neoclásico religioso en Valencia no pueda ser mejor contemplado, para poder apreciar en toda su magnitud tan artísticos detalles dada la falta de perspectiva que tienen por su reducido espacio y notable estrechez, tanto la calle de Carniceros como la plaza de las Escuelas Pías.

De esta misma carencia de espacio visual participa un importante edificio señorial en la propia calle de Carniceros  esquina a la calle de Villena e inmediato a las Escuelas Pías, siendo ambas construcciones similares en estilo a base de sillares y ladrillo visto.

Precisamente, debido a la angostura de estas vías urbanas, es por lo que difícilmente se puede apreciar un pequeño vaciado, a modo de hornacina, en la esquina de la mencionada casona, donde se halla pintada la imagen de San Cristóbal y la fecha de 1.754.

Colegio de las Escuelas Pías

Colegio e iglesia de las Escuelas Pías

Estas circunstancias determinaron, en el año 1.763, la compra de unas casas que había delante de la iglesia con el fin que se pudiera contemplar mejor la hermosa fachada comenzó el arzobispo Andrés Mayoral Alonso de Mella, y de D. Felipe Lino de Castelví y Ximenez de Urrea, IV Conde de Carlet y tras su fallecimiento la continuó su sucesor Francisco Fabián y Fuero (Terzaga, Guadalajara, 7 de agosto de 1.719 – Torrehermosa, Guadalajara, 3 de agosto de 1 801. Prelado español de la Ilustración).

En parte de los solares de aquellas casas se edificaron las que luego se denominarían Escuelas Pías de la Plaza y en las que se impartía enseñanza gratuita.

Por Real Decreto de Carlos III de fecha 7 de mayo 1.760, se autorizaba a las Escuelas Pías a crear el Seminario Escolapio de Nobles, y en 1.763 empezó a funcionar como tal Seminario; fue catalogado como uno de los mejores centros de enseñanza del momento.

Por la intervención tan decisiva que tuvo el arzobispo Mayoral en su fundación, tomó el nombre Colegio Andresiano.

El Seminario Andresiano fue concebido como una extensión de las Escuelas Pias, aunque con reglamentos y formas distintas; ya que su objetivo inicial era la “educación de la nobleza i de conocido nacimiento”.

Parte del edificio lo ocupó el Colegio Andresiano, que tenía su entrada por la calle de Carniceros y la otra parte del edificio lo fue por las Escuelas Pías, que tenían su entrada por la postrera calle de Colomer.

Una de las prácticas que ejercían estos caballeros andresianos, era el de la equitación, el mismo patio era su zona de picadero, y las cuadras para los caballos, estaban situadas, en un espacio, donde a principios de los 40, se ubicó el popular cine del colegio.

El resto de los solares, se destinó a patio de recreo de los colegiales pero que al no estar cercado, la gente transitaba continuamente por este lugar que acabó siendo, como hasta hoy, plaza pública adquirida por el Ayuntamiento con fecha 18 de diciembre de 1.880, a cambio de unos terrenos en el cementerio de Valencia con el fin de construir en ellos un panteón para los religiosos escolapios.

Colegio de las Escuelas Pías

Colegio e iglesia de las Escuelas Pías

La obra esencialmente educativa de los hijos de San José de Calasanz en Valencia a los largo de muchos años, está presente en la historia de la Pedagogía de nuestra ciudad.

El antiguo colegio de los Escolapios de la calle de Carniceros, ubicado precisamente en la barriada artesana y popular de Velluters.

Tarea educativa cuyo dinamismo trasciende el muro del Barri de Velluters, expandiéndose a otras áreas del ensanche de la ciudad, donde amplían su labor los Escolapios en el colegio dela moderna calle de Micer Mascó y hasta en las zonas marítimas como Malvarrosa.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía:

Existe mucha y muy variada bibliografía referente al barrio de Velluters, actual barrio del Pilar, por tanto, tan solo mencionaremos algunos de ellos:

  • Guía urbana de Valencia. Marqués de Cruilles.

  • Barrio del Pilar, antiguo de Velluters. Juan Luis Corbín Ferrer

  • Tesina máster de teoría e historia de la arquitectura departamento de composición arquitectónica. Adrián Torres Astaburoaga

  • Autoritarismo monárquico y reacción municipal. Amparo Felipo Orts.

  • Insaculación y élites de poder en la ciudad de Valencia, Amparo Felipo Orts.

  • Manual del viajero y guía de los forasteros  en Valencia. Vicente Boix

  • La Valencia musulmana. Vicente Coscollá

  • Avecindados en la ciudad de Valencia en la época medieval. María de los Desamparados Cabanes Pecourt

  • El ornato urbano. La escultura pública en Valencia. Rafael Gil y Carmen Palacios

  • Valencia Centro Histórico. Trinidad Simó Terol

  • Arquitectura del eclecticismo de Valencia. 1.983. Benito Goerlich

  • Cerámica barroca en Valencia. María Eugenia Vizcaíno

  • Composiciones cerámicas valencianas del siglo XVIII. María Eugenia Vizcaíno Martí

Fotografías

  • Archivo fotográfico de Abelardo Ortolá

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  • Archivo fotográfico de Periódico Levante

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  • Archivo fotográfico de V. Andrés

  • Archivo fotográfico de Ludovisi y señora

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