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Blasonamiento: Escudo cuadrilongo de punta redonda. En campo de gules, una torre de oro, mazonada y aclarada de sable, sumada de un brazo armado, de plata, empuñando una espada desnuda del mismo metal y acostada de dos llaves de plata puestas en palo. En punta, un arco armado de plata con flecha empulgada. Al timbre, corona real abierta.

  • Habitantes: 685

  • Comarca: Los Serranos

  • Distancia a Valencia: 63 km.

  • Teléfono Ayuntamiento: 961 657 001

Chulilla es una de las más pintorescas poblaciones de la provincia de Valencia. Situada a orillas del río Turia, a 63 km de la capital y a los pies de una abrupta montaña coronada por los restos de un castillo, Chulilla figura entre esos puntos de destino que se deben visitar, por la incuestionable belleza de sus abruptos paisajes, que sorprenden un tanto por su relativa proximidad a las fértiles huertas valencianas.

Además, Chulilla posee un acreditado balneario.

 

Excursión por el Pueblo y sus Alrededores

A pesar de su situación de semirruina, que apenas pone de manifiesto la envergadura que alcanzó la fortaleza en tiempos pasados, vale la pena efectuar una visita a este castillo, construido sobre la rocosa montaña junto a la que se asienta el pueblo de Chulilla. El mismo monte que le sirve de base constituye ya de por sí una formidable fortaleza natural, al tener unos espectaculares acantilados que caen, como si estuvieran cortados a pico, sobre el cauce del río Turia, que por allí discurre totalmente encajado. El río Turia entra en el término municipal, procedente del embalse de Loriguilla, formando una profunda hoz entre los montes de La Pedriza y de La Carrasquilla. Allí el río Turia ha excavado, con la constante erosión de su corriente, un profundo tajo conocido como el cañón del Salto, que resulta sobrecogedor, con unos paredones rocosos de un centenar de metros de altura por tan sólo unos 10 de ancho.

A unos 4 km del pueblo, al borde del río Turia, se encuentra el balneario de Fuencaliente, muy famoso por la calidad de sus aguas termales. Otros bellos parajes de Chulilla son el Charco Azul, y lo que está considerado como la zona predilecta de los escaladores, a saber, la Peña Mosén, la Peña Roya y El Castellar. Y siguiendo el Turia aguas arriba se llega al gran embalse de Loriguilla.

 

Monumentos:

CASTILLO ISLÁMICO DE CHULILLA.

Tras la conquista y las guerras con Castilla del siglo XIV, la fortaleza sufre reformas importantes que seguirán en los siglos XV y XVI con la utilización de la pólvora, pero sobre todo por su utilización como residencia y más tarde como cárcel de eclesiásticos.

En el siglo XIX cumple unos servicios importantes para la causa carlista, siendo precisamente el asedio del ejército gubernamental que la denomina como castillo de los Ángeles, el que de una forma definitiva iniciaría el proceso de ruina de la fortaleza. El acceso a la fortaleza, parte de sur a norte desde las casas que existen tras la iglesia, existiendo en esta antemuralla una veintena de troneras saeteras. Al comienzo de la balaustrada que sirve de camino de acceso al castillo se sitúa una torre albarrana.

La segunda y más principal muralla del emplazamiento posee un talud para reforzar ese punto contra zapa y mina. El camino, ascendiente gira hacia el mediodía y enfrenta la puerta, con arco de medio punto de ladrillo en el exterior y arco escarzano de sillería en su interior. Tras ésta un rastrillo, maza, batiente y al final la puerta de madera. Sobre el dintel existe un matacán almenado destinado a la defensa del portal al igual que la torre. Traspasada la entrada y al nivel del suelo, llaman la atención dos alineaciones de muros más primitivos, probablemente islámicos. Hacia el norte continúa la muralla que reforzaría la defensa y que termina con una torre esquinera a la que se llega por un tramo de muralla que cuenta con troneras en dirección norte.

A lo largo de la parte superior de la muralla existe un camino de ronda parapetado y en algunos puntos almenado. Hacia el sur se extiende el lienzo de la muralla, casi en línea recta, de mortero y piedra, y unos restos de construcciones del cuerpo de guardia. Sobre ellos un aljibe. Este sector acaba con un muro que une la montaña con un bastión circular al que se accede mediante cuatro escalones. Más allá existen unos restos de tres dependencias de mampostería y con pavimento de ladrillo cerámico a mano apoyadas en el lienzo y una habitación abovedada en el primer saliente de la muralla. Anexo a esta habitación existe una amplia dependencia a la que se accede por extremo sur que correspondería a un edificio muy importante para el castillo.

