Horchatería El Siglo
Era un establecimiento histórico, un emblema de esa plaza de Santa Catalina que en tiempos se definió por horchaterías y chocolaterías míticas como El Siglo o Santa Catalina, última superviviente de aquella Valencia del siglo XIX en la que las chocolaterías representaban uno de los emblemas de la buena vida burguesa.
El Siglo era uno de esos lugares que nos remitía a otros tiempos, su interior, de noble aspecto, recordaba aquellas épocas en las que los locales comerciales se establecían para perdurar y sobrevivir a las modas.
El establecimiento existía ya en la década de 1.890, y sobrevivió como uno de los emblemas de la hostelería valenciana y un referente para turistas y locales hasta 2.014.
Sus nuevos propietarios no quisieron continuar una tradición centenaria.
Cuenta Maria Julia Comeche Mateo, una de las propietarias junto a su hermano y los respectivos cónyuges: “Llevamos toda una vida, ahora nos jubilamos y los dueños de la finca la han vendido. Este es un negocio muy familiar, donde los trabajadores forman parte de ella”, son ejemplos que borran del mapa comercios de toda la vida, de los que quedan pocos.
Horchatería El Siglo, entrar en la horchatería era volver en el tiempo a principios del siglo XX.
Desde su puerta, se contemplan la cerámica y los dibujos que ya antaño estuvieron y que todavía conservan.
La fisonomía invitaba a quedarse en el interior durante horas y horas, y degustar uno de los más tradicionales refrescos valencianos: la horchata.
La horchatería pertenecía al triángulo horchatero del centro de la ciudad que formaban El Siglo, Santa CAtalina y Doctor Collado.
El local de El Siglo se construyó en 1.890 y el edifico se construyó alrededor del 1.836.
Un grupo de alumnos de la Universidad Politécnica de Valencia se encargó hace unos años de restaurar los frescos que había en las paredes.
El local constaba de planta baja y primer piso, con techos altos y muy decorados con carpintería de madera.
La Horchatería El Siglo ha cerrado sus puertas tras la jubilación de estos y el elevado precio de alquiler que el dueño del edificio exigía a la familia que desde hace cuatro generaciones explotaba el negocio.
Y es que El Siglo fue uno de los establecimientos afectados por el final de la moratoria para los alquileres de renta antigua que se aplicó el pasado 1 de enero, lo que supuso la entrada en vigor del denominado “decreto Boyer” de 1.985 que modificó la ley de alquileres para actualizar los arrendamientos antiguos a los precios de mercado.
Los dueños de la horchatería intentaron en varias ocasiones comprar el edificio que la acogía, pero el dueño del edificio nunca facilitó esa adquisición.
Al igual que la Horchatería El Siglo, otros míticos comercios del centro de la ciudad se vieron obligados a echar la persiana o cambiar de establecimiento por culpa de la subida del precio del alquiler, como la Unión Musical Española o la Sombrerería Albero.