Rio Júcar
Rio Júcar
Nacimiento: Cerro de San Felipe (Sierra de Tragacete, Cuenca)
Desembocadura: Mar Mediterráneo (Cullera, Valencia)
Dimensiones
Longitud: 498 km
Altitud Nacimiento: 1.700 m
Rios de Valencia. Rio Júcar
El rio Júcar (en valenciano Xúquer) es un río de la península ibérica, situado en el este de España. Tiene una longitud de 498 km, atraviesa las provincias de Cuenca, Albacete y Valencia, y desemboca en el mar Mediterráneo por Cullera.
Era conocido como Sucro por los romanos.
Rio Júcar
Nace a 1.700 metros sobre el nivel del mar, en la vertiente meridional del cerro de San Felipe (Montes Universales) en el paraje conocido como los Ojos de Valdeminguete y cerca también del nacimiento de los ríos Cuervo (cuenca del Tajo), Guadalaviar-Turia, Cabriel (cuenca del Júcar) y del propio Tajo, en la Cordillera Ibérica. Puede decirse que las principales sierras de la zona limítrofe entre Cuenca y Teruel, en especial, los Montes Universales, constituyen el principal divortium aquarum (expresión latina que significa Divisoria de aguas. Dícese de la línea imaginaria que traza la separación entre dos vertientes o cuencas fluviales limítrofes) o la principal divisoria de aguas entre los ríos de la vertiente atlántica y los que drenan hacia el Mediterráneo incluyendo, obviamente, a la cuenca del río Ebro con el nacimiento del río Jiloca en el subsuelo de las parameras de Pozondón (al norte de los Montes Universales).
Un reciente trabajo de Joan Carles Membrado Tena, de la Universidad de Valencia, que se titula “Toponimia sucronense en Valencia”, presenta un enfoque muy detallado de este tema, bastante complejo por cuanto coexisten topónimos de origen pre-romano con otros propiamente romanos, árabes (muy numerosos, especialmente en el curso bajo, en la Comarca de La Ribera), catalanes y castellanos.
Rio Júcar
Curso superior
En su curso alto, el río Júcar recorre las tierras montañosas de Cuenca con una dirección norte-sur en una zona de precipitaciones medias superiores a los 800 mm anuales por lo que alcanza un caudal absoluto en Cuenca de 11,25 m³/s.
Esta parte de su curso es sumamente pintoresca y podría definirse como un verdadero muestrario de formas cársticas del relieve. En especial abundan los cañones y gargantas entalladas por los propios ríos, así como las cuevas, las torcas (gigantescas depresiones de entre 30 y 500 metros de diámetro en terreno calcáreo), dolinas (palabra de origen esloveno que significa valle o depresión alude a un tipo especial de depresión geológica característico de los relieves kársticos. En castellano se conoce como «torca»), lenares (un lapiaz, lenar o pavimento de caliza es un surco u oquedad de dimensiones pequeñas o medianas, separado por tabiques o paredes de roca en algunos casos agudos. Sus dimensiones son decimétricas, aunque en profundidad pueden superar la decena de metros) y otros fenómenos de erosión fluvial en rocas calizas. Los ejemplos más notables de estas formas cársticas pueden encontrarse en la Ciudad Encantada, en Las Majadas y en el propio cauce del río Júcar y varios de sus afluentes, como es el caso del río Huécar en la propia ciudad de Cuenca, el cual forma la Hoz del Huécar, donde se encuentran las famosas Casas colgadas de Cuenca y en la acumulación de arcillas de descalcificación de las margas en las partes deprimidas, formando lo que se conoce como dolinas o planicies arcillosas. Antes de llegar al Ventano del Diablo recibe a su afluente, el río Uña, por su margen derecha, el cual forma una laguna justo antes de la confluencia, al represar sus aguas por el dique que se forma en la ribera derecha del Rio Júcar.
Rio Júcar
Curso medio
Las aguas del Rio Júcar en el embalse de Cortes de Pallás todavía mantienen el color típico que presenta al salir de la Serranía de Cuenca.