Siguiendo la muralla se llega al área noble del castillo, con una torre cuadrada, y por encima de ella y directamente sobre el río una torre esquinera con un piso inferior abovedado. Unidas a roca se levantan tres dependencias de tapial sobre la base de mampostería con acceso de escalones semicirculares en piedra. Bajo una de ellas hay un subterráneo que comunica con el exterior y que facilitaría una salida en un momento dado. Junto a ellas hay una sala al mediodía con dos vanos que enmarcan dos arcos rebajados. El suelo es de ladrillo rojo y se subdivide en dos dependencias, teniendo la más oriental una cámara abovedada en su subsuelo. Esta sería una edificación de tipo residencial o alcaidía. Sus dependencias están enlucidas en yeso y hay restos de pintura en él. El suelo es de ladrillo rojo, elaborado a mano.

En su edificación original, predomina el tapial de cantos rodados y argamasa ceñido por verdugadas de ladrillo. Toda esta área del recinto se ha desarrollado alrededor de lo que podríamos denominar un patio de armas que cuenta con grandes troneras.

Con ocasión de llevarse a cabo la restauración y consolidación del castillo, se realizaron en 1985 y 1986 trabajos arqueológicos de urgencia en diversas áreas del recinto y se realizó el registro y catalogación de los grabados existentes en tres áreas de la fortaleza y que muestran un gran interés iconográfico, en la entrada, junto al cuerpo de guardia, en una dependencia abovedada situada junto al lienzo de muralla y la planta inferior del edificio principal. Se trata de grabados incisos con buril fino sobre el mortero de cal y arena: únicamente en un caso hemos observado la marca esculpida en piedra. Existen de dos tipos: un signo de cantero en un sillar de la sexta hilada de las jambas de la puerta, de carácter geométrico, de trazos rectos y sencillos y de poca profundidad; fue grabado a cincel sobre la caliza.

Otro tipo de signos está constituido por grupos de líneas verticales cruzadas horizontalmente por otra, sobre el mortero. Tras un bastión circular, se halla, saliente de la muralla, una cámara abovedada en cuyas paredes se grabaron varios grupos de signos, que en la actualidad han sufrido el vandalismo de irresponsables que han propiciado su práctica desaparición.

IGLESIA PARROQUIAL DE NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES.

Los documentos hallados no nos revelan información de la iglesia hasta el año 1535, por lo que no podemos adivinar su estructura primitiva, lo único que podemos asegurar es que en esa época la iglesia todavía se consideraba Mezquita musulmana.

La documentación consultada nos ha demostrado que en el sitio que hoy ocupa la parroquia de chulilla existió una mezquita y posteriormente un templo gótico. La laguna que todavía no hemos podido rellenar es conocer quién o quienes fueron los artífices de la fábrica.

El templo que vemos actualmente debió iniciarse a fines del S. XVII, y se continuó, en una segunda fase, en los primeros años del siglo XVIII, siendo muy probable que al aproximarse los años treinta, la Iglesia estuviese concluida a excepción de la capilla de la Comunión que data del S.XIX.

En un principio la Iglesia estaba consagrada a la Purísima. De esta afirmación podemos hacernos la siguiente pregunta…

¿cuándo y por qué se cambió la advocación de la iglesia de Chulilla?

Como documentalmente nada se ha encontrado, se cree que la respuesta está en un suceso histórico ocurrido el dos de agosto de 1839, día de la virgen de los Ángeles; los isabelinos, tal día, lograron vencer a los carlistas y se hicieron con el castillo. Es muy probable que la celebración de esta victoria motivase la nueva titularidad de la Iglesia, siempre bajo la protección Mariana.

La Iglesia es de una sola nave con cinco tramos y sus correspondientes capillas laterales alojadas entre los contrafuertes y que se encuentran comunicadas entre sí.

Tiene cuatro veces mayor longitud que anchura.

La iglesia finalizó de construirse en el S. XVIII, aunque actualmente podemos verificar que el muro sur pertenece al estilo gótico y es del siglo XIV, por lo que se trata de un iglesia que presenta en todo su conjunto varios estilos arquitectónicos.

La construcción de la Torre-campanario data del segundo tercio del S. XVIII, aunque su aspecto primitivo tuvo una decoración de casetones policromos, que actualmente, tras la restauración se recubrió de una capa de cemento que imita a la sillería.

La iglesia presenta una decoración basada en relieves y tallas de escayola, típicas de los templos del barroco valenciano, como la iglesia parroquial de Chelva y Tuéjar

 

Historia:

Durante toda su historia, Chulilla ha estado ligada al río Turia y a sus tierras, de ahí que se conociera su poblamiento continuado desde la Edad del Bronce tal y como manifestaban los diferentes núcleos de poblamiento prehistóricos conocidos. Efectivamente los primeros vestigios, unos documentados en excavaciones y otros tras las correspondientes prospecciones, corresponden a la edad del Bronce; El Frailecico, Talayuela, el castillo… incluso cuevas con vestigios de enterramientos en Tabairas. A ésta le sucede la del Hierro, con los poblados ibéricos del Monte del Castillo, El Castellar, Pelma, La Talayela y el Corral de Ajau. Con la romanización, algunos de estos poblados se abandonaron y otros bajan al llano.

El pueblo de Chulilla fue habitado ya desde antiguo, la arqueología ha documentado la existencia de poblados de una cronología cercana al primer milenio antes de Cristo y tuvo su importancia durante la época medieval, como capital de una Baronía dependiente del obispo Valentino. La relación castillo – río Guadalaviar establecerá el eje doméstico de los habitantes de las alquerías de época islámica, originándose, si no lo fue ya en época romana, el sistema de regadío del valle a partir del azud del Salto, llamado popularmente “Charco Azul”.

Chulilla aparece documentalmente entre las donaciones que realiza el rey musulmán de Valencia Abu Zayd, al Obispo de Segorbe en 1236.

 

 

Pinturas rupestres

A finales de 1998, se produce un hallazgo destacado y de gran significado histórico: la aparición de un conjunto de pinturas rupestres en el barranco de Falfiguera. Tras una primera observación el friso se reveló como un hallazgo de extraordinario interés por el aspecto y cantidad de las representaciones pictóricas. Las figuras representadas son unas de carácter zoomórfico (las figuras de un cáprido y un bóvido son claramente identificables) y otras antropomórficas (figuras humanas) en diferentes grupos y posturas.

El principal atractivo de Chulilla son sus paisajes, y el de mayor valor es sin duda el tramo del río Turia a su paso por el pueblo.

La erosión del rio ha formado tras el paso de los años lo que hoy conocemos como el Cañón del Turia de Chulilla, tiene una longitud de unos 4 kilómetros y puntos donde se alcanzan los 160 metros de altura y 10 metros de anchura, durante todo su trazado tiene puntos de gran valor paisajístico como pueden ser:

  • Los Calderones

  • La Hoz

  • El Salto

  • El Charco Azul

  • Las Cuevas

  • El Frailecico

Montes como La Punta, La Muela o La Bandera vienen a aumentar este patrimonio natural a la mano del senderista.

Dentro de este patrimonio natural no podemos dejar el casco urbano, la distribución del casco urbano es muy sinuosa, la población se ha ido construyendo en anfiteatro y descendiendo hacia la ribera izquierda del cauce.

 

 

Para quien quiera saber más

Historia

El pueblo de Chulilla fue habitado ya desde antiguo, la arqueología ha documentado la existencia de poblados de una cronología cercana al primer milenio antes de Cristo y tuvo su importancia durante la época medieval, como capital de una Baronía dependiente del obispo Valentino.

Aquellos tiempos han dejado una clara impronta en el pueblo actual, que ha conservado un núcleo definido por un castillo de origen islámico, la iglesia; Antigua mezquita, de estilo barroco y una serie de capillas rurales que se encontraban escampadas por el territorio, pero de las que solamente dos permanecen, y sobretodo una estructura urbanística genuinamente medieval. Chulilla se ordena y se aterraza entre el monte del castillo y el río Turia, originalmente sólo en su fachada oriental. El aumento demográfico fue modificando apenas la estructura urbana hasta saltar la muralla y originar la “calle larga”.

Dos podrían ser los documentos escritos que dan carta de naturaleza a nuestro pueblo.

  1. El 17 de diciembre de 1260 el Rey Jaime I establece las condiciones de poblamiento que van a tener los musulmanes de Chulilla tras la conquista.

  2. El 8 de febrero de 1341, Ramón de Gastó, Bishe de Valencia, otorga carta de poblamiento la Villa de Chulilla per a poblarla con 100 familias de cristianos, después de haber expulsado a los musulmanes que vivían hasta ese momento.

 

 

Cronología histórica:

La villa de Chulilla se sitúa en un territorio que está vertebrado por el río Turia, y él ha sido el que ha marcado toda su evolución histórica; la elección del asentamiento de la población basada en la importancia de elementos estratégicos y de control. Ha sido la hidrografía con su doble carácter de proporcionadora de recursos económicos y facilitadora de estrategias defensivas quien ha determinado la historia de Chulilla.

Ya en nuestra Era el carácter de autarquía y aislamiento generalizado al final del antiguo imperio fue conformando la estructura territorial que derivaría en el distrito musulmán del castillo islámico de Xulella, que tuvo su continuidad territorial tras la conquista en la Baronía del siglo XIII.

La relación castillo – río Guadalaviar establecerá el eje doméstico de los habitantes de las alquerías de época islámica, originándose, si no lo fue ya en época romana, el sistema de regadío del valle a partir del azud del Salto, llamado popularmente “Charco Azul”.