En realidad, no resulta fácil explicar lo que podríamos definir como curso medio en el caso del río Júcar. Si se tratara de un pequeño torrente, en el que se pueden identificar sobre el terreno las tres partes en que se divide (cuenca de recepción, canal de desagüe y cono de deyección) no se presentaría este problema. Y tampoco se presentaría en el caso de un río típico, en el que entre la parte montañosa de mayor pendiente y el curso bajo, con un desnivel mínimo, se presenta una parte intermedia en la que la que la pendiente y la erosión que produce son aún bastante fuertes (el Guadalquivir sería un ejemplo en este sentido). Pero en el caso del Rio Júcar, la salida hacia la llanura aluvial que forma la comarca valenciana de La Ribera procede de una zona bastante abrupta, donde el río va muy encajado y esa llanura aluvial constituye una zona bastante reducida. Así pues, el Júcar se podría considerar como un río que sólo presenta, a grandes rasgos, dos tramos: uno montañoso (o con mayor propiedad, mesetario) y uno de llanura. En resumen, el curso medio del Júcar podría considerarse ubicado entre Villalba de la Sierra (cerca del Ventano del Diablo) y el Pantano de Tous (84 metros sobre el nivel del mar) en el comienzo de La Ribera que ya forma parte del curso inferior.
Sin embargo, esta extensa parte media del Júcar no es completamente uniforme, y presenta tramos donde forma meandros divagantes y otras zonas de mayores pendientes, en los que se encaja profundamente, como es el área de meandros encajados donde se encuentra la localidad de Alarcón. Precisamente, este embalse represa las aguas del Júcar a lo largo de más de 40 km de longitud, lo cual da idea de la escasa pendiente en este tramo. El que se encaje en el relieve en Alarcón significa el inicio de una zona de mayor pendiente en el punto donde se desvía de nuevo hacia el sur, donde comienza la gran curva hacia el este para salir de la región de La Mancha.
Antes recogerá, por medio de un cauce artificial desde Albacete (municipio por el que discurre el Júcar), el Canal de la Reina María Cristina, y a la altura de la localidad de Valdeganga, los excedentes hídricos que manan por los rebosaderos del acuífero de Los Llanos, nutrido este a su vez por la cuenca endorreica del Río Jardín/Balazote que viene desde la alta Sierra de Alcaraz.
Así pues, en La Mancha (concretamente, en La Manchuela), el Júcar describe un arco de unos 90º y cambia su dirección hacia el este, como resultado de un antiguo fenómeno de captura que ocurrió hace unos dos millones de años, y después del codo de captura, toma la dirección hacia el este para buscar el Mediterráneo, y su curso dibuja numerosos meandros encajados (la Hoz del Júcar, con cortes de unos 150 m de altura, entre Jorquera y Alcalá del Júcar), abiertos en una especie de relieve ligeramente plegado que formaba originalmente la divisoria de aguas entre la vertiente atlántica y la mediterránea. Aquí su caudal absoluto disminuye debido a la utilización de sus aguas (antes ya se ha iniciado el trasvase Tajo – Segura) y la menor cantidad de lluvias.
Cosme Morillo nos describe el fenómeno de captura y las consecuencias del mismo:
“En este mar interior (se refiere a La Manchuela hace unos 100 millones de años, es decir, en el Terciario), que se extendía desde Cofrentes hasta La Roda y que tenía su mayor profundidad en Alcalá de Júcar, se depositaron las grandes capas horizontales de sedimentos que hoy nos muestra el gran cañón. Pero antes de que éste se abriera por la acción erosiva del río, fue preciso que se produjera un cambio importante en el trazado de su cauce.
Porque el Júcar no siempre ha corrido en busca del Mediterráneo y hubo un tiempo en que el destino de sus aguas era el Atlántico, a donde llegaban tras desembocar en el Guadiana.
No está claro qué fue lo que determinó el cambio de rumbo, pero desde que éste se produjo, hace el orden de unos dos millones de años, el río ha labrado la espectacular sucesión de meandros encajados, que alcanzan hasta 150 m de profundidad, que se extiende desde La Jorquera hasta el embalse de El Molinar”
Cosme Morillo, 2.000.
Poco después vuelve a encajarse en la depresión tectónica de norte a sur por donde discurre la carretera N-330 y en Cofrentes, donde se ubica una central nuclear, recibe al Cabriel (su afluente más importante) y sus aguas son represadas en el embalse de Embarcaderos, tras de lo cual vuelve a encajarse profundamente en el Macizo del Caroig, a lo largo de un cañón de unos 350 m de altura, entre las muelas de Cortes de Pallás y del Albéitar.
En esta zona encajada, el río se ha represado en una sucesión de embalses escalonados hasta llegar al más reciente e importante, el pantano de Tous, ubicado a unos 84 metros sobre el nivel del mar, a partir del cual entramos de lleno en la llanura aluvial de la Ribera.
Rio Júcar
Curso bajo
Tras atravesar la zona montañosa del Caroche y salir del embalse de Tous, alcanza su máximo caudal en Sumacárcel, con 49,22 m³/s; en este punto, o para ser más precisos, en la Masía de Mompó (en el tradicional sitio de aforo), el Júcar se abre en la llanura después de haber pasado por los cañones y gargantas donde se ubica el pantano de Tous, y a partir de ese momento sus niveles disminuyen debido al intenso aprovechamiento para el regadío en las Riberas Alta y Baja.
Los últimos tramos del curso encajado entre montañas facilitan la alimentación subterránea de algunos manantiales artesianos («ojos» del río Verde, manantiales del antiguo canal de la Reva) que existen en la Ribera. También el Canal Júcar-Turia sale artificialmente en forma subterránea desde el embalse de Tous para aflorar a un km al norte de la nueva población de Tous, desde donde se dirige hacia el noreste, para regar una buena parte de la Ribera Alta y de la Huerta Sur de Valencia.
Esta zona es su llanura aluvial, de gran importancia económica, debido a la agricultura, siendo la zona más densamente poblada de su curso. La planicie está formada por los aportes tanto del mismo Júcar como de sus afluentes Magro y Albaida. Aquí el río describe un recorrido sinuoso con meandros y situándose en cotas más altas que las tierras contiguas, algunas de ellas importantes marjales como la Albufera de Valencia.
En el curso bajo se encuentran algunas ciudades importantes, como es el caso de Carcagente, Alcira, ubicada originalmente en un meandro del río que rodeaba completamente a la ciudad (el nombre de Alcira significa “isla” en árabe), Algemesí (junto al río Magro, cerca de su desembocadura en el Júcar), Sueca y Cullera, ya en la desembocadura. Esta es también la zona con mayor riesgo de inundaciones al configurar la llanura aluvial del río cerca de su desembocadura. Tras un recorrido de 497,5 km desemboca en Cullera (Valencia), no sin antes servir de puerto deportivo para centenares de embarcaciones, inclusive de tamaño respetable, como puede verse fácilmente desde el castillo.
El curso bajo del Júcar es zona naranjera por excelencia (Vicente Blasco Ibáñez describe muy bien la zona en su famosa novela Entre naranjos) y también arrocera, aunque ya en la Ribera Baja, a lo largo de las acequias que, saliendo del propio río, van a desembocar en la Albufera.
Una obra monumental en tres tomos sobre la Historia de La Ribera, aparecida en el 2.001, constituye una fuente excelente, no sólo para la historia de la comarca sino también para su geografía (los aspectos físicos pueden consultarse en el primer tomo), para la toponimia (tomo II), los aspectos económicos y muchos otros: la de Tomás Peris Albentosa.
Los embalses y canales para riego, las represas para la producción de hidroelectricidad o para usos industriales (los ejemplos de la central de Cofrentes, donde las aguas del Júcar se utilizan para enfriar la planta termonuclear, y muchos otros), el abastecimiento de agua potable, la navegación fluvial (en los últimos km, en las acequias que drenan hacia la Albufera, en la ruta turística fluvial entre Cofrentes y Cortes de Pallás), la pesca fluvial (pesca deportiva) y el turismo son algunos de los usos muy importantes de este río, el más importante y usado de la Comunidad Valenciana. Es uno de los principales ríos para la práctica del piragüismo recreativo en el sistema Ibérico, incluyendo tanto tramos de aguas bravas (Cortados de Villalba, Dos Aguas) como de aguas tranquilas y de iniciación. El empleo de las aguas del Júcar en los tramos finales del río (puerto deportivo y concursos de pesca) vienen a completar la cita de Joan Fuster ya indicada que se refiere al uso tan intenso y, por ende, al enorme valor económico de este río. Es probable que este río sea, con relación a su caudal, el más utilizado y el que mayor valor económico tiene entre los ríos de España.
Principales afluentes
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Río Albaida
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Río Escalona
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Río de los Santos
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Canal de María Cristina
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Arroyo de Abengibre
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Río Gritos
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Río Cabriel
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Río Cáñoles
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Río Clariano
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Río Guadazaón
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Río la Argongeña
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Río Huécar
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Río Sellent
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Río Magro
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Río Moscas
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Río de los Ojos
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Río Valdemembra
Fuentes consultadas:
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Archivos autores
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Archivo del Reino de Valencia
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Archivo Histórico Municipal
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Biblioteca valenciana
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Biblioteca Histórica de la Universidad de Valencia
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Archivo de la Diputación provincial de Valencia
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Hemeroteca valenciana
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Wikipedia