Chulilla aparece documentalmente entre las donaciones que realiza el rey musulmán de Valencia Abu Zayd, al Obispo de Segorbe en 1236. En 1248 Jaime I la dona a Pere Escrivá de forma vitalicia “castrum et villam de Xulella” pero esta donación no será la definitiva. Tras este paréntesis de señorío militar vuelve al eclesiástico al ser instituida en 1274 la Baronía de Chulilla, sobre el territorio del antiguo distrito musulmán, y entregada al Cabildo y Obispo de Valencia.

Hasta 1331 la población será mayoritariamente musulmana y en 1340 se realiza la Carta de población por Raimon Gastón y su Cabildo, recibiendo el documento los representantes de los cien pobladores cristianos, Miguel Silvestre y Arnaldo Guernica.

Siglos XV, XVI y XVII

A lo largo de este periodo, se observa en base al estudio de los nombres de familia, una cierta sustitución de los primeros linajes que llegaron en el siglo XIV por los que actualmente conforman el patronímico contemporáneo. A esta época podemos llamarla la era del esparto, no sólo por su importancia económica, aún conocida por nuestros mayores, sino también por cómo regulaba las ordenanzas comunitarias.

Siglo XVIII

Se produce una ruptura anunciada: el territorio de la Baronía que había permanecido apenas modificado desde un milenio atrás, el del antiguo distrito islámico, se desgajará y surgirán nuevos municipios Villar y Losa.

Siglo XIX

Es un siglo de expansión y de cambio: liberación de la dependencia del Arzobispo-Barón, construcción de nuevos molinos, modernización del Balneario, mejora e introducción de nuevos cultivos; pero también de las guerras carlistas en las que el castillo de Chulilla fue ocupado por las tropas del general Cabrera y posteriormente reconquistado por las tropas isabelinas tras sucesivos asedios. En la segunda mitad del siglo XIX, la población quedó afectada por estos acontecimientos lo que unido a su situación marginal respecto a los ejes de desarrollo de la región hará que su carácter rural se mantenga en el siglo XX.

Siglo XX

Traerá el inicio de la transformación urbana y la modernización y de la emigración de chulillanos y chulillanas en busca de nuevos horizontes. Se despedirá con un zarpazo: el incendio de 1994, otros, amén de la guerra civil, ya habían pasado a la historia: la epidemia de la cucaracha y la riada del 57.

Siglo XXI

Se presenta con una renovada vocación de municipio ya no de una economía tradicional primaria sino de servicio, en el que la puesta en valor de su patrimonio monumental natural e histórico refuerce la calidad de vida para propios y foráneos.

 

 

Ríos, piscinas y embalses

Chulilla tradicionalmente ha estado fuertemente vinculada con el agua, junto a ella discurre el río Turia que es la principal cuenca, y atraviesa el término en dirección NW-SE, desde el embalse de Loriguilla.

El río Turia tiene una longitud de 13 kilómetros, desde el pantano de Loriguilla, hasta que sale del término un poco después de la incorporación del río Reatillo o más conocido en la zona como “Río Sote” al SE. del término municipal y siguiendo por un curso sinuoso.

El caudal medio a la salida del pantano de Loriguilla es de 11,48m3/seg. El pantano se encuentra muy próximo a la población aproximadamente unos 4 kilómetros que es el tramo del cañón siendo la presa el linde entre Chulilla y Loriguilla. La capacidad máxima del pantano es de 73,2 hm3.

La segunda cuenca importante, es la cuenca del barranco de Caracierzo, con una superficie de 1930 hectáreas. Este barranco atraviesa el término municipal, por el sur del mismo, hacia el NE. la Rambla de Caracierzo tiene una longitud en el término municipal de 6 Km.

Finalmente hay una pequeña cuenca de 225 hectáreas que corresponde a los barrancos de Rivera y Terrosa situada al SE. del término municipal.

Los visitantes a Chulilla podrán disfrutar de varios remansos naturales en la cuenca del Turia como es el Charco Azul, la Peña la Judía, las Canales, El remanso las Mulas, así como en las Toscas de Cherales, estas en el río Sote.

 

 

Geografía

El pueblo se ubica en la falda de un alto promontorio, dominado por el castillo árabe que conserva torreones y murallas del lado de la población, ya que por la parte que da al río existe un impresionante cañón que lo hace inexpugnable por lo que, en ese lado, carece de construcciones defensivas. La mayor parte del término se extiende sobre terreno cretácico. En esta meseta caliza, la erosión del río Turia ha creado una hoz y el Salto de Chulilla, de 160 metros de profundidad y 10 metros de anchura. La vegetación está formada por pinares (carrasco) y monte bajo mediterráneo. En cuanto a la fauna las especies más importantes son las rapaces, tanto diurnas como nocturnas, la perdiz, el conejo, la liebre, zorro, tejón, garduña, gineta y jabalí. En el Turia habitan barbos y truchas